La imperiosa necesidad de una verdadera modernización laboral

En algunos eventos en los que participé, como así también, en publicaciones y programas radiales en los que intervine me referí acerca de la importancia e imperiosa necesidad de propiciar en nuestro país un contexto apropiado para llevar a cabo una verdadera modernización de la Ley de Contrato de Trabajo.

Efectivamente, los órganos de gobierno deben auspiciar el ámbito adecuado para repensar el sistema laboral argentino y ello implica ni más ni menos en normalizar (llevar al plano legal) las nuevas tendencias y necesidades sociales. No cabe lugar a dudas, y a nadie se le escapa, que la realidad imperante al tiempo del dictado de la Ley de Contrato de Trabajo (año 1974) es incontrastable con la actual.

La irrefrenable escalada de la tecnología, la incorporación de la Inteligencia Artificial en los procesos industriales, el surgimiento de nuevas actividades empresariales y de nuevos servicios, la contemplación del empleado ya no como un subordinado en la relación laboral sino como un verdadero colaborador del empresario implica reconocer que hay un cambio de paradigmas.

Este cambio de paradigmas (que - insisto - debe materializarse en una verdadera reforma laboral) implica considerar: que en el vínculo o relación laboral ambos protagonistas (empresario y empleado o colaborador) deben ganar, que la eficiencia de un colaborador no se mide por si cumplió estrictamente con su jornada de trabajo sino que - por el contrario - debe ser una métrica en la que se evalúa el valor que ha aportado como así también los resultados que ha conseguido con su actividad.

Ya es hora que empecemos a pensar al trabajador (colaborador) y a los empresarios de una manera distinta.

Durante el año 2024 se han dictado numerosas normas que introdujeron reformas a la Ley de Contrato de Trabajo: el DNU N° 70/2023 (que en el capítulo laboral no se encuentra vigente); la Ley de Bases (N° 27.742) que junto con su Decreto Reglamentario N° 847/2024 sí se encuentran vigentes y otras normas complementarias dictadas por la Agencia de Recaudación y Control Aduanero completan las últimas modificaciones en materia laboral.

Debe mencionarse también - en este intento reformista - el proyecto de ley presentado al Congreso de la Nación por el Poder Ejecutivo Nacional en el mes de noviembre de 2024 y que se titula “Promoción de Inversiones y Empleo” que contempla - en alguno de sus artículos - interesantes reformas a la ley laboral que regula las relaciones de trabajo.

Es decir, y como siempre concluyo, el dictado de todas estas normas tienen sabor a poco, y que, por tanto, repensar el sistema laboral argentino exige una reforma laboral absoluta e integral, el dictado de un conjunto actualizado y armónico de normas que confluyan ¿por qué no? en el dictado de nuestro primer Código del Derecho de Trabajo.

Finalmente, si efectivamente queremos y pensamos en que debemos ser competitivos, en que es necesario calificarnos como profesionales, y que la actividad empresarial debe estar a la altura de la modernidad, ya es momento de actualizar nuestra vetusta y pasada de moda ley laboral.

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