Mientras Buenos Aires cumplió ayer 90 días de cuarentena, una de las más largas del mundo, detrás de Perú, la tercera ciudad de Argentina, Rosario, avanza en la salida del confinamiento. Aunque siempre hay temor a los rebrotes, Rosario ha logrado buenos resultados en el control de la pandemia gracias al aislamiento temprano que decretó Argentina y a la extensa red de salud pública de la ciudad, y así lo reflejó ayer el canal de TV pública alemana Deutsche Welle (DW) en un informe en su señal en español, para toda Latinoamérica.
Este 8 de junio Rosario se convirtió en la envidia de las dos primeras ciudades del país, Buenos Aires y Córdoba. Por la baja cantidad de casos de coronavirus, reabrieron los bares y restaurantes. Incluido VIP, el establecimiento de Lionel Messi. También reabrió el mítico bar El Cairo, donde el escritor Roberto Fontanarrosa se encontraba con sus amigos en la llamada mesa de los galanes. Uno de ellos, El Negro Centurión es el relacionista público de El Cairo: "Tenés 50% de la capacidad disponible. Con eso te controlan que no haya aglomeramiento de público. Está bien. Todo es por la seguridad. Nadie lo hace antojadizamente para molestarte ni para que vos pierdas plata. La cosa está dada así y hay que aguantarla". Pero están mejor que durante los dos meses y medio que permanecieron cerrados. Eso sí, a cada cliente deben tomarle la temperatura, el nombre y los números de documento y teléfono.
También desde el 8 de junio los rosarinos pueden salir cualquier día a caminar, correr, andar en bicicleta o a reunirse con hasta diez personas. El , kinesiólogo Fernando Flores aprovecha para pasear con su hija Sofía por la costa del río Paraná: "Lo que uno comienza a disfrutar es juntarse con amigos. Creo que lo afectivo era lo que estaba un poco más limitado por la distancia, por la no presencia más que nada. Porque uno virtualmente por ahí se conectaba. Creo que eso es lo que más se comienza a disfrutar paulatinamente". Este kinesiólogo destaca que Argentina haya aplicado en forma temprana la cuarentena y que Rosario haya invertido durante décadas en la salud pública.
El secretario de Salud Pública rosarino, Leonardo Caruana, explica por qué su ciudad ha controlada por ahora la epidemia: "La intervención oportuna, la gran infraestructura pública de los servicios de salud, que nos permitió una intervención en cada uno de los territorios. En los barrios vulnerables se han dado casos de circulación comunitaria (del virus) y hemos podido trabajar oportunamente con una alerta temprana, con una articulación público-privada y de los laboratorios". En la sede de la Secretaría de Salud funciona un laboratorio. La ciudad tiene además 80 centros de atención primaria y cuatro hospitales de alta complejidad. En tres meses y medio solo ha habido 115 contagiados, de los cuales dos fallecieron.
por R. N.
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