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CULTURA | 06-10-2023 10:58

Mircea Cărtărescu: "Argentina es el lugar más importante para la modernidad literaria"

El escritor rumano, uno de los más importantes autores europeos de las últimas décadas, estuvo en Buenos Aires y habló con NOTICIAS. Borges, Cortázar y la guerra en Ucrania.

Mircea Cărtărescu llegó por primera vez a Sudamérica en estos días, “en el viaje más largo que probablemente haré jamás”. Su gira/travesía se inició en Chile, pasó por nuestra ciudad y terminó en Montevideo. Aquí fue uno de los participantes de lujo de FILBA, el Festival de Literatura de Buenos Aires, donde tuvo contacto cercano por primera vez con el público argentino y brilló en una charla pública con Juan José Becerra.

Cărtărescu, de 67 años, es no solo el escritor rumano más famoso en el mundo, sino también uno de los más importantes autores europeos de las últimas décadas y candidato constante al premio Nobel. Casi todos sus libros han sido volcados al castellano por el impulso de Enrique Redel, editor de Impedimenta, una editorial independiente española. De hecho, el escritor no se cansa de agradecerle a Redel el entusiasmo, así como la excelente tarea de su traductora, Marián Ochoa de Eribe, fundamental para difundir en los países de habla hispana su literatura.

Libro

“Solenoide” es tal vez la novela más conocida de este poeta, que un día puso en segundo lugar la poesía y se dedicó de lleno a contar largas historias. En las librerías argentinas puede conseguirse “Nostalgia”, los 3 tomos de la trilogía “Cegador”, “Las bellas extranjeras” y el delicioso “El ojo castaño de nuestro amor”, un libro que se publicó como tal sólo en español y que recopila artículos que escribió Cărtărescu para la prensa.

Aunque este fue un viaje muy largo, incluyó el cumplimiento de un viejo sueño del escritor: conocer el país natal de algunos de sus autores favoritos, como Julio Cortázar, Ernesto Sábato y Jorge Luis Borges. Justamente con Borges es con quien más suele asociarse la literatura del rumano, hecha de fantasía, filosofía y lecturas apasionadas.

Nacido en un territorio castigado por las dictaduras, confiesa que es la primera vez que su país, hoy miembro de la Unión Europea, vive una época democrática y pacífica; a pesar del peligro que representa la guerra con Ucrania. Aunque hace muy poco se retiro de las aulas en las que fue profesor casi toda su vida, dice que está feliz con la posibilidad de escribir y difundir “full time” sus textos.

Jorge Luis Borges

Sobre estos temas, la infancia, la imaginación, Borges y la guerra, habló en Buenos Aires con NOTICIAS.

NOTICIAS: Es sorprendente la enorme presencia de Borges en su literatura.

Mircea Cărtărescu: Argentina, para mí, es el lugar más importante para la modernidad literaria. Y creo que la literatura argentina, especialmente la fantástica, es la mejor que se ha escrito después de la Segunda Guerra. Soy un gran admirador de Julio Cortázar. Hay obras suyas que conozco casi de memoria y que fueron muy importantes para mi desarrollo como escritor. También conozco la obra de Silvina Ocampo y uno de mis mayores héroes es Ernesto Sábato. Una vez dije que era el Dante Alighieri del siglo XX. Y, naturalmente, Borges, que para mí es la Cruz del Sur. Borges es la mayor constelación de mi panteón literario. Lo leo y lo vuelvo a leer. Y siempre encuentro algo nuevo. Las pocas parábolas que quise hacer en mi obra, están construidas según su modelo. Toda la modernidad le debe muchísimo. Después de Kafka, es el autor más importante de parábolas.

Bucarest

NOTICIAS: Suele leerse “Casa tomada” de Cortázar, un autor que usted conoce muy bien, como una metáfora de lo que sucedía en la política de su época. ¿La fantasía en su obra tiene un sentido similar respecto de la realidad política de su país?

