Fátima Florez estaba enamorada. Lo dijo ella en público y lo dicen sus allegados más cercanos, incluso cuando circulaba el rumor de un contrato de amor ficticio para que el entonces candidato Javier Milei lograse su objetivo de sentarse en el sillón de Rivadavia gracias a su popularidad. Lo que solo Dios sabe es si él sentía lo mismo, aunque quienes lo conocen aseguran que “su cholulismo lo hizo sucumbir ante la imponente figura de Fátima”.
Lo cierto es que la artista de talento inconmensurable y silueta voluptuosa ya imaginaba ser la primera dama. Entonces se dejó guiar por su corazón y desafió a su destino, ese que a la hora de la almohada le decía que podía terminar su carrera como la de Dady Brieva si se mostraba muy partidaria. Pero creía en esos besos apasionados que se daban cuando la campaña se lo permitía y hasta coqueteó en Instagram con fotos como las de sus pies juntos comparando tamaños. Puso en juego el éxito de su carrera artística y hasta postergó una semana el inicio de su temporada marplatense del 19 al 26 de diciembre, incluso cuando su gurú espiritual Anabel Accogli le suplicaba que no lo hiciera por una cuestión de cábala.
El final de la historia es conocido. Milei, luego de diez meses de relación, anunció vía comunicado oficial el final del noviazgo acusando agendas desencontradas y obligaciones como primer mandatario que no podía desatender.
Nuevo comienzo
Tras la finalización de su romance, Florez desapareció de la escena mediática. Estaba deprimida y no quería saber nada con volver a los escenarios hasta no cumplir su duelo, mientras que su círculo más íntimo, con Guillermo Marín a la cabeza, debatía cómo continuar. La única opción era llenar el mítico Luna Park. Sólo había un problema, dos fechas en el norte del país que no cerraban en cuanto a números y también la exponían en tierras donde su ex pareja no tenía una imagen tan constituida. Es que el libertarismo más duro reside en la Ciudad de Buenos Aires.
La cancelación de los shows de Salta y Tucumán de los días 8 y 9 de junio no fue del todo clara. Desde las provincias aseguran que el elevado valor de la entrada, de 30 mil pesos, hizo que no se vendieran la cantidad mínima para cubrir la inversión; mientras que en el entorno de la artista aseguran que reprogramaron para que ella se concentre en el show del Luna Park que era a la semana siguiente. De esta forma, la propia Fátima y su representante Marín comenzaron el plan “reinvención”.
La primera medida fue convocar al RRPP Fernando Maldonado para que le llene el Luna Park de celebridades y medios de comunicación. Luego, pautar una única nota con un periodista reconocido de Argentina para que sus declaraciones invadan los medios. Aquí hubo un desentendimiento y mientras del riñón de Fátima gestionaron la entrevista con Nelson Castro para salir en TN, del lado de Marín cerraron con Luis Ventura para “Secretos verdaderos”.
Otra jugada estratégica fue mantener a Marcelo Polino, su compañero de escenario, como único vocero y que saliera a defenderla de las acusaciones de los shows cancelados “por no vender entradas” y diga que “está preparando su regreso”. Solo hubo un punto que no tuvieron en cuenta: el público a Fátima la sigue amando. Entonces prepararon un show para el peor de los escenarios y se vieron desbordados en todo. En capacidad, en famosos y hasta en periodistas.
El sábado 15, Florez llegó al Luna Park a las 13 para hacer la prueba de sonido, chequear vestuario y recibir a Nelson Castro en una charla íntima en la que sabía que la pregunta clave sería sobre su vínculo con Milei. "Estoy enamorada de mi profesión", eludió sobre si seguía queriendo al Presidente. Realizada la nota, quien quedó relegado por todo lo que siguió a continuación fue Luis Ventura, que esperaba a pocos metros del predio con la cámara lista para la entrevista. En ese momento los celulares dejaron de funcionar y el mismísimo presidente de APTRA quedó al margen. A los pocos minutos, el Luna Park abrió sus puertas y una horda de celebridades comenzó a caer, desde Luciana Zalazar hasta Pepe Cibrián, pasando por Adriana Aguirre y Zulma Faiad, entre muchos más, quienes se mezclaron con las más de 8 mil personas que asistieron a la función. Quedó gente afuera, entre ellos, Aníbal Pachano.
Loco corazón
Fátima sigue enamorada. Y lo demostró montando un show que giró en torno a la presencia tácita de Milei. Fue evidente. Con una hora de retraso por un público desbordado que no conseguía ubicarse en sus asientos, apareció junto a Pablo Lescano al ritmo de la cumbia “Me vas a extrañar”. Vestida con una remera que decía “Te quiero pero soy un bardo”, cantaba fuerte: “Los besos de mi boca no fueron suficiente para que te quedaras conmigo para siempre...”.
El show continuó con su habitual estructura, un desfile de imitaciones entre Shakira, Mirtha Legrand y Susana Giménez. La duda estaba en si iba a parodiar al Presidente y cómo sería su recibimiento. Al consultar a sus allegados, la respuesta fue contundente: “Fátima no mezcla lo personal con lo profesional, siempre imita a los presidentes”. Y llegó el momento en que apareció con su peluca característica al grito de “viva la libertad, carajo” y “no hay plata”.
En ese momento, Fátima se quitaba un peso de encima porque el público respondió con silencio y sin polémicas. Su sorpresa fue cuando apareció vestida de Cristina Kirchner y recibió todo tipo de insultos (hasta de los más groseros), algo que la dejó muda por unos segundos, hasta que retomó su rutina. De la producción reconocieron por lo bajo que “haber cancelado los shows de norte del país fue un acierto porque evitaron exponerla. Quedó en evidencia con lo que pasó en el Luna”.
Aunque Fátima evite responder sobre lo que siente por Milei, quienes la conocen saben que tiene el corazón roto, que apostó fuerte por una relación pero pudo más el entorno del Presidente, con la hermana Karina Milei como principal adversaria de aquel romance. Ante NOTICIAS, su productor Marín respondió que “los shows de Salta y Tucumán serán reprogramados”, “que ya tienen dos funciones cerradas en Montevideo” y “que sueñan con llegar a Las Vegas”. Fátima pasó la prueba de fuego. El público la continúa eligiendo, los famosos la apoyaron y fue incondicional con Milei. Ahora tiene una audiencia politizada.
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