La alegría del deporte más popular del planeta invade hoy a diferentes naciones de todo el mundo. En pleno desarrolló de la Copa Mundial de Futbol Qatar 2022, la televisación, el streaming o, en algunos casos, el estar presente en las tribunas forma parte de un suceso internacional, en el que los protagonistas son las selecciones nacionales de los países que se enfrentan en el mismo campo de juego. Pero no siempre fue así.
La génesis de este evento mundial ocurrió hace 150 años en tierras británicas. El primer partido internacional de fútbol fue disputado entre la selección local de Escocia e Inglaterra y se realizó el 30 de noviembre de 1872. El partido, entre ambas naciones que conforman el Reino Unido, terminó empatado 0 a 0 y fue observado por ,aproximadamente, 4000 personas.
Sin embargo, antes de este partido, había varios registros de partidos no oficiales entre Inglaterra y Escocia por pedido de la Asociación de Fútbol de Inglaterra. El entusiasmo al organizar esos partidos era tal que definieron sedes, árbitros, jugadores ingleses y jugadores escoceses. Una rivalidad deportiva latente entre las dos naciones de esa época, que aún hoy continua.
Para estos partidos informales, el “seleccionado de Escocia" estaba conformado por jugadores residentes en Londres y sus alrededores, con conexiones familiares con el territorio escocés. Es por ese motivo que la Federación Internacional de Futbol Asociado (FIFA) no considera estas disputas deportivas como partidos internacionales.
Lo llamativo de estos encuentros previos es que en ningún momento el equipo azul marino logró un triunfo ante el seleccionado inglés. Se tiene registro de que el primero de dichos partidos se jugó el 5 de marzo de 1870, en The Oval, un campo de cricket en el barrio londinense de Kennington y terminó empatado 1 a 1. Los enfrentamientos no oficiales que continuaron fueron cuatro, en el mismo estadio, con tres victorias locales y un empate.
Luego de estos partidos, se llegó a un acuerdo entre ingleses y escoceses para jugar un partido el 30 de noviembre de 1872, coincidiendo con el día de San Andrés, santo patrono de Escocia. Se eligió como sede del partido a Hamilton Crescent, un estadio de cricket en la zona de Glasgow, propiedad del Club de Cricket del Oeste de Escocia.
Según los datos históricos, el partido comenzó con 20 minutos de retraso y fue arbitrado por el escocés William Kay. En una cancha en mal estado, debido a la lluvia que había caído en los 3 días previos al partido, el equipo local le estaba dando dificultades al equipo de la camiseta blanca. Pero, a pesar de las frecuentes llegadas de los "highlanders", el encuentro finalizó sin goles.
Años más tarde, dos países sudamericanos, pioneros en el deporte del balón, disputarían el primer encuentro internacional fuera del territorio británico. En Montevideo, el seleccionado de Uruguay se enfrentaría a su par de Argentina, dando comienzo a una rivalidad rioplatense que incluso, en la actualidad, sigue vigente. Un enfrentamiento premonitorio de la primera final de la Copa Mundial de Futbol de Uruguay 1930.
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