Cuando comenzó la cuarentena el 20 de marzo pasado, el Banco Central ordenó que se postergaran por un mes los vencimientos de tarjetas de crédito de principios de abril. Cuando se llegó a mayo y el aislamiento continuaba, la autoridad monetaria dio a los clientes la opción de pagar entonces lo adeudado del mes pasado o refinanciarlo con tres meses de gracia y posteriores nueve cuotas con un interés del 43% anual más el IVA.
Ahora en agosto comenzaron a llegar las primeras cuotas y comenzó la polémica. La duda radica en si el 43% debe aplicar sobre la deuda inicial o sobre el saldo deudor, dado que a medida en que se van pagando las cuotas el pasivo se reduce y, por tanto, también estas también deberían ir bajando. El Banco Central permite que el interés se imponga sobre lo adeudado desde marzo, mientras que la consultora CERX, que dirige Victoria Giarrizzo, sostiene que debería contabilizarse solo sobre lo que va quedando de deuda.
Es así que "partiendo de un saldo de deuda inicial de 1.000 pesos que da como resultado nueve cuotas de 143,43 pesos, cada una, y al valor de la cuota se le debe sumar el IVA", explican en el banco que conduce Miguel Pesce. Es decir, se abonarían nueve cuotas de 173,55. En cambio, Giarrizzo argumenta que las cuotas deberían ir descendiendo paulatinamente en la medida en que se acota el pasivo, de modo tal que el interés efectivo solo sería del 28% sobre la deuda original, y no del 43%.
En el Central defienden su política: "El plan de cuotas permitió un alivio en una contexto de caída de ingresos generalizada por la cuarentena sanitaria. Se debe calcular el interés de los tres meses de gracia (mes a mes) y dividirlo en nueve cuotas, para luego adicionarlo a cada una de las nueve en las que debe ser cancelado el saldo refinanciado automáticamente. Los clientes tienen la oportunidad de cancelar en cualquier momento el saldo de la deuda y se le aplicará el interés hasta el momento de la cancelación". También explican que "el Gobierno decidió trabajar para garantizar los ingresos vía el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), los créditos a tasa cero y los ATP (subsidio al salario), entre otras políticas", con lo que "se cambió la política inicial de financiar el gasto por garantizar los ingresos".
por R.N.
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