Mónica Dreyer

Las emociones como camino a la reorganización laboral.

“Estoy cansada de renegar, voy con los tacones de punta, para ver por qué no terminaron este reporte. Eso trae toda una demora en los tiempos y quedamos mal con los clientes. Siento ganas de irme, es un peso venir a trabajar” refiere Sofía para identificar un nombre sin embargo esta frase es un compendio de emociones y situaciones que escucho a diario tanto en las empresas como en personas que consultan.

Sentirse cansada de renegar, las ganas de irse, sentir el peso, la emoción de ir con los tacones de punta, son puntos de inflexión que al trabajarlos pueden llevar a un cambio en el proceso organizacional. Las emociones si sabemos escucharlas y trabajarlas, son indicadores de una reorganización no sólo laboral sino también personal.

Al indagar en las emociones, comienza a desenrollarse el ovillo. Le pregunto a Sofía qué pasa que va con los tacones de punta y refiere que se ocupa de todo. Se sobrecarga con cosas que no son las de ella porque sino se le vienen en contra de su sector y es peor.

Podemos observar este suceso desde diferentes perspectivas:

Desde la inteligencia emocional, ir con los tacones de punta se denomina “secuestro emocional” y sucede cuando al enojarnos, saltamos emocionalmente y hay una sensación de impotencia.

Dese la psicología la persona ya no tiene las defensas para contener la angustia porque está cansada de renegar como refiere Sofía.

Desde el proceso organizacional algo pasa con la conformación de los equipos de las otras áreas y sus líderes, que Sofía está a cargo de todo sin tener el rol claro y asignado. Y gracias a la manifestación de sus emociones fue la punta para comenzar a analizar sectores, trabajar con líderes clave en el armado de su equipo, asignación de tareas y optimización de procesos.

Cada vez que les pregunto cómo se sienten escucho “Mucho mejor, más aliviada”.

El trabajar las emociones es un camino hacia la construcción de equipos de alto desempeño y la disminución de las enfermedades ya que la emoción, la sobrecarga, el peso impactan inevitablemente en el cuerpo. Además de la mejora en el proceso hay una mejora en el clima laboral. La emoción es la punta del ovillo organizacional y personal.

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