Wednesday 1 de May, 2024

COSTUMBRES | 22-08-2023 12:54

Taichí: las claves para la práctica

La legendaria disciplina oriental se instaló como habito para la armonía espiritual y corporal.

El taichí, con sus 250 millones de practicantes, podría considerarse una de las actividades físicas más populares del mundo. Se originó en China en el siglo XVII como arte marcial, pero combina la concentración mental y esfuerzo físico para generar fuerza, flexibilidad y consciencia plena. En ese aspecto, la disciplina se centra en la fuerza silenciosa más que en el combate, lo que lo hace más accesible a los adultos mayores o a quienes han sufrido lesiones.

El taichí combina la concentración mental y el esfuerzo físico para generar fuerza, flexibilidad y consciencia plena, explicó Peter Wayne, director del Osher Center for Integrative Medicine y autor de The Harvard Medical School Guide to Tai Chi. Las posturas se hacen de pie y son menos exigentes que muchas de, por ejemplo, el yoga, otra disciplina del cuerpo y la mente.

Taichí

Por otra parte, el taichí también se diferencia de técnicas pasivas como la meditación porque combina la respiración profunda con el movimiento, lo que, según los expertos, ayuda a calmar el sistema nervioso. Las investigaciones sugieren que el taichí también puede mejorar el equilibrio y la movilidad, incluso en personas con enfermedades neurológicas como el Parkinson.

Otro aspecto es que también ayuda a prevenir caídas en personas mayores. “Al fortalecer los músculos circundantes, el taichí también reduce la tensión en las articulaciones”, afirmó Amanda Sammut, jefa de reumatología del Hospital de Harlem y profesora clínica adjunta de medicina en la Universidad de Columbia, para el portal de The New York Times.

Los estudios también sugieren que dos o tres sesiones por semana pueden conducir a mejoras en la depresión, la ansiedad, el bienestar psicológico y la flexibilidad cognitiva. Dependiendo del nivel de condición física, el taichí puede ser tan desafiante aeróbicamente como una caminata rápida de la misma duración. La práctica tiene pocos riesgos, pero, sin embargo, es aconsejable que consultes con tu médico si tienes problemas de salud crónicos.

Taichí

A diferencia de otras formas de meditación, el taichí combina la respiración con el movimiento, lo que, según algunos expertos, entrena tu cuerpo para resistir la tensión bajo el estrés. Según los expertos, “cuando hablamos de taichí nos referimos tanto a la práctica como a la filosofía subyacente del yin y el yang: que no hay bien sin mal, ni oscuridad sin luz”.

Existen varios estilos cuyos nombres provienen de importantes maestros o fundadores. “Aunque presentan diferencias, hay muchas más coincidencias”, comentó Wayne y no hay ninguna evidencia científica de que alguno sea superior. Para principiantes, se recomienda el estilo yang.

Las clases para principiantes incluyen ejercicios básicos, e introducen de forma lenta conceptos y principios antes de pasar a una coreografía simple para que no te sientas abrumado por pasos complicados. También es de ayuda ver los nombres de los movimientos de taichí (a menudo referencias a la literatura china) como herramientas que ayudan a la visualización, Por ejemplo, “La grulla blanca despliega sus alas”.

Taichí

"Se entiende como una serie de movimientos que representan contextos y situaciones que se dan en la propia naturaleza", explicó Vikika Costa, entrenadora personal y experta en nutrición para el portal El Mundo de España. Los resultados de la práctica de esta disciplina se hacen visibles en un periodo relativamente corto de tiempo, ya que, aunque se base en movimientos lentos y relajados, se trabaja la musculatura general del cuerpo. De este modo, mejoran de forma notoria y progresiva aspectos como la flexibilidad, la coordinación, el equilibrio o la fuerza.

"Los movimientos del taichí fueron concebidos y desarrollados como técnicas de defensa personal", explicaron desde la Escuela Zoreda, dedicada a la enseñanza de este arte marcial. No obstante, en ellos se prioriza la suavidad sobre la dureza y la relajación sobre la fuerza, aportándonos serenidad, confianza y bienestar a nivel mental y físico.

Finalmente, los especialistas enumeran cuáles son las virtudes de la práctica. Fortalece tu sistema inmunológico, reduce el estrés y controla la ansiedad. Desde el aspecto corporal, corrige malas posturas, fortalece y endereza la espalda. También, tonifica los músculos y mejora la movilidad de las articulaciones. Además, corrige la hipertensión y combate el insomnio.

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