Cărtărescu: Yo no creo que la parábola que Cortázar hace en “Casa tomada” se refiera solamente a la política. Creo que alude principalmente al destino humano. La tragedia de la conciencia encerrada en la vida material, que cada vez recibe más agresión de los muros que le impiden pasar. La política contribuye a este sentimiento. Pero el mundo entero parece estar, en este momento, igual que en el cuento de Cortázar; al borde de un abismo. Somos agredidos por la inteligencia artificial, los problemas del medio ambiente, la pobreza, las redes sociales y muchos otros peligros. Nos sentimos igual que en una casa tomada. Perdemos cada vez más territorio. Nos quedamos en el último cuarto chiquito.

NOTICIAS: ¿Qué significa ser un autor en una lengua que se habla solo en su país?

Cărtărescu: Cuando sos un autor de ningún lado, tus chances son muy reducidas; no solamente porque tu idioma es hablado por pocas personas, sino porque además nadie conoce tu cultura. Uno siempre necesita un traductor, siempre depende de otros para que sus obras se vuelvan universales. Un autor tiene que ser muy bueno o tener mucha suerte para llegar a ser conocido. Yo creo que tuve mucha suerte.

NOTICIAS: Otro tema constante en sus libros es la infancia. ¿Es una niñez real o imaginada?

Cărtărescu: Puede ser una infancia que recuerdo o una que invento, me da igual. Es más una mezcla de las dos. Ahí tambén aprendí de Cortázar. Él tiene algunos textos espléndidos sobre los niños en “Final de juego”, que para mí fue una revelación en el momento en que lo leí, cuando tenía 16 años. Me gusta escribir sobre niños y adolescentes, siempre me parecieron más interesantes que los adultos. El niño es una “tabula rasa” que pinta para sí paisajes imaginarios y el adolescente es el único ser humano que está levitando: no es niño, todavía no es adulto, flota en la indeterminación, tanto metafísica como erótica. La adolescencia siempre me pareció interesante.

Bucarest

NOTICIAS: Todos los críticos señalan que la fantasía es un tema esencial en sus libros. Un “lado B” de la vida, la otra cara de la realidad.

Cărtărescu: Para mí es muy dificil diferenciar lo real de lo fantástico. Lo real es en sí una proyección de nuestra mente. El mundo en que vivimos es producido por la misma mente que sueña. Hay pocas razones para llamar a un mundo “real” y a otro “fantástico”. Para mí la realidad es un gran sueño o una simulación, como se escucha cada vez más en las ciencias y en la filosofía. Yo no hago una distinción entre mis textos realistas y fantásticos. De alguna manera, todos son fantásticos. De hecho, aquí aparece otra conexión entre las cultura rumana y latinoamericana, las dos tienen un lado imaginario muy fuerte, En Europa se escribe. en general. una literatura gris, sobre el día a día, sobre amores mediocres, sobre políticos y problemas sociales. Es una de las razones por las que esa literatura nunca llega a ser conocida. Los lectores quieren aventuras, incluso intelectuales y metafísicas, místicas. Yo aprecio a esos escritores que siempre miran hacia el “lado B”.

NOTICIAS: Lo derivo a un tema de la realidad, ¿cómo se está viviendo hoy en Rumania la guerra de Rusia con Ucrania?

Cărtărescu: Una cosa es estar a 15.000 km de la guerra y otra es estar a 30 km. Nosotros somos vecinos de Ucrania. Tenemos una inmensa frontera con ese país. Y nos sentimos involucrados en esta guerra. Le tenemos miedo. Si Ucrania hubiera caído, es probable que nosotros también hubiéramos sido ocupados. Para nosotros la guerra es muy concreta, está en la puerta y la gente está aterrorizada. Todos mis compatriotas están, obviamente, del lado de Ucrania. Perciben a Rusia como un agresor, como siempre lo fue en nuestra historia. En Rumania siempre intentamos ayudar a los ucranianos, Mi esposa y yo hospedamos en nuestra casa a dos familias, porque pensamos que era lo mínimo que podíamos hacer.

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Adriana Lorusso

Adriana Lorusso

Editora de Cultura y columnista de Radio Perfil.

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