11 de abril de 1870. El general está tomando mate debajo del corredor en su imponente casa. Con él se encuentran algunos de sus tantos hijos. A pesar de que el atardecer está calmo, la rebelión jordanista está por comenzar. Y arranca con una tragedia. De repente, una partida de 104 hombres armados irrumpe en la estancia del general. Cinco de ellos ingresan a sus dependencias privadas, que se incorpora de golpe y va en busca de un arma. “¡Son asesinos!”, grita. El que es gobernador de Entre Ríos, y previamente fue presidente de la Confederación Argentina, logra dispararle a uno de sus agresores. Sin embargo, a cambio recibe un balazo que le causa una herida mortal al lado de la boca. Como si fuera poco, Nicomedes Coronel, capataz de una de sus estancias, le pega dos puñaladas. Dolores Costa, la esposa del general, y Lola, una de sus muchos hijos, toman su cuerpo, lo llevan a una pieza y lo recuestan en el piso. Pero ya no hay nada para hacer, Urquiza muere en el acto.
“Gobernar es poblar”, decía Alberdi. Pero quien puso en práctica esta frase fue Justo José de Urquiza. Al morir dejó sin padre a muchos hijos. El general, que tuvo su primer descendencia a los 19 años, tuvo en total 23 vástagos reconocidos. Incluso hay mitos que dicen que tuvo más de 100, aunque estos datos nunca se pudieron confirmar. Sin embargo, 23 hijos desde luego no es poco, y existen motivos para suponer que tuvo varios más.
El historiador Carlos Canavessi cuenta que en esa época era habitual que hombres como Urquiza, con mucho poder militar y económico, y con grandes extensiones de campo, tuvieran relaciones pasajeras con muchas mujeres. Es muy posible que haya tenido más hijos además de los que reconoció, y también es probable que él ni siquiera supiera de la existencia de ellos. Canavessi agrega que en los tiempos de Urquiza existían las denominadas “cuarteleras”, es decir, mujeres que tenían relaciones y ofrecían servicios sexuales a los soldados. Estas mujeres seguían a los ejércitos cuando se desplazaban y, como Urquiza, entre otras cosas, era militar, seguramente estuvo en contacto ellas.
Urquiza no solo reconoció a sus hijos nacidos antes del matrimonio, sino que los legitimó. A través de la Ley 41, que él mismo impulsó, logró que sus 12 hijos previos al matrimonio fueran legitimados y estuvieran en una posición de igualdad “en cuanto á la patria, potestad, herencia y demás derechos civiles” con los hijos que nacieran como fruto de su relación con su esposa Dolores Costa.
Los 23 hijos de Justo José de Urquiza. A la edad de 18 años, en 1820, una relación furtiva de Urquiza con Encarnación Díaz los convirtió en padres de María de la Concepción de Urquiza Díaz.
Tres años más tarde, Urquiza conoció a Segunda Calvento, quien pertenecía a una de las familias más importantes de Entre Ríos. Calvento dio a luz a Pedro Teófilo Urquiza Calvento. A pesar de que Urquiza y Calvento no formalizaron la relación mediante el matrimonio, tuvieron 3 hijos más: José Diógenes, Waldino y José Francisco.
Al terminar su relación con Segunda Calvento, Urquiza estuvo con Cruz López Jordán, su cuñada y, a la vez, madrina de Waldino. Con López Jordán tuvo a Ana Dolores de Urquiza López Jordán. En los meses de 1839, Urquiza asistió a tertulias de doña Pascuala Ferreira de Sambrana, en Concepción del Uruguay. Allí conoció a Juana, la madre de sus hijos Justo José del Carmen y María Juana de Urquiza y Sambrana.
Cándida Margarita de Urquiza Mercado nació en 1856, meses antes de María Juana, aunque la madre de esta fue la riojana Tránsito Mercado y Pazos. Con ella tuvo también a Clodomira del Tránsito de Urquiza y Mercado.
Pero la lista sigue. Ese mismo año María Romero dio a luz a Norberta de Urquiza Romero. Pocas semanas después llegó Medarda de Urquiza Cardoso, fruto de la relación con Cándida Cardoso y Perez.
Pocas semanas después del histórico Pronunciamiento del primero de mayo de 1851, Urquiza, que por entonces tenía 49 años, asistió en Gualeguaychú a una fiesta organizada para recibir a Domingo Sarmiento, que había venido de Montevideo, donde estaba exiliado por ser unitario anti rosista, para unirse al Ejército Grande de Urquiza. Allí el general conoció a Dolores Costa, quien sería su esposa. Con ella tuvo a Dolores, Justa, Justo José Salvador, José Cayetano, Flora del Carmen, Juan José, Dominga Micaela, Teresa, Cipriano José, José del Monte Carmelo y Cándida Amelia. En total, Urquiza tuvo entre 1820 y 1846 siete novias y doce hijos extramatrimoniales.
Un padre atento. Canavessi explica que Urquiza brindó a todos sus hijos con la atención económica que necesitaban, e impulsó sus estudios y carreras. Los más chicos convivieron en el Palacio San José con Costa y los hijos que tuvo con ella, de manera tal que la esposa del general crío tanto a sus hijos como a los que Urquiza tuvo con otras mujeres. A algunos de los varones los mandó a estudiar a Buenos Aires, al colegio San Carlos, donde él mismo había cursado.
José Diógenes se recibió de abogado y luego fue a estudiar a Río de Janeiro. Waldino siguió una carrera militar, al igual que Pedro Teófilo. José Francisco también se dedicó a la abogacía.
En cuanto a las hijas, Urquiza se encargó de que tuvieran profesores de música, de idioma, maestros, de pintura, etc. Muchas de ellas se casaron con prominentes personajes de la época, y ninguna de ellas tuvo problemas económicos.
Hijos reconocidos de Justo José de Urquiza:
María de la Concepción de Urquiza Díaz (1820-1892)
Pedro Teófilo de Urquiza Calvento (1823-1893)
José Diógenes de Urquiza Calvento (1825-1904)
Waldino de Urquiza (1827-1870)
José Francisco de Urquiza Calvento(1829-1864)
Ana Dolores de Urquiza López Jordán (1835-1899)
Justo José del Carmen de Urquiza Sambrana (1840-1870)
María Juana de Urquiza Sambrana (1842 - 1886)
Cándida Margarita de Urquiza Mercado (1842 - 1869)
Clodomira del Tránsito de Urquiza y Mercado (1846 - 1888)
Norberta de Urquiza Romero (1846 - 1929)
Medarda de Urquiza Cardoso (1846 - 1910)
Dolores de Urquiza y Costa (1853 - 1940)
Justa de Urquiza y Costa (1854 - 1940)
Justo José Salvador de Urquiza y Costa (1856 - 1923)
José Cayetano de Urquiza y Costa (1858 - 1920)
Flora del Carmen de Urquiza y Costa (1859 - 1945)
Juan José de Urquiza y Costa (1861 - 1915)
Dominga Micaela de Urquiza y Costa (1862 - 1871)
Teresa de Urquiza y Costa (1864 - 1945)
Cipriano José de Urquiza y Costa (1866 - 1949)
José del Monte Carmelo de Urquiza y Costa (1868 - 1909)
Cándida Amelia de Urquiza y Costa (1870 - 1872)
*Juana Alonso y Natalia Gnes son alumnas de segundo año de la Escuela de Comunicación de Perfil.
por Juana Alonso y Natalia Gnes
Comentarios