A veces basta con ver una foto para saber el año exacto en el que fue tomada. Y no se trata de los recuerdos asociados a la fecha sino de las evidencias que despliega la ropa utilizada. Colores, texturas y tendencias en juego permiten entrever mucho más que el estilo de quien las porta: la moda es y será siempre un signo de época. Por estos días, en los inicios del verano 2023, ya se trazan las líneas fundamentales de lo que se verá entre la playa, la ciudad y la noche de los próximos meses. A continuación, un desglosado a cargo de expertos, para hacer la valija y no perderse ningún infalible.
De contrapuestos y volúmenes
Según explica Teresa Napolillo, periodista especializada en moda y editora fashion en la revista Marie Claire, “el verano 2023 es el de los contrapuestos”. Esto apunta a combinar formatos y volúmenes, eligiendo por ejemplo un traje de pantalón angosto con blazer XL. O decantarse por un pantalón bien ancho, con tajos y flecos. Eso sí, siempre eligiendo el blazer en colores shocking, como verde lima o fucsia. También reinan los pasteles, que mantienen vigencia. Para los pantalones más anchos, la gama va del arena al tostado.
“Otro básico es el traje de lino blanco: pantalón ancho, blazer oversize y una remera que pase lo más desapercibida posible abajo”, ilustra la especialista. El blanco también llega para destacarse durante la noche, junto con el plateado, en una combinación de brillos que se despliegan en todo tipo de prendas (y que pueden trasladarse también al día). Según se dice, esta tendencia simboliza el momento de optimismo en el período pospandemia, y además está influenciada por el metaverso. “Pero atención, porque es el último verano del plateado, ya que el 2024 será el del dorado, que se viene a rabiar”, alerta Napolillo.
La moda XL también avanza a otras categorías, como los accesorios, con anteojos de sol, collares y aros gigantes, con mucha presencia de piedras y cuero. Aunque en lo que hace a carteras habrá que esperar una temporada más, ya que este 2023 se sigue imponiendo la bandolera, pero se prevé que para el año siguiente las estrellas sean las versiones XL.
Hola noventas
Aunque no es el primer año que aparece, esta temporada la tendencia de regreso de los '90 se desplegó en todo su esplendor. Acorde con la asesora de imagen y personal shopper Gabriela Gurmandi, las reglas más fuertes de esa década están todas de vuelta: “mucho denim, pantalones cargo, crop tops, cintura bien baja en jeans, faldas y maxifaldas, crochet, red, 'skorts' o lo que en su momento se llamaba falda pantalón”, detalla.
En lo que hace al jean, este verano se verá tanto en sus versiones más elegantes, con apliques y bordados, como en la belleza simple de llevar un buen par con una musculosa blanca. Se usa en chalecos, pantalones, monos, vestidos, bralettes (corpiños tipo top), camperas y se combina de la mañana a la noche, incluso en total looks. “Zara lanzó un corset en denim con botones adelante que fue furor”, recuerda la experta. Eso sí, si debe elegirse un tono, mejor que sea la versión más desgastada posible, tal cual dicta la moda de esta temporada.
Los pantalones cargo llegan de la mano del estilo militar, que aporta sus muchos bolsillos también a camperas, sacos y faldas. Los chalecos sastreros son otro punto vital de la temporada. Se pueden combinar con pantalones en un equipo completo o con jeans, una mini o sobre un vestido. Y hablando de minis, imposible obviar el regreso de las de tablas con tiro bajo, o los “skorts”, que se usan bien cortitos y con crop tops.
En cuanto a los tejidos, el crochet y la red invaden pasarelas y vidrieras sin distinguir prendas, aunque protagonizan especialmente vestidos, faldas y tops. En esta ocasión llegan con apliques de flores, estrellas y corazones que funcionan como gemas. Se vio en las presentaciones de maestros como Kenzo y Giambattista Valli, y de allí se extendió a las marcas masivas.
Prendas infalibles
En la historia de todo verano siempre hay ciertas prendas que quedan en la memoria popular por su protagonismo. En el 2023 que está por escribirse, este estrellato se dividirá entre tres.
En primer lugar, será el tiempo de los vestidos estampados. “La particularidad es que esta vez son largos, más anchos y con diferentes escotes, incluso con aberturas en la panza y la espalda”, describe Napolillo. Los “cut outs” (cortes en prendas sobre la piel) son una clave vital de esta temporada, así como los calados asimétricos.
Luego, el short, que no pierde vigencia. Pero claro, adaptado a cada edad y estilo. Así, para las más teens será bien ajustado, corto y generalmente blanco o plateado. Y para los años subsiguientes se abre el abanico de medidas y anchos, aunque siempre respetan los 10 centímetros arriba de la rodilla, con botamanga y no ajustados y al cuerpo. “Nunca se vio tanto a toda hora el short”, puntualiza la curadora de Marie Claire.
Y en cuanto a los trajes de baño, el hit de todo verano, la moda que los domina es vintage: se verá el retorno de las versiones enteras con cuello cuadrado y predominancia del blanco y el negro. Según Napolillo, los bikinis mutan a dos piezas, con bombacha alta y bien retro.
Para Gurmandi, otras prendas que no pueden faltar en el guardarropas de esta temporada son el corset (en todo tipo de materiales, sobre todo el denim), la chaqueta de motociclista, los crop tops y los pantalones metalizados, en especial en plateado, verde y turquesa. Dato sobre esto: hasta los cargo pueden tornar al metal o al satinado.
Salidas y entradas
Finalmente, algunas tendencias salen para que otras puedan ingresar a renovar el aire de lo que se usa. Es el caso de las zapatillas, que de a poco van perdiendo su cetro a manos de las sandalias y las ojotas. “Pero no las estilo havaianas, sino las ojotas de cuero. Estas son furor en este verano y el próximo”, apunta Napolillo.
Los breteles anchos que dominaron otros años también están en retroceso a manos de la tendencia “flossing”, que apela al hilo dental y presenta breteles súper finos en vestidos y tops (otra tendencia que llega directo de los '90).
En cuanto a materiales, el cuero ecológico se mantiene vigente, visible en pantalones -esta vez más anchos que de costumbre-, camperas con recortes y acolchadas en las mangas, en tono negro o chocolate. Y lo que antes solía llamarse “morley” y hoy es “canalé” se presenta en vestidos de cuello halter y tops asimétricos.
¿Otras tendencias en alza? Los flecos, listos para bailar con gran impacto. Se los ve en mangas, cinturas, faldas y ruedos. Y los estampados florales, que pasan de las prendas clásicas al 3D de carteras y accesorios varios. También los drapeados, visibles en vestidos, pantalones, minifaldas y tops.
En líneas generales, los colores que entran son plata, violeta, azul, verde lima y naranja, aunque hay un fanatismo especial por el rosa, incitado por el próximo estreno de la película de Barbie. Y lo que nunca se fue pero esta vez se profundiza son las transparencias, cada vez más audaces y explícitas. En este caso, principalmente sobre una base negra. “Se hizo muy famosa una falda transparente con un poco de brillos”, describe Gurmandi. Usar esta tendencia en pantalones es otro sí rotundo, que se combina perfecto con blazers, la prenda inicial de este listado que pone el broche de oro en el verano.
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