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SOCIEDAD | 12-08-2020 12:49

Polémica por la postergación del regreso del tenis en el AMBA

Profesores, jugadores y directores de clubes reclaman para que se reanude la actividad por la crisis económica. La postura de los gobiernos de CABA y Provincia.

Después de 145 días de cuarentena, los reclamos de distintos sectores para poder retomar sus actividades empiezan a aparecer con más fuerza. Entre ellas, el tenis pide hace varios meses poder volver y aunque el protocolo que armaron en abril junto a infectólogos ya fue aprobado por el Ministerio de Turismo y Deportes y el Ministerio de Salud, el regreso de la disciplina está trabada en el AMBA, la zona más complicada a nivel sanitario por la pandemia. 

Profesores, directores de clubes y el Presidente de la Asociación Argentina de Tenis (AAT) dialogaron con NOTICIAS para explicar la crisis económica que vive el sector. Según esa Asociación, hay alrededor de 5000 profesores involucrados en el deporte en todo el país, y una gran porción -2000- en el AMBA. 

Problemáticas. Aunque el tenis ya regresó en varias provincias e incluso en algunos municipios de la Provincia de Buenos Aires, no hay expectativas de cuándo podrían volver en el AMBA. Su regreso se fue postergando a la vez que se extendía la cuarentena y, si bien se esperaba que retomaran la actividad en una segunda etapa, las extensiones del aislamiento lo impidieron. 

“Desde el día uno el reclamo es poder volver a trabajar. Hay mucha preocupación por el día a día, los profesores dejaron de percibir ingresos. Los clubes también se perjudican un montón porque tienen sus puertas cerradas. Hay mucha gente involucrada: los que venden elementos de deporte, los encordados, los que arreglan las canchas. Hay más de 60.000 familias que viven del tenis a nivel país”, señala a NOTICIAS Agustín Calleri, tenista y presidente de la AAT.

En ese sentido, el principal problema es la situación económica, sobre todo para los profesores: la gran mayoría es monotributista y dejaron de producir durante cinco meses.

Beatriz Villaverde es ex jugadora internacional y profesora. La última vez que dió una clase fue en marzo. “Está muy complicado, y por otro lado da bronca que uno se entera que sale el fútbol. Tendrían que evaluar que somos muchísimos los que damos clases y ver la cantidad de monotributistas que hay en el deporte”, explica. 

Así, aunque el gobierno nacional pagó el ATP a los empleados de los clubes en relación de dependencia y el gremio acordó en reducir al 75% los salarios de las personas que no estaban trabajando, hay un gran porcentaje de profesores que no tienen ingresos. 

Además, Hugo Grinberg, presidente de la Asociación de Deportes Racionales, señala otro problema: “Los que también están padeciendo son los socios, que pagan y no pueden usar las instalaciones. La mayoría de los clubes tienen una historia, sus socios pertenecen y son los sostenedores de esa institución y la mayoría sigue pagando por un tema de apego. Pero lo padecen, porque cuesta mucho, muchos no pueden, y se resienten las finanzas de los clubes”. Pero también insiste en la situación más crítica: “Por otro lado, el otro grupo que padece el conflicto y seriamente es el grupo de los profesores. En su mayoría son independientes y no están pudiendo trabajar”. 

Luego de tantos meses de parate, se empiezan a sumar conflictos: al principal problema, el de los profesores, se agrega el factor anímico y deportivo. 

Marcela Voyame, profesora y directora de la escuela de tenis del Buenos Aires Lawn Club cuenta a NOTICIAS: “Me preocupo por el otro nivel, el tema mental de los chicos. Algunos compiten a nivel nacional y es desgarrador lo que piensan. Uno me dijo 'Marce, yo ya llegué a mi límite'. Estamos tratando de mantenernos en comunicación con los alumnos para no perder el vínculo”. Durante estos meses, hicieron clases por zoom de preparación física y neuromotora y siguieron el contacto con charlas virtuales con sus alumnos. 

Ricardo Cano, profesor y ex jugador internacional, también siguió la comunicación con sus alumnos y, como él, están ansiosos por volver. “De mis alumnos la mayoría ya me ha escrito y están todos expectantes de empezar a jugar. La mayoría de los tenistas tienen ganas de entrar a una cancha y pegarle aunque sea una hora.  Va a estar todo muy cuidado por cada club y con los protocolos que hay no creo que haya ningún problema en que vuelva el tenis. La gente está desesperada por jugar”, señala a NOTICIAS. 

