Las fiestas navideñas son una excelente época en todo el mundo para el marketing gracias a uno de los íconos comerciales más importantes de la historia: Papa Noel. No importa como lo llamen en otros lugares, como Santa Claus, Sinterklaas o San Nicolás, se trata de un personaje legendario que habla de la Navidad, los regalos, las reuniones familiares y de una manera menos conocida, de la bebida gaseosa más importante del planeta.
Aunque el origen del personaje está en el obispo cristiano Nicolás de Bari, nacido en el siglo III, la marca Coca Cola lo hizo suyo cuando lo usó por primera vez en uno de sus anuncios para atraer a los niños como potenciales consumidores. Según especialistas en publicidad y marketing, la razón de estas campañas era cambiar la idea de que la gaseosa era una bebida para clima cálido, por lo que decidieron lanzar una estrategia con el eslogan “La sed no conoce temporada”.
Se tiene registro que la empresa norteamericana empezó a utilizar al personaje en la década 1920 en la publicidad de revistas como National Geographic o The New Yorker, entre otras, y utilizaban una imagen mucho más severa de San Nicolás.El artista Fred Mizen pintó un Santa Claus bebiendo una botella de Coca-Cola, una imagen que fue reproducida en los anuncios impresos de la temporada navideña de 1930. Tal fue su éxito, que la agencia de publicidad oficial D’Arcy y en especial el ejecutivo Archie Lee, decidieron emplear este símbolo al año siguiente y en lo sucesivo.
El Papá Noel con su uniforme, tal como lo conocemos en la actualidad, tuvo su versión mejorada en 1931 de la mano del dibujante sueco Haddon Sundblom tras recibir el encargo de los publicistas de D'Arcy. Esto sucedió cuando Coca-Cola lanzó una campaña de publicidad navideña que se centraba en un Santa Claus con los colores corporativos rojo y blanco.
Según algunas fuentes, el ilustrador nórdico se inspiró en el poema “The Night Before Christmas” de Clark Moore para crear sus escenas y siguió haciendo retoques a su modelo durante los 33 años posteriores para luego incorporar a sus hijos y nietos en las imágenes del personaje. Cuando la edad se lo permitió, aprovechó su parecido personal con su recreado personaje para convertirse en su propio modelo. El artista falleció en 1976.
Los cuadros que el artista produzco entre 1931 y 1966 fueron utilizados en todas y cada una de las campañas navideñas de Coca-Cola alrededor del mundo, incluso hoy en día siguen siendo referente obligado para la industria y el estudio publicitario. Tal fue el éxito publicitario que hasta la fecha el Santa Claus de Haddon Sundblom es un ícono de la cultura global.
Una curiosidad de la trascendencia artística de la obra es que Coca-Cola produjo muñecos, juguetes, óleos, merchandising y distintos anuncios con las imágenes de Sundblom que hasta la fecha son objetos de colección, y forman parte del stock del Museo de la Ciencia e Industria de Chicago, del Louvre de París, del Royal Ontario Museum en Toronto y del Archivo Corporativo de Coca-Cola.
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