Es así que con la idea de ayudar no solo a mis clientes y a fin de que el conocimiento legal no esté reservado solo para tribunales, abogados o aulas universitarias Comencé compartiendo información útil, herramientas, respuestas sencillas a preguntas frecuentes y reflexiones sobre temas sensibles, especialmente vinculados a familias, sucesiones, infancia, y trabajo.
Rápidamente descubrí que había una necesidad real del otro lado: personas buscando orientación, acompañamiento, o simplemente comprensión frente a situaciones legales que los desbordaban. El perfil creció de forma orgánica, gracias a la comunidad que se fue formando. Desde el primer día entendí que la clave estaba en el lenguaje: directo pero respetuoso, claro sin ser superficial, cálido sin perder rigor.
Con el tiempo, ese crecimiento en redes tuvo un efecto que no imaginé: hoy soy una de las abogadas más convocadas por medios de comunicación en todo el país, con participación frecuente en televisión, radio y plataformas digitales. Los temas legales llegaron a los medios masivos, y mi tarea pasó a ser también la de explicar, traducir y contextualizar. La seriedad en el tratamiento de los contenidos, la empatía con los casos humanos detrás de cada norma y la claridad en la exposición me convirtieron en una fuente de consulta habitual en distintos programas periodísticos.
Además de ejercer como abogada litigante y desempeñarme como docente universitaria y de posgrado, brindo asesoramiento personalizado en temas complejos: procesos de familia, sucesiones, alimentos, compensaciones económicas, impedimentos de contacto, violencia familiar, derechos de las personas con discapacidad, entre otros.
Además, de ser escritora, escribí entre otros libros la nueva práctica del teletrabajo y protección de la maternidad en trabajadoras autónomas, elaboro materiales útiles como escritos modelo, documentos explicativos, clases abiertas y contenidos formativos para colegas a quienes acompaño desde mi cuenta con Mentorias ayudándolos con sus casos.
El principal desafío es crecer sin perder lo esencial: cercanía, claridad y compromiso. Las redes cambian, los algoritmos también, pero la necesidad de acceso a la información y de orientación profesional sigue intacta. Quiero consolidar este espacio como un puente entre el Derecho y la vida diaria, ampliar los canales de comunicación (a través de newsletters, podcast o ciclos de formación) y seguir construyendo una comunidad legal abierta, colaborativa y humana.
Porque asesorar no es solo resolver conflictos, es acompañar. Y en ese camino, @asesoratesiempre no es solo un nombre: es una forma de estar.














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