Históricamente, el mercado inmobiliario funcionó como un termómetro de la economía. Al ser un sector que requiere grandes inversiones, su movimiento tiene una fuerte influencia: mientras que el aumento de las ventas de propiedades indica una recuperación económica, su descenso evidencia signos de recesión. Sin embargo, precisamente por demandar importantes cantidades de capital, el alto costo de invertir en real estate limita el número de posibles interesados y demanda un tiempo considerable de negociación. Por ello, en los últimos años, se han diseñado nuevas tecnologías para transformar esta realidad.
La madurez que alcanzaron las PropTechs en la última década, por ejemplo, dio lugar al surgimiento de nuevas plataformas de alquiler, crowdfunding, compraventa de inmuebles, herramientas de planificación y gestión de la construcción, además de incentivar el uso de innovaciones como big data, geolocalización, drones, realidad aumentada, blockchain y criptomonedas en el mercado inmobiliario.
Recientemente, entre estas innovaciones, la tecnología de tokenización combinada con blockchain, se destacó por su potencial para generar cambios consistentes en el sector, ya que garantiza más transparencia y flexibilidad para activos altamente ilíquidos (con períodos de redención a largo plazo), además de garantizar un mayor acceso a los pequeños inversores.
Este proceso consiste en crear una representación digital del activo para facilitar su negociación en el entorno digital. De esta forma, el token genera una serie de códigos, basados en reglas y procesos de identificación, que permiten la compra y venta del inmueble en su totalidad o en partes.
Hoy, los activos inmobiliarios del mundo valen US$ 326,5 billones, pero el número de inversores inmobiliarios no alcanza esta cifra, ya que el capital necesario no está al alcance de todos. Al dividir el valor de la propiedad en fracciones más pequeñas, la tokenización abre espacio para inversores principiantes, con menos capital, creando nuevas oportunidades de inversión. Es decir, se democratiza el acceso al sector.
La propiedad transformada en token permite que la compra sea compartida por más personas, reduciendo tiempos de venta, lo que repercute en la posibilidad de escalar y trasladar inversiones de una forma más ágil y menos costosa. De esta forma, la tokenización ofrece a los inversores inmobiliarios más flexibilidad, con la posibilidad de invertir cantidades específicas y convertirse en propietarios parciales de los activos.
Además, al eliminar obstáculos como las tarifas notariales y bancarias, la tokenización también puede agilizar el proceso de inversión y generar ingresos más significativos para los inversores, lo que impulsa el avance de esta tecnología en el mercado.
El estudio Análisis de Tamaño, Participación y Tendencias del Mercado de Tokenización, de la empresa de inteligencia Grand View Research, señala que el segmento crecerá a un ritmo de 24% anual para cerrar la década en alrededor de US$ 13.500 millones. Por otro lado, el estudio Tokenization Market Revenue Perspectives, de la empresa india P&S Intelligence, también prevé un monto de US$ 12.600 millones en 2030.
Hoy en día, el avance de esta tecnología aún enfrenta desafíos, principalmente relacionados con aspectos legales y la seguridad de las operaciones. En Argentina y gran parte del mundo, los criptoactivos aún se encuentran en un proceso dinámico de evolución y desarrollo, lo que presenta desafíos que están siendo analizados por los órganos reguladores del sistema financiero.
Específicamente en el sector inmobiliario, el uso de tokens para el comercio inmobiliario resuelve problemas fundamentales que impedían su pleno desarrollo. Además, esta estrategia permite la creación de un ecosistema de profesionales, particulares y empresas de la zona, estimulando nuevos negocios. Si antes era inconcebible poseer fragmentos de propiedad y comercializarlos diariamente sin altos costos de operación, hoy ya es una realidad que representa un cambio sustancial en el sector. Por lo tanto, podemos vislumbrar que, en un futuro cercano, los tokens se convertirán en la principal moneda del mercado inmobiliario.
Jorge Castellar, director global de ventas de Bricksave
por CEDOC
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