Pujas. La última semana fue particularmente conflictiva para la gente del tenis. Después de que el ministro de Salud de la Provincia, Daniel Gollán, dijera que se podían contagiar a través de la pelota o por el contacto con los ball boys -que no hay a nivel amateur en Argentina-, se habilitó el fútbol para 16 equipos profesionales y encendió los enojos. 

Luis Diez, presidente del Buenos Aires Tenis Lawn Club, explica: “Para mí es algo insólito. Tenés cerrados los clubes, que son lugares donde trabaja mucha gente, hay mucha gente que paga para que subsista. Tener parado eso, cuando no hay ningún riesgo, e ir para atrás, parece innecesario y molesta”.

Desde el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires entienden que esa es una discusión para dar en las próximas reuniones con Alberto Fernández. Creen que si se avanzó con el fútbol, se puede avanzar también con el tenis, y lo ven como una cuestión de bienestar físico.

Acuerdan que, hasta ahora, la postergación tuvo sentido. “No es analizable individualmente el tenis. No es porque únicamente el tenis agregue mucha gente sino es la suma de muchas actividades que se tendrían que abrir con el tenis. Además, no hay que analizar sólo lo que sucede dentro de la cancha, para que una cancha quede habilitada y dos personas puedan jugar tenis tenes muchas cosas atrás y eso suma. Y eso trasladalo también al automovilismo, al surf, al golf”, señalan desde el gabinete de CABA. 

En la Provincia de Buenos Aires son más tajantes: el tenis no es una prioridad para ellos y al habilitar ese deporte, tendrían que habilitar otros, lo cual aumentaría la circulación.

Carlos Bianco, Jefe de Gabinete de la Provincia de Buenos Aires, explica a NOTICIAS: “Toda actividad que implica circulación de personas genera riesgos de contagio y no es una actividad económica esencial, más allá de que obviamente quienes tienen un ingreso vinculado al tenis lo sufren pero para esto justamente se han puesto en marcha instrumentos a nivel provincial y nacional”. 

En esa línea, y en concordancia con los planteos de Gollán, también cree que es una actividad riesgosa: “No deja de ser una actividad contagiosa en sí misma y si vos empezás a abrir algunas actividades deportivas te van a empezar a pedir otras actividades deportivas similares. Entonces como el objetivo es limitar la circulación de personas a lo más esencial posible, entendemos que por todas esas razones todavía no es momento de habilitar los deportes en general”.

Esa es una batalla que desde el tenis están intentando dar. Es probable que en CABA se reabra la actividad en la próxima etapa, pero en la Provincia no creen que sea ni necesario, ni el momento. De hecho, desde la AAT están intentando que se pase el deporte de fase 5, donde está previsto que vuelva, a fase 4. 

Cuidados. Con la discusión sobre la mesa, desde el mundo del tenis hacen hincapié en lo riguroso que es el protocolo. En principio, entienden que ni siquiera es un deporte que implica cercanía: hay entre 6 y 25 metros de distancia entre una persona y otra en la cancha. Además, incluyeron varias medidas para evitar contagio. No se permite abrir los bares de los clubes multideportes, ni otras canchas, ni los vestuarios. Solo se puede jugar durante 1 hora, con turnos, y hay que desinfectar el lugar y todos los elementos antes de que entre el siguiente jugador. Las clases se darán con 6 pelotas, que solo puede juntar el profesor a cargo. Por último, las devoluciones post clase se harán de manera virtual. 

En ese sentido, un estudio de la Asociación Médica de Texas, marca que el tenis es una de las actividades menos riesgosas que existen: en una escala del 1 al 10, está en el nivel número 2, por debajo de ir a caminar, a correr o a jugar al golf.

“El protocolo que hizo la AAT es muy detallado. Casi te diría que es extremadamente cuidadoso y hasta por demás, porque hay cosas que pide el protocolo que realmente no serían necesarias o que no se cumplen en ninguna otra actividad. Pero estamos de acuerdo y las vamos a cumplir todas. Está todo previsto en los clubes y vamos a cumplir y vigilar porque ninguno de nosotros quiere estar haciendo daño o transmitiendo la enfermedad ni nada”, concluye Luis Diez.

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Delfina Tremouilleres

Delfina Tremouilleres

Periodista de Información General.

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