Están en todos lados, en los paradores más exclusivos y en pleno centro. Y no es casual: las trenzas playeras son el detalle veraniego que nunca pasa de moda. Los artesanos lo saben y desde que empezó la temporada salen a caminar con sus carritos en jornadas que arrancan a media mañana y terminan cuando se pone el sol.
Mariela tiene su puesto hace ocho años. Antes vendía pareos, pero se dio cuenta que como artesana podía fabricar ella misma las trenzas y ganar más dinero. ¿El secreto? Que los materiales de este accesorio tan característico de los veranos cambien según las tendencias de cada año.
"Ahora, por ejemplo, están volviendo de a poco las semillas de coco, que se habían dejado de usar. Igualmente, los caracoles, las piedras y los canutillos de colores son los materiales que siempre tenés que tener. En cuanto a los motivos, también cambian. Este año sale mucho blanco y celeste, el año pasado todos pedían algún canutillo con el dibujito de Angry Birds", cuenta.
Hay trenzas para todos los gustos: están las cocidas que se hacen en el momento, las que se enganchan como si fueran un accesorio y las que se trenzan con kanekalon, una fibra sintética muy extendida en la industria capital.
Mariela es su propia modelo: a veces usa algunas de las trencitas que se enganchan, pero este año optó por el kanekalon azul. "Las piden mucho porque tenés de todos colores. Y si las cuidás bien te pueden durar hasta cuatro meses", agregó.
Fotos: Pablo Cuarterolo (Desde Pinamar)
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