¿Querés ser amo o esclavo de la IA?

¿Te pasa, como a mí, que a menudo tenés dudas y querés resolverlas con IA, pero no sabés por dónde empezar? ¿Qué aplicación será la mejor, más rápida o más efectiva? ¿Y si los datos que obtenés son reales? Nos volvemos esclavos cuando no sabemos usar la IA, o peor, cuando creemos ingenuamente que sabemos utilizarla. Este artículo busca ayudarte con ideas prácticas para conocer y entrenar tu pensamiento crítico.

4 Preguntas clave:

1. ¿Qué quiero lograr con esta IA? ¿Qué resultados espero?

Mientras más específico sea el resultado deseado, mejor podremos encarar nuestra búsqueda. Por ejemplo, si quiero "mejorar mis presentaciones", debo identificar exactamente en qué aspecto: hacerlas más claras, más sintéticas, más precisas, más didácticas, más entretenidas, etc.

2. ¿Estoy en el contexto adecuado?

Es fundamental buscar el espacio propicio para evaluar con tranquilidad. Si intentamos resolver un problema en un ambiente ruidoso o con muchos estímulos, es probable que nos inclinemos por el primer resultado que nos devuelva la IA. Un ejercicio útil es obligarse a leer las noticias de un medio no afín a nuestras ideas políticas durante un tiempo predeterminado (diez, quince, treinta minutos) antes de sacar conclusiones.

3. ¿Cómo estoy?

Debemos hacer un autodiagnóstico emocional para lograr mayor confiabilidad en los resultados:

Si estoy enojado o triste, es posible que extraiga datos con pronósticos pesimistas.

Si estoy contento o exultante por una buena noticia, podría confiar solo en informaciones optimistas y caer en un exceso de optimismo.

Si estoy excitado, podría perder foco.

El distanciamiento subjetivo es una herramienta válida que nos permitirá una mejor lectura de la información. Este distanciamiento equivale a evaluar la información desde el punto de vista de otra persona, con menor carga afectiva. Por ejemplo, si estoy pidiendo a la IA datos para invertir en un proyecto personal, mi lectura puede ser demasiado indulgente, cayendo en el sesgo de confirmación. Para evitarlo, puedo ejercitar mi pensamiento crítico poniéndome en el lugar de otra persona: “¿Qué diría mi amigo Pedro o mi cuñada ante esto?”

4. ¿Quién lo dice?

Al buscar información, el océano de datos se vuelve inconmensurable, por lo que pedir fuentes a la IA se torna crucial. Es frecuente que los datos arrojados sean los que otros usuarios han subido, con dudosa veracidad. La IA puede brindarnos la fuente del contenido que buscamos. Preguntémosle a ella misma o usemos distintas IA como ChatGPT, Claude y Gemini para verificar la información.

En resumen, el primer paso es asumirse como aprendices permanentes de la tecnología, siendo humildes y haciendo uso de nuestra principal herramienta como seres racionales: el pensamiento crítico.

Ps Gustavo Giorgi

Human Touch Consultora +54 11 2456 8136

por CEDOC