De victimas a soberanas: Mujeres Independientes que abrazan su Autenticidad

A ninguna nos gusta que nos ubiquen en el rol de víctimas, ni que nos digan que nos hacemos las víctimas por mencionar un malestar o una mala experiencia.

Sin embargo, muchas veces sin notarlo, nos ubicamos en la posición de víctimas.

Cuando hablo de victimismo o posición de víctima me refiero a una perspectiva distorsionada y limitante en la que una persona se aferra a la falsa creencia de que carece de la capacidad para resolver problemas o enfrentar situaciones difíciles por sí misma. Se trata de un mecanismo de defensa que surge de una sensación de incapacidad. Cuando caemos en el victimismo tendemos a atribuir nuestros “fracasos” a factores externos, evitando asumir la responsabilidad de nuestras acciones o decisiones.

En lugar de buscar soluciones o tomar medidas proactivas para mejorar la situación que estamos viviendo, al quedar atrapadas en el victimismo nos terminamos refugiando en la autocompasión y la creencia de que estamos a merced de fuerzas externas que nos perjudican. Esta actitud, indefectiblemente termina perpetuando un ciclo negativo, ya que al evitar asumir la responsabilidad personal, vamos limitando nuestra capacidad para aprender y crecer a través de las dificultades.

Es decir, nos dejamos vencer por la idea antes de en verdad intentarlo o antes de permitirnos atravesar el proceso.

Es importante destacar que reconocer y validar las emociones y dificultades que enfrentamos es esencial para nuestro bienestar emocional, pero quedarnos atrapadas en una mentalidad de víctima puede limitar nuestro potencial y nuestra capacidad para encontrar soluciones efectivas.

A través del autoconocimiento, el apoyo emocional y el trabajo en nuestra autoestima, podemos liberarnos del victimismo y abrirnos a la posibilidad de enfrentar los desafíos con determinación y valentía. Al hacerlo, nos damos la oportunidad de desarrollar una mentalidad más positiva y proactiva, lo que nos permitirá crecer y prosperar en nuestra vida personal, vincular y profesional.

El camino hacia la independencia comienza con el autoconocimiento. Tomémonos un tiempo para reflexionar sobre nuestras fortalezas y debilidades, nuestros sueños y aspiraciones. Al mirarnos honestamente, podremos descubrir nuestro potencial y lo que realmente nos apasiona.

Para pasar de la posición de víctimas a ser soberanas de nuestra propia vida, es necesario realizar un proceso de empoderamiento personal y cambio de mentalidad.

Aquí les dejo algunos pasos que pueden ayudarnos en esta transformación: