De acuerdo a un estudio internacional dado a conocer estos últimos días, realizado por la agencia de investigación Toluna, alrededor de un 60 por ciento de personas no tienen conocimiento alguno sobre criptomonedas. Esta encuesta, formulada a más de diez mil quinientas personas adultas de diversos países del mundo, ha demostrado que todavía, para quienes trabajan dentro de la industria cripto, hay un largo camino por recorrer.
Sin embargo, la noticia fue recibida por entusiasmo por quienes se dedican a las finanzas descentralizadas. Viendo el vaso medio lleno, esto significa que 40 por ciento de las personas tienen algún grado de conocimiento sobre la tecnología cripto, algo que, apenas unos años atrás, parecía una utopía.
Con el nacimiento de Bitcoin en el año 2008, se dio inicio a un modelo económico descentralizado que, desde entonces, no ha parado de crecer. En esos primeros años informarse sobre el funcionamiento o el precio de estos activos digitales implicaba largas horas de búsqueda dentro de foros, páginas de Facebook u otros portales de nicho, que no tenían una llegada masiva. Hoy en día, esto ha cambiado.
Al ingresar a los principales portales de noticias encontrarás novedades en torno a las criptomonedas e incluso verás en las páginas de inicios cuadros que indican el precio y el marketcap de Bitcoin, Ethereum, Solana, Cardano y otros activos digitales. La demanda por mayor conocimiento y el crecimiento del flujo de transacciones ha generado que los medios de comunicación respondan antes esa necesidad de información actualizada.
La extrema volatilidad en el precio de las cripto suele ser lo que más atención genera a los periodistas e inversores, tal como sucedió en el pico de Bitcoin en noviembre del 2021, alcanzando los USD 68 mil dólares, como también pasó con la caída del valor luego de la crisis provocada por el derrumbe del par Luna/Terra, a principios de este año. Pero, más allá de la atracción que estos números producen en términos públicos, no son los valores a los que más atención le tenemos que prestar.
Una manera efectiva de reconocer el potencial de una criptomoneda es su capitalización de mercado o marketcap, que, si bien está vinculado a su precio, no se reduce solo a él.
¿Qué es el marketcap de una criptomoneda y cómo se calcula?
La capitalización de mercado de una criptomoneda se determina a partir de multiplicar su precio actual por la cantidad de tokens en circulación.
Estas dos variables, precio y cantidad de monedas circulantes en el mercado, permite, a quienes se encuentran evaluando oportunidades de inversión a partir de la compra de criptoactivos, contar con información más precisa y segura sobre el estado actual de una criptomoneda en específico.
Dado que el precio es una variable no solo sumamente volátil, tal como hemos visto en el último tiempo, sino también extremadamente influenciable o manipulable, no es un elemento que nos permita reconocer de manera fehaciente la viabilidad de un determinado activo o protocolo.
Dentro del mercado cripto, al igual que sucede en el ámbito de las finanzas tradicionales, se generan movimientos y acciones en pos de modificar el precio de un determinado activo, sea para aumentarlo o para bajarlo. Esto genera, por ejemplo, que una cripto pueda ver su precio elevado en poco tiempo sin que este aumento de valor se traduzca necesariamente en un crecimiento de su circulación o cantidad de adoptantes.
Es por eso que quienes se dedican más fuertemente al mundo de las criptomonedas y las finanzas descentralizadas suelen prestar atención a la capitalización de mercado. Al contemplar la cantidad de unidades en circulación, se puede reconocer de manera histórica cómo ha sido el crecimiento de la moneda más allá de su valor en el mercado.
Vale recordar que una de las claves en el mundo cripto es la generación de comunidad, que es la que le otorga valor a un activo específico. Por eso no es menor la cantidad de monedas circulantes ni la cantidad de usuarios y adoptantes de la cripto, ya que eso permite determinar y reconocer la base sobre la cual se sustenta un activo en particular.
Ahora bien, ¿cómo se puede calcular el nivel de circulación de una criptomoneda? Sencillo, a partir de enumerar todas las transacciones de compra y de venta de ese token digital. Por otro lado, el precio es fácilmente reconocible hoy en día a través de plataformas, aplicaciones y páginas de Internet. Por suerte, el crecimiento sostenido del mundo cripto ha multiplicado las fuentes de información y actualmente es posible mantenerse al día desde distintos sectores.
¿Qué otras variables debo tener en cuenta si quiero adentrarme en el mundocripto?
Si bien cualquier persona con un celular y una conexión a Internet puede convertirse en un usuario de criptomonedas, quienes cuentan con más años de trayectoria explorando en los usos de las tecnologías descentralizadas recomiendan, por sobre todas las cosas, informarse y capacitarse.
Hoy en día hay una gran oferta de cursos, formaciones y capacitaciones, tanto profesionales y pagas como introductorias y gratuitas, que sirven para que quienes están interesados en las criptomonedas puedan comenzar a dar sus primeros pasos de forma seguro y confiable. A pesar de ser un ecosistema con enormes posibilidades tanto para individuos como para instituciones (libertad financiera, soberanía sobre los ahorros, descentralización, entre otros aspectos), también es un mundo que ha tenido a lo largo de su historia varios casos de fraudes y estafas vinculadas al uso de criptoactivos. Protocolos que no funcionan, esquemas piramidales, robo de claves y de billeteras, son solo algunos de los delitos más comunes, llevados adelante por operadores que esperan atacar a los desprevenidos. Por eso, mientras más información y conocimiento tengas para desenvolverte dentro del mundo cripto, más difícil será que caigas en operaciones de este tipo.
La revolución cripto ya es, para muchos, irreversible. Las empresas de tarjetas de crédito se han dado cuenta de esto y no quieren quedarse afuera. La adopción de estas tecnologías crece y transforma las maneras de entender el valor y la economía. El futuro, como dice la canción, ya llegó.
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