"Premiaron al mejor alumno del mundo y yo fui el peor: tuve 49 amonestaciones. Lo que pude recoger de estos años es que estamos en el mismo barco pero la brecha se está agrandando", afirmó Enrique Piñeyro, el hombre de los vuelos humanitarios que ayudó a los refugiados ucranianos que quisieron escapar de la guerra, que fue reconocido por NOTICIAS como una de las 10 personalidades argentinas más destacadas del 2022.
Piñeyro regreso recientemente al teatro con “Volar es humano, aterrizar es divino”, una obra que reflexiona sobre cómo se construyó el miedo a los aviones. Pero definir a Piñeyro solo por su trayectoria artística es acotado. Además de actor y director, es productor de cine, médico, piloto y cocinero. Su búsqueda profesional, siempre marcada por un fuerte sentido humanístico, lo llevó también a liderar proyectos sociales transformadores.
La obra es un unipersonal que recrea el accidente del vuelo 052 de Avianca y ya estuvo en cartelera durante nueve años consecutivos en teatros porteños y españoles. En octubre se presentó a sala llena en el Coliseo y en noviembre se exhibió por primera vez en Milán, Italia. En clave de comedia y con una imponente puesta en escena, Piñeyro recoge su experiencia en la aviación para interpelar a los espectadores que temen volar.
Cuando Piñeyro compró un Boeing 787 declaró que su objetivo era “ponerlo a disposición de causas útiles” y así lo hizo. A través de su ONG Solidaire, comandó vuelos humanitarios para trasladar refugiados ucranianos a diferentes países del mundo. Con la organización española Open Arms, registró la dramática salida de miles de africanos que se lanzan al océano en balsas con la esperanza de llegar a Europa. También sobrevoló el mar argentino para difundir el impacto de la pesca ilegal. Como si fuera poco, comandó un vuelo que logró un récord mundial y se convirtió en el viaje “non stop” más largo, uniendo Seúl con Buenos Aires en 20 horas.
Junto a su esposa, Carla Calabrese, compraron y se pusieron al frente del icónico teatro Maipo. También irrumpió en el circuito gastronómico porteño con “Anchoita”, un restaurante que pretende poner en valor los productos argentinos. Después le siguieron “Anchoita Cava” y “Anchoita panadería”.
El director de films como “Whisky Romeo Zulu” y “El rati horror show” también fundó una ONG, Innocence Project, para brindar asesoramiento jurídico a personas que fueron condenadas injustamente.
Fotos: Ernesto Pages, Pablo Cuarterolo, Sergio Piemonte y Marcelo Silvestro
por R.N.
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