El director médico del Instituto Cadiovascular de Buenos Aires (ICBA), Alberto Alves de Lima y el subjefe de Oncología Clínica del Instituto Alexander Fleming (IAF), Matías Chacón alertaron sobre la caída en las consultas de enfermedades no transmisibles y el aumento en la mortalidad de enfermedades cardiológicas, onclógicas y neurológicas. Es decir, de aquellas que requieren un diagnóstico precoz, un rápido tratamiento y controles frecuentes.
Por eso, además de dar a conocer las últimas estadísticas de sus instituciones, los especialistas insistieron en la necesidad de alentar a los pacientes a retomar el cuidado de su salud y la prevención sin más demoras. A tres meses de que se decretara el aislamiento social, preventivo y obligatorio, Alves de Lima concluyó que "todo lo que hemos avanzado en prevención en los últimos 30 años se cayó como una torre de naipes". Las proyecciones del especialista son preocupantes: "Sin un correcto control de los factores de riesgo, se estima que habrá entre 7.000 a 10.000 fallecidos más a las 100.000 muertes que existen al año por causas cardiovasculares”, aseguró.
La alerta de Alves de Lima no es menor: según datos del ministerio de Salud de Nación, en el 2017 fallecieron 97.219 personas por causas cardiovasculares, lo que representa el 28,5% del total. Es decir, 1 de cada 3 personas. En el contexto de pandemia y de temor a realizar consultas, la situación se agrava. “Según el último estudio de Stent-Save a Life, donde se compara abril y mayo del 2019 con mismo período del 2020, hay una reducción del 50% de pacientes que asisten al hospital por infarto y, en contrapartida, se ve una duplicación de la mortalidad. Desde nuestra institución podemos afirmar dicho porcentaje ya que lo vemos diariamente en la disminución de ingresos por emergencias, por infartos agudos de miocardio”, subraya Alves Lima.
Desde su institución revelaron que, en estos tres meses, las consultas totales por emergencia cayeron un 32%. La cantidad de ingresos a internación se redujo en un 18%, el porcentaje de ocupación de internación general un 12%, el porcentaje de ocupación en áreas críticas un 24% y la cantidad de cirugías cardíacas centrales bajó en un 48%.
Para concientizar sobre la importancia de los controles, el especialista pone como ejemplo lo que sucede con un infarto agudo de miocardio. Su pronóstico va a depender del tiempo transcurrido desde el inicio de los síntomas hasta la instauración del tratamiento para abrir la arteria obstruida. Los mayores beneficios están dentro de las primeras 3 a 6 horas. Si se demora más de 12 horas, la mortalidad puede duplicarse, y si la persona no consulta, puede aún triplicarse.
Con respecto a lo que sucede en el ámbito de la oncología, Chacón explicó que “el cáncer es una enfermedad de muchas caras pero en la mayoría de los casos el tiempo entre el diagnóstico y la intervención es crucial. La revista Science ha reportado un potencial incremento de la mortalidad por cáncer en los próximos 2 años debido al efecto del congelamiento en las prácticas durante la pandemia. Si bien existen variables regionales y ambientales dependiendo de la extensión del período de confinamiento, es imperativo actuar en conjunto con la política sanitaria local y global”.
Según el experto, durante la pandemia hubo una caída en los estudios preventivos como mamografías, papanicolau y fibrocolonoscopías. "Al cáncer no le importa si estamos en cuarentena, su crecimiento dentro del organismo va a continuar su ritmo habitual y, como es una patología en la cual los días cuentan, la demora de un diagnóstico precoz empeora el pronóstico de sobrevida", insistió Chacón. Del mismo modo, llamó a los pacientes a no abandonar sus controles o tratamientos, ya sean quirúrgicos, por quimioterapia o radioterapia.
Con respecto a las estadísticas que viene registrando el IAF, Daniel Mysler, jefe del Departamento de Diagnóstico por Imágenes de la institución, aseguró que si bien las tomografías y biopsias disminuyeron, "lo han hecho en menor medida porque los pacientes las suponen como exámenes no postergables". En cambio, las mamografías y ecografías han caído abruptamente por ser considerados estudios de control que pueden posponerse.
En este sentido, el IAF registró una caída del 50% en cirugías; del 34% en diagnóstico por imágenes; del 34% en laboratorios; y del 37% en medicina nuclear. En cuanto a la atención en consultorio, alertó una baja del 40% y, en las guardias, del 55%. Las ecografías y mamografías se redujeron en un 44% y las punciones en un 25%.
En este escenario, Alves de Lima insistió: "No hay que quedarse en casa y decir ‘por el covid no voy a controlarme la presión’ o ‘iba al cardiólogo pero ahora, no’. Los hospitales han hecho infinidad de cambios para seguridad de los pacientes y los médicos. No tengo dudas de que es más fácil contagiarse de covid yendo al supermercado, en el transporte público o en reuniones, que en nuestras instituciones, que han hecho enormes inversiones para que estemos todos protegidos".
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por R.N.
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