En el contexto del aniversario de la Independencia, la historiadora Camila Perochena analizó los mecanismos con los cuales cada fuerza política "se apropió" de una interpretación específica de la historia, con vistas a la consolidación de “su” identidad política.
En el caso puntual del kirchnerismo, el proceso "revisionista" de las fechas y los actos patrios responde a un diseño pensado para interpelar a la ciudadanía desde lo emocional, piensa la especialista. En ese sentido, Perochena recuerda los conceptos que le transmitió Javier Grosman, quien estaba a cargo de la escenificación de los actos públicos durante el gobierno de Cristina Kirchner. El organizador reveló a Camila que los festejos habían respondido a un diseño que se apoyaba en la "triple e": un relato ético, épico y estético. Se apelaba al "impacto emocional" de las conmemoraciones para que la gente "se sintiera parte de un colectivo" y de forma inmediata "se identificara con la identidad política del gobierno", observó Perochena, que viene de editar el libro “Cristina y la historia”.
Noticias: ¿Usted considera que durante los gobiernos kirchneristas hubo una apropiación de la palabra “libertad”?
Perochena: Es difícil que alguien o un sector se apropie de una palabra, no suelo usar esa expresión. Sí, por supuesto, conmemoran la independencia dándole a ese contexto de la Independencia una carga política relacionada con esos gobiernos. Entonces, así como Perón hablaba de una segunda independencia cuando hablaba de su gobierno, y decía que en 1816 había dado la primera independencia, su gobierno constituía una segunda independencia. Porque no era una independencia política, sino que era una independencia económica, y el kirchnerismo retoma esa idea del peronismo. Y cuando se hacen diferentes actos por el 9 de julio o cuando se hace referencia a la independencia, no tanto a la idea de libertad, lo que dice el kirchnerismo es que la libertad se consiguió en 1810. Lo que el kirchnerismo viene a hacer es constituir esa segunda independencia, que es económica. Tanto en el peronismo como en el kirchnerismo la idea de independencia va a quedar atada a esta idea de independencia económica.
Noticias: ¿Qué opina de las alusiones a la lapicera de Perón en los discursos recientes de Alberto Fernández y Cristina Kirchner?
Perochena: Para tratar de entender el acto del otro día, tanto el de Alberto Fernández como el de Cristina Kirchner hay que saber que cada uno moldeó a su propio Perón. Cada uno trajo al presente un Perón para tratar de dar la batalla política dentro del Frente de Todos. Alberto Fernández hizo una descripción más centrada en el Perón del 73. El Presidente retoma a aquel Perón más consensualista que busca terminar con los conflictos. Cuando Cristina dice que Perón además usaba la lapicera, también está construyendo al Perón que necesita para dar el debate al interior del Frente de Todos. En esa cita Cristina recupera a otro Perón, no el del 73, sino al Perón de la primera presidencia, el que establece vacaciones pagas, aguinaldo, negociaciones colectivas. Cada uno destaca el Perón que le sirve o con el cual se identifica para dar la batalla en el presente.
Noticias: ¿Por qué considera que cada vez que se habla de historia se crean debates y grietas?
Perochena: La historia igual que el presente es un campo de disputa política y de memoria, es decir, la manera en que recordamos el pasado. En ese sentido la memoria también implica disputas, la manera en que los diferentes sectores sociales y políticos interpretan el pasado, no es la misma. Entonces, al tener nosotros una sociedad polarizada políticamente es lógica que esas polarizaciones del presente se rastreen en el pasado. Por ejemplo, Cristina Kirchner en sus discursos. Yo en el libro “Cristina y la Historia” digo que ella hace un uso polarizador del pasado, ¿qué significa esto? que rastrea en el pasado la polarización del presente para tratar de ver esas divisiones entre un “nosotros” y un “ellos”.
Noticias: ¿Cómo es la relación de los partidos políticos con la historia argentina?
Perochena: La mayoría de los partidos políticos tradicionales suelen tener alguna mirada sobre la historia. La identidad política implica tener una mirada sobre las historias que nos antecedieron para construir esa identidad. Pero, no todos les dan a las tradiciones políticas la misma importancia. En el kirchnerismo, Cristina afirma que la batalla cultural se da reescribiendo la historia. Entonces para el kirchnerismo, la historia tiene un lugar mucho más central, políticamente hablando que para Mauricio Macri. Porque según ella para hacer política y avanzar en el plano económico-social-político había que reescribir los 200 años de historia argentina y por eso crea nuevos museos y monumentos. A su vez, habla de historia en la mitad de sus discursos y la identidad que ella buscaba construir, dándole a la historia un lugar político central. Eso no pasa siempre. El macrismo, durante su mandato, eligió no dar una batalla por el pasado. Hubo una decisión de hablar lo menos que se pudiera de historia porque consideraban que era una manera de diferenciarse del kirchnerismo. Ya que Macri creía que ver al pasado era tener una mirada nostálgica de la Argentina y que no permitía mirar el futuro.
La Argentina es una sociedad que tiene una cultura histórica muy profunda donde la gente piensa en el pasado, habla de historia y discute sobre historia. Prescindir de la dimensión histórica a la hora de querer constituir una identidad política en una sociedad como la Argentina puede ser un problema.
Noticias: ¿Cómo impacta en la sociedad la interpretación de la historia que el kirchnerismo propone? ¿De qué manera lo logran?
Perochena: Sus discursos sobre historia impactan porque sirvieron para constituir una identidad política kirchnerista. Y aún hoy sigue siendo una identidad aglutinada y la identidad política de una parte de la población argentina. Eso para mí indica que la manera en la que Cristina constituyó esa identidad en términos políticos le sirvió, es decir, el uso del pasado le sirvió para constituir esa identidad kirchnerista. Así que yo creo que sí tiene un impacto en la sociedad. Además, agregaría que no solo es lo que ella dice en los discursos. Cuando uno mira el kirchnerismo y los diferentes actos en relación con la historia del kirchnerismo (9 de Julio, 25 de mayo, 10 de diciembre, 20 de noviembre), es importante no solo lo que Cristina dice, sino también la escenografía que la rodea. Los actos públicos del Kirchnerismo están pensados y diseñados. Para mi libro entrevisté a Javier Grosman, que era el que escenificaba al kirchnerismo, me decía: “Bueno en todo acto kirchnerista, yo busco transmitir la triple E, un relato ético, épico y estético”. ¿Qué significa eso? Es la búsqueda de que la gente se emocione cuando ve ciertas cosas, se indigne cuando ve otras, se sienta parte de un colectivo, se sienta unida entre sí, se identifique con la identidad política del gobierno. Entonces no es solamente cuán efectivo es lo que Cristina dice, es el contexto en el cual lo dice y los espectáculos que se conformaban para emitir esos discursos.
*Por Cesare Augusto, Sharon Carrillo, Nanu Corletto, Stephanie Loli Moore y Fernando Stevens, alumnos de la Escuela de Comunicación de Perfil.
por Alumnos de Perfil
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