Argentina sufrió otro revés en la demanda del fondo británico Burford y el norteamericano Eaton por la estatización de YPF. Después de que el pasado viernes, la jueza neoyorquina Loretta Preska rechazara el intento del Gobierno de remitir la causa a los tribunales de Buenos Aires, hoy el portal español El Confidencial publicó que el 22 de mayo la Audiencia Provincial de Madrid “dio un portazo a la estrategia” argentina para derribar el concurso de acreedores que desde allí derivó el caso a Nueva York. Por tanto, sigue firme la embestida de Burford y Eaton.
La maraña de pleitos se originó en la estatización del 51% de YPF que era de Repsol en 2012. Entonces el Estado decidió invertir las ganancias en exploración y producción y dejar de repartirlas entre los accionistas, con lo cual los Eskenazi ya no pudieron pagar lo que le debían a la firma española y a bancos por el 25% que habían adquirido de la petrolera argentina en 2008. Las sociedades con las que los Eskenazi habían comprado ese 25%, Petersen Energía (PESA) y Petersen Energía Inversora (PEISA), entraron en convocatoria en Madrid, donde estaban radicadas. La familia argentina de buena relación con el kirchnerismo entregó su 25% a los acreedores, pero aún les debe 2.000 millones: el 80% a Repsol y el 20% a entidades financieras. Como PESA y PEISA carecían de más recursos para abonar, la justicia española puso a remate una opción a juicio contra el Estado que tenían ambas sociedades. Y ese derecho quedó en manos de Burford y Eaton.
El gobierno de Mauricio Macri había reclamado que esa cesión del juicio en España se había valido de una "simulación del contrato” y que por tanto Burford y Eaton carecían de derechos para demandar a la Argentina en Nueva York. Buscó trasladar la causa del juez concursal español a la Audiencia Provincial de Madrid. Las sociedades de los Eskenazi se opusieron por escrito y la Audiencia falló en contra de la petición gubernamental. Ahora ya no hay opción de apelar y entonces el gobierno de Alberto Fernández deberá convencer al juez concursal.
En caso de que prospere el juicio por 3.000 millones de dólares en Nueva York, serán Burford y Eaton los que cobren, pero deberán pagar a los acreedores de los Eskenazi en Madrid. Así, la familia argentina se librará de la deuda que mantiene con Repsol y bancos.
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