Como nunca antes, cada vez más la gente elige hábitos de vida saludables, especialmente de cara al verano. Además, se acaba de producir un cambio de año, y no son pocas las personas que resuelven llevar adelante un año más sano que el anterior, incorporando ejercicio y una mejor alimentación.
La actividad física en general produce en el cuerpo una liberación de endorfinas, sustancias que ayudan a aliviar el dolor y a producir sensación de bienestar. También promueve la liberación de cortisol, hormona que ayuda a combatir el estrés, y de adrenalina, que regula las funciones viscerales. Se recomienda hacer, al menos, 30 minutos de actividad física tres veces por semana. Ya sea algún deporte, yoga, musculación en algún gimnasio, o al menos una caminata.
Otro hábito saludable que es recomendable a la hora de encarar una vida más sana es la ingesta de agua. Para tener en cuenta, el cuerpo humano está conformado por un 70% de agua. Ingerir dos litros de este líquido al día permite mantener la piel hidratada, regular la temperatura corporal, lubricar órganos y articulaciones, y favorecer una buena digestión, de acuerdo a indicaciones de la Organización Mundial de la Salud. Eso sí: mucho cuidado con no ingerir más de lo recomendado. El agua, como casi todo en exceso, puede ser contraproducente para la salud, ya que hará trabajar el riñón más de lo debido y al orinar se pueden perder sales minerales.
Orientar la dieta a alimentos más saludables es también una clave para mejorar el bienestar. A la hora de una dieta sana, es aconsejable no excederse en las comidas ricas en hidratos de carbono o grasas y reducir en lo posible la sal y el azúcar. También, de acuerdo a la información brindada por el Ministerio de Desarrollo social, para llevar una dieta rica es importante sumar estos elementos: frutas y verduras - aportan fibra, vitaminas y minerales - huevos y carne - fuente de hierro y proteínas - legumbres y cereales - aportan fibra, vitaminas y proteínas - y aceites y frutas secas, alimentos que además de brindar grasas esenciales, aportan vitaminas.
Finalmente, un buen descanso favorece el bienestar general del cuerpo. Gracias al sueño, el cuerpo y el cerebro pueden recuperarse del estrés del día, mejorar el humor e incluso mejorar el sistema inmune. La mayoría de las personas necesitan entre 7 y 8 horas de sueño para poder recuperarse del cansancio general del día a día. Se recomienda no sobrecargar la agenda de actividades que puedan reducir la posibilidad de tener un buen descanso, así como también reducir el tiempo que se pasa con celulares y tablets antes de dormir, ya que dificulta desconectarse del mundo de la vigilia. Si no se duerme lo suficiente, el cerebro puede tener problemas para desempeñar algunas funciones básicas, como concentrarse o recordar. Además, la falta de sueño favorece el mal humor y hasta la agresividad, además de la aparición de enfermedades.
por R.N.
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