Time ubicó en su última portada a Greta Thunberg como “Persona del Año”. La edición incluye un reportaje con la protagonista durante su travesía en catamarán hasta su llegada a Madrid para la COP25 el pasado 6 de diciembre. "Lo que se debe hacer en la COP es encontrar soluciones holísticas pero parece que se ha convertido en una oportunidad para que los países negocien lagunas y eviten aumentar sus ambiciones", alertó Thunberg durante el Plenario de la COP25, recibiendo un largo aplauso del público.
Salto. En poco más de un año, concretamente desde agosto de 2018, Thunberg ha conseguido movilizar en todo el mundo a miles de jóvenes. Cara de la nueva política mundial, su influencia le permitió reprender -fiel a su estilo- a Donald Trump y Jair Bolsonaro. En septiembre justamente comparecía ante la ONU y advertía que “si fallaban no se lo iba a perdonar”. “Ustedes me han robado mi infancia y aún así yo soy una de las afortunadas. La gente está sufriendo y muriéndose y ustedes solo pueden hablar de dinero", declamaba enojada ante las cámaras.
La activista se ha convertido en un fenómeno mundial: en Madrid miles de personas la esperaban, tanto en la estación de Chamartín como en la COP. Haciéndose eco, Time destaca que, a pesar de no ser "ni una científica ni una política, ni tener acceso a sectores de influencia, Thunberg ha reunido el valor para decir la verdad al poder, lo que le ha valido ser ícono para una generación".
Y lo refrenda en la palabra del presidente francés Emmanuel Macron, que afirmó que las actuaciones de Thunberg y de los jóvenes lo ayudaron a "cambiar". "Cuando se es líder, y cada semana hay jóvenes que se manifiestan con ese mensaje, no se puede permanecer neutral", reconocía Macron. “Greta aborda los problemas del mundo con el peso de un anciano”, sentencia Time en su reportaje de esta semana.
Ícono. Su recorrido político se inició apenas un año atrás, convocando a jóvenes de todo el mundo a participar en las huelgas climáticas cada viernes, las manifestaciones de Fridays for Future que se convirtieron en un movimiento global para reclamar medidas contra el cambio climático. “Es una de las protestas más importantes de los últimos 50 años en Alemania”, apoya el director teatral Matthias Lilienthalel, a cargo del Múnich Kammerspiele, una de las salas donde se representa la vida de Greta y su mensaje (también se suman el Teatro Joven de Gotinga, el Teatro Estatal de Mecklemburgo y el Teatro Estatal de Saarland).
"Estos adolescentes salvarán el futuro" es el nombre de la obra en la que participan alumnos y estudiantes, buscando traccionar al mismo público jóven que se acercó a la política de la mano de la activista sueca.
"Parece como una clase gigante, donde la gente se entiende perfectamente y sale a la calle con los mismos objetivos", añade Lilienthalel. “Con estas protestas los individuos se hacen visibles con sus esperanzas, sus miedos, su ira, sus demandas", explica.
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