El Faro y el acompañamiento en demencias

Las estadísticas alarmantes no son suficientes para dar cuenta del desafío de abordar las Demencias hoy.

Las personas conviviendo con esta condición no son cifras ni estadísticas. Son personas, generalmente mayores, que presentan dificultades para gestionar de un modo autónomo sus vidas.

En una cultura que impulsa hacia el desarrollo individual e independiente, que propicia una “vejez saludable” no hay lugar ni tiempo para comprender este fenómeno social y cultural que presentan las múltiples formas de deterioro cognitivo.

Las campañas mundiales para la toma de conciencia de este desafío nos alertan que una persona con Demencia es, una PERSONA ante todo. Una persona que siente, que tiene necesidades y que requiere de apoyos y ayudas adecuadas que honren su condición.

¿En qué fallamos? Fallamos cuando las infantilizamos, cuando insistimos en que se mantengan orientadas hacia una realidad que ya no les significa ni interesa en lugar de ingresar en su propia realidad interior y desde allí conectar.

Fallamos cuando medicalizamos con urgencia su condición porque tememos su conducta no adecuada o sus distracciones frecuentes.

Fallamos cuando les exigimos que se adapten a entornos agresivos, que les imponen actividades que no les interesan ni entretienen.

Fallamos cuando les mentimos con falsas promesas.

Hagamos lo contrario:

Aprendamos nuevas formas de comunicación verbal y no verbal para llegar allí donde no alcanza la razón

Estudiemos y reflexionemos sobre su biografía para encontrar sentido a su conducta y lenguaje emergente

Armemos redes de cuidados para que la inevitable interdependencia humana adquiera su mejor aspecto

No olvidemos la dignidad de un ser humano que ha vivido una vida plena de experiencia y que merece ser incluido y beneficiado por la atención de su comunidad

¿Queremos prevenir la Demencia? Observemos atentamente a las personas que la han desarrollado, escuchemos su dolor y asuntos pendientes, sus duelos no abordados, sus temores no respetados.

La Demencia no está en el cerebro: está en el alma del ser humano.
En EL FARO capacitamos y acompañamos ética y compasivamente a la persona y su entorno. Las demencias nos imponen revisar el paradigma de atención centrado en el cerebro para desarrollar el camino del acompañamiento humanizado centrado en el ser y el espíritu de la persona humana.

Gracias al Hospice del Hogar Los Pinos por permitirnos ser parte de la cultura de acompañamiento y desplegar todo el potencial.

Datos de contacto:

www.elfaroasociacion.org.ar

Instagram: el.faro.asociación