Las empresas de infraestructura de telecomunicaciones enfrentan el desafío de posicionar la tecnología 5G, con el mercado local aún centrado en el 4G. Continúan trabajando junto a los principales proveedores de servicios de telefonía móvil, pese a algunas demoras derivadas de la pandemia. En nuestro país, el sector factura $ 400.000 millones anuales.
“Una parte sustancial de nuestra tecnología se puede reutilizar con las nuevas generaciones”, explica el director de relaciones públicas de la china Huawei, Juan Bonora. “Hace unos años se instalaron equipos 3G que luego podían migrarse a 4G por software”.
Huawei, la finlandensa Nokia, la sueca Ericsson y la norteamericana Cisco son las líderes del desarrollo de la infraestructura móvil. Según Pablo Peretti, country manager de Ericsson, su compañía “mantiene una posición de liderazgo en el mercado local de productos, soluciones y servicios profesionales en el área de las TICs (tecnologías de la información y la comunicación) y del mercado móvil en particular”. Ericsson siempre ha estado presente en cada cambio tecnológico en el mercado móvil, desde 1993, cuando habilitó la primera red celular digital en la Argentina.
Cisco participa con sus soluciones en la infraestructura de los tres operadores locales de telefonía móvil “para implementar la red, para soportar el tráfico 4G actual y el futuro tráfico de 5G”, apunta su country manager, Gabriel Sakata. Claro, Personal y Movistar avanzan en la reconversión tecnológica y la ampliación de la cobertura, disponibilidad y capacidad de la red 4G y prevén el despliegue del 5G en el mediano plazo.
Desafío tecnológico y regulatorio. La llegada comercial del 5G al país representa un desafío tecnológico y regulatorio, y por eso algunos directivos entienden que no será antes de 2022 o 2023. A esto se suma el cambio de las reglas de juego a través del decreto que le otorga al Gobierno el control sobre las telecomunicaciones como servicio público y le permite congelar precios.
El 5G está a la espera de definiciones ante el coronavirus, que desaceleró su implementación en el mundo. Para avanzar con la nueva red y dar servicios de la “quinta generación” de comunicaciones móviles, las telefónicas calculaban en 2019 que tendrían que invertir US$ 5.000 millones. Según Sakata, de Cisco, al momento la mayoría de las empresas se encuentran en una etapa de evaluación y pruebas en nuestro país y “se estima que se verá una inversión mayor en los próximos dos o tres años”.
Durante la crisis del COVD-19, Ericsson estuvo desplegando ingenieros y personal de campo “para que en solo cuatro días se ponga en funcionamiento un sitio de 4G/LTE en el hospital de campaña instalado en Tecnópolis por el Gobierno”, ejemplifican. La pandemia mostró la importancia de las telecomunicaciones como infraestructura crítica de un país. La estrategia de Ericsson consiste en “dedicar importantes recursos para habilitar un ecosistema 5G confiable que permita nuevos modelos de negocios, impulse la eficiencia y contribuya a acelerar la digitalización de la Argentina”, explica Peretti.
Cisco también continuará invirtiendo en el desarrollo de innovación en todo su portfolio, tanto para clientes proveedores de servicios móviles como para el resto del mercado. “Hemos observado un aumento de tráfico de datos a través de Internet de entre un 30 y un 40% promedio. Aunque este incremento se corresponde no solo en el ámbito local sino a nivel mundial”, precisa Sakata.
Huawei aplica un modelo a nivel mundial donde la inversión en desarrollo e investigación supera el 15% de sus ingresos, con el fin de “traer soluciones tecnológicas más avanzadas en comparación con el promedio de la industria, que significan mejores prestaciones y funcionalidades con varios meses de anticipación”. La pelea entre el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y Huawei puede llegar a impactar en el despliegue del 5G en el mundo, incluida la Argentina. Pero Bonora, de la empresa china, advierte: “Dudo que algún país del mundo decida no instalar 5G, y luego cada operador definirá cuál de los proveedores de tecnología se adapta mejor a su estrategia de negocio. Más de 700 entidades del mundo definen el standard 5G, entre ellas Estados Unidos”.
Desde la Internet de las Cosas hasta la inteligencia artificial, pasando por el cloud computing o el desarrollo de los vehículos autónomos, el despliegue del 5G se basa en un nuevo escalón de la conectividad de la red, de 10 a 100 veces más rápida que su antecesora. Según Sakata, las futuras redes serán plataformas de habilitación para servicios y aplicaciones innovadoras, que ampliarán aún más el alcance de servicios que hoy conocemos en redes 4G y en donde van a confluir todos los avances de la industria. Cisco pronostica que en la Argentina, el 5G significará el 9,8% del total de conexiones móviles para 2023.
El 5G permitirá una sociedad digital conectada y actuará como una base fundamental para la cuarta Revolución Industrial, “basándose en la escala de miles de millones de dispositivos conectados en la banda ancha móvil, en un ecosistema global de proveedores y en la utilización de inteligencia artificial, machine learning, automatización, virtualización, la nube y edge computing (acerca la computación y el almacenamiento de datos a donde se necesita)”, apunta Peretti.
Incluso evitaría que el mundo se volviera a paralizar en caso de una pandemia. Con una mejora en la conectividad se podría hacer frente a circunstancias excepcionales. “El 5G puede ser un poderoso facilitador para la reanudación de la economía pospandémica”, anticipa Peretti.
La nueva tecnología será un factor principal en la transformación económica, generando competitividad y mejora de eficiencia en los sectores más diferentes de la economía en la próxima década. Por eso se afirma que el 5G no es solo otra G.
por Alberto Nóbile
Comentarios