Con la llegada del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA), se esperaba que los importadores tuvieran certidumbre a la hora de planificar sus operaciones de comercio exterior. A 80 días de su implementación, reina la incertidumbre y las complicaciones son cada vez mayores.
El nuevo sistema obligó al empresario a convencer a su proveedor a que lo financiara, ya que estableció que se podría pagar únicamente a plazo, salvo algunas excepciones. Por lo cual, el exportador no sólo tiene que costear el proceso productivo, sino también la logística, el proceso aduanero en nuestro país y la cantidad de días que el BCRA haya designado para poder acceder al Mercado Libre y Único de Cambios. Este plazo puede ir desde los 30 hasta los 365 días o más. Ya se han registrado casos de declaraciones SIRA con plazos de acceso al mercado de cambio para octubre de 2025.
Muchas cadenas productivas están resentidas, puesto que necesitan insumos, materias primas o materiales que son importados, que desde hace dos meses o más no pueden ingresar. A eso se le suma la dificultad para importar bienes de capital. El régimen cambiario fue modificado y no permite su pago anticipado, lo cual hace prácticamente inviable la compra.
En el caso de los bienes terminados, no son pocas las PYMES que ven la situación con mucha preocupación, puesto que se están acercando a niveles críticos de stock, principalmente en el rubro tecnológico. Todos los días llegan consultas de diferentes empresas que hace ya más de dos meses esperan que se les aprueben las SIRA, y no han tenido aún suerte.
Las grandes empresas tienen otras posibilidades como, por ejemplo, acceder a financiamiento en el exterior o incluso de manera local en dólares, o cuentan con fondos de libre disponibilidad. Esto les permite poder acceder más rápido a las SIRA o inclusive poder pagar antes del plazo establecido por el BCRA.
A diferencia de las empresas multinacionales, las PYMES y los pequeños comercios cuentan con departamentos de comercio exterior pequeños – muchas veces con solo una persona -, esto hace que se les haya hecho muy difícil seguir el ritmo de los cambios que se han experimentado en los últimos meses en materia de normativa cambiaria y aduanera. Otros tercerizan la tarea en el despachante, quienes hacen lo mejor posible para ayudarlos. Y el apoyo que muchas veces recibían de los bancos no está siendo suficiente, puesto que ellos también están tratando de adaptarse.
Las PYMES son fuente del 70% de los puestos de trabajo del mercado y hoy están en una situación crítica. Ahora más que nunca necesitan toda la ayuda que puedan recibir de los profesionales de comercio exterior para salir adelante. Ahora más que nunca, hay que apoyarlas y no soltarles la mano.
Datos de contacto:
Lic. Yanina S. Lojo
Mg. en Dirección de Finanzas y Control
Titular de Consultora Lojo
www.consultoralojo.com
@mg.yaninaslojo
por CEDOC
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