En tiempos de hiperconexión e hipercomunicación surge un virus que restringe absolutamente el contacto y patea el tablero: ya no se puede saludar con un beso ni abrazarse; hay que mantenerse a distancia y aislarse. Entre todos esos hábitos que se modificaron, el sexo aparece como un interrogante central, sobre todo para quienes tienen lejos a sus parejas o vínculos sexoafectivos.
Aunque todavía no pasó ni un mes de cuarentena obligatoria, muchas personas sienten que no pueden manejar la abstinencia y aumentaron las consultas a sexólogos en relación al tema. ¿Por qué, a pesar de que todavía no pasó un largo período de aislamiento social, hay más deseo sexual?
Estoy en llamas, pero quiero dar un buen ejemplo. A mi pareja no le gusta la virtualidad”. Lizzy Tagliani.
Mirada profesional. Con un video en sus historias de Instagram, Jimena Barón hizo catarsis y propuso “ir organizándose para tener sexo” cuando termine la cuarentena. “Eso de que la mujer debe ser misteriosa, dejarlo a la imaginación, ¿qué voy a dejar a la imaginación? ¡Estoy re caliente! Hace 40 días que estoy acá encerrada con el pibe (por su hijo Morrison)”, protestó. Los que pasan la cuarentena en soledad empatizaron con ella y no fue la única en hacer públicos sus deseos. Lizy Tagliani contó que no está viviendo con su pareja y compartió: “Estoy en llamas, pero también quiero dar un buen ejemplo. Le escribí una guarangada y me dijo: ‘Voy a hacer de cuenta que no te leo’. No le gusta la virtualidad’”.
La licenciada en psicología y sexóloga Cecilia Ce (conocida como @lic.ceciliace en las redes) señala a NOTICIAS: “Veo como un deseo más imperioso o desbocado, que se ve mucho en redes sociales y varios comentarios de gente diciendo que quiere tener sexo, como mucha demanda. Para mí tiene que ver con una cuestión de que el estrés y la ansiedad disparan las conductas impulsivas. Entonces, en algún punto hay un aumento de la impulsividad que se va al lado sexual”.
El estrés y la ansiedad disparan conductas impulsivas, que van a lo sexual”. Cecilia C., sexóloga.
En Instagram proliferaron conferencias en vivo de distintos sexólogos que responden a las consultas de sus seguidores y dan consejos para llevar mejor el aislamiento. “Como en todo contexto restrictivo se generan conductas apetitivas o la necesidad de acercamiento a eso que está vedado. Hay como una imperiosa necesidad de contacto físico y esto, más la prohibición de hacerlo, más ciertos estímulos que excitan –como, por ejemplo, el sexchat, el envío de imágenes y audios eróticos– genera un posible aumento del deseo sexual, aunque no les pasa a todas las personas”, explica Carolina Meloni (@meloni.sexologa), psicóloga, sexóloga y educadora sexual.
El contacto, factor clave. Las especialistas coinciden en un punto: más que el sexo en sí, lo que genera deseo es la necesidad de tener conexión con un otro. “Estamos en un momento en el que tenemos una necesidad vincular muy fuerte, tenemos miedo, necesitamos sentirnos acompañados y seguros. El encuentro sexual es un momento de conexión, entonces hay un anhelo que sí te puede hacer sentir estar solo”, señala.
"Hay formas de saciarse una sola aunque no es lo mismo. Es mejor tener el cuerpo”. Nicole Neumann
En ese sentido, explica por qué aumentan las ganas de estar con otro: “Está esto de que las relaciones sexuales bajan la ansiedad y mejoran el ánimo: sí, pero también son características del orgasmo. A nivel fisiológico el orgasmo te puede mejorar el sistema inmunológico y bajar el estrés, pero a nivel relaciones sexuales lo que sucede tiene que ver con la contención y la conexión con alguien”.
Sin ser profesional, Nicole Neumann insinuó eso cuando fue consultada sobre cómo manejaba la abstinencia al estar sola. “Ay, chicos, me ponen en un aprieto. Hay formas de saciarse una sola aunque no es lo mismo. Es mejor tener el cuerpo”, dijo. Sobre esto, Meloni apunta: “No nos quedemos solamente con la cuestión sexual porque si nos vamos estrictamente a la consecución de un orgasmo nos masturbamos y ya. Me parece que acá lo importante, más que el encuentro sexual, es el encuentro. Lo importante, lo que nos bajonea un poco, es la falta de encuentro, de contacto. Porque hemos descubierto un montón de otras herramientas para vincularse sexualmente de manera virtual, lo que nos queda corto siempre es el contacto físico”.
Se generan conductas apetitivas o necesidad de acercamiento a lo vedado”. Carolina Meloni, sexóloga.
Los especialistas aseguran que, en esta situación, aumentaron las consultas por la incertidumbre que genera este escenario respecto de las costumbres más tradicionales. Las dudas van desde cómo usar responsablemente ciertos recursos, como el sexting (envío de fotos y audios explícitos), hasta si el coronavirus se puede transmitir por vía sexual, pasando por cómo aprovechar la cuarentena para mejorar la sexualidad en una pareja.
En la misma línea, incluso el “Servicio de Salud Sexual de la República de Irlanda” publicó un documento con una serie de recomendaciones sobre el sexo durante el aislamiento, en donde aconsejan hacer citas virtuales, sexting y no estar con nadie con quien no se conviva. Las prácticas sexuales también cambiaron durante la pandemia.
¿Qué voy a dejar a la imaginación? ¡Estoy re caliente! Hace 40 días que estoy acá encerrada”. Jimena Barón.
Comentarios