La planificación hereditaria consiste en utilizar herramientas legales para organizar y transferir en vida los bienes que integran el patrimonio de una persona. Es fundamental para quienes desean evitar futuros juicios sucesorios y resolver anticipadamente determinadas situaciones, que pueden diferirse o quedar pendientes para después del fallecimiento de alguien.
Descuidar esta planificación implica asumir varios inconvenientes, ya que implica someter a nuestros herederos a un proceso sucesorio con sus costos y riesgos asociados.
Donación.
Es uno de los métodos de planificación sucesoria usados con más frecuencia, y lo conocemos comúnmente como anticipo de herencia. Funciona como un mecanismo de transmisión gratuita de bienes, de manera conjunta a todos los herederos, o se puede también especificar que cada uno de ellos reciba una porción especifica del patrimonio. La donación puede ser simple o con reserva de usufructo, lo que permite a los donantes seguir utilizando de los bienes inmuebles hasta su fallecimiento.
Fideicomiso.
Cuando el proceso de transmisión de bienes se torna complejo, en lugar de recurrir a la donación o la sucesión, es recomendable utilizar el fideicomiso.
El fideicomiso consiste en un mecanismo de administración y transmisión a través del cual, al cumplirse un plazo dado y con una condición determinada, el patrimonio pasa a manos del destinatario final que se haya consignado.
Este sistema permite una gestión más flexible y personalizada de la transmisión de los bienes ya que, pueden establecerse condiciones y restricciones específica, además de ofrecer una mayor protección de los activos.
El fideicomiso es de gran utilidad para tomar recaudos ante determinados imprevistos, por ejemplo, ante el fallecimiento de uno de los herederos o ante la existencia de una discapacidad de algún miembro del grupo beneficiario
En general, esta figura jurídica suele utilizarse cuando hay cláusulas complejas o sofisticadas que tienen que ver con el patrimonio del causante, y que probablemente no se pueden incorporar en una donación, porque serían cláusulas tan complejas que de alguna manera desnaturalizarían los objetivos y la finalidad de este instituto.
Es fundamental tener en cuenta que quienes tienen un vínculo consanguíneo o matrimonial, con el fallecido son herederos forzosos y tienen derecho a recibir una parte de la herencia, incluso si hay un testamento. Garantizar sus derechos es crucial en cualquier planificación hereditaria.
Anticipar y planificar la herencia mediante donaciones en vida y constitución de fideicomisos resulta menos costoso y más rápido que los procesos sucesorios. Evitar la sucesión no solo permite un traspaso más eficiente del patrimonio, sino que también reduce tensiones familiares y minimiza posibles disputas legales. No deberíamos subestimar la importancia de crear un plan hereditario sólido que proteja nuestros bienes y asegure una transición armoniosa y sin problemas a las generaciones futuras. La elección entre una herramienta legal u otra dependerá de las circunstancias y objetivos individuales de cada persona.
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por CEDOC
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