Libros: Cuentos recomendados y una crónica del atentado a la AMIA

“Esa gente que no conocemos” de Lydia Davis. Eterna Cadencia, 328 pgs., $ 27.500.

Muchos la conocen como la primera mujer de Paul Auster. Pero, la sola mención de ese vínculo desmerece la obra de esta ensayista, traductora y cuentista, considerada una de las escritoras más destacadas de Estados Unidos. Aunque escribió una novela en su juventud (“El final de la historia”, recién reeditada por Alpha Decay y distribuida en la Argentina), el relato breve es su mejor lugar de expresión.

El sello Eterna Cadencia ha publicado ya una colección de sus cuentos titulada “No puedo ni quiero” y “Ensayos I”. Ahora, llega su último libro, un conjunto de textos muy diversos donde Davis parece preguntarse, una y otra vez, qué puede ser narrado.

El diálogo casual de una pareja, el chat intrascendente de un grupo de vecinos, la descripción de una calle, el origen de una palabra, ese es el material de los cuentos que tienen una medida mínima (dos líneas) o se extienden por varias páginas.

Davis ha hecho del relato muy breve una obra de arte. Una literatura atípica que merece conocerse.

Lydia Davis

“Un puñado de flechas” de María Gainza. Anagrama, 248 pgs., $ 21.500.

Los artistas vienen al mundo con un número limitado de flechas doradas, le dijo Francis Ford Coppola a la narradora, el año en que vivió en Buenos Aires filmando “Tetro”. Acertar con la obra perfecta es difícil, el talento no es ilimitado. Esta historia es la primera del último libro de María Gainza que llega a las librerías después de su exitoso debut, hace ya varios años, con “El nervio óptico” y “La luz negra”. La receta es parecida: un conjunto de relatos que cruzan ficción y crónica periodística (Gainza es crítica de arte) y que rescatan personajes reales en situaciones casi desconocidas. El hilo temporal va y viene, de Tiziano a Kuitca y de Bodhi Wind (un muralista cuya obra solo puede verse en una película de Robert Altman) a Alberto Goldenstein. Cuadros, escritores y artistas son analizados con la lupa irregular de una narradora interesada: la que construye su propia poética en los repliegues creativos de otros.

Más divertida aún que antes, imposible pasar de largo frente al nuevo libro de María Gainza.

María Gainza

“Después de las 09:53” de Javier Sinay. Sudamericana, 432 pgs., $ 20.999.

El primer mes de investigación del Caso AMIA contiene el germen de lo que la causa y sus protagonistas padecerán a lo largo de 30 años de impunidad. Con esa premisa, Javier Sinay construye un texto marcado por el tiempo, entre el 18 de julio a las 09:53 y el 18 de agosto de 1994. Día a día, casi minuto a minuto, en su crónica participan todos los involucrados: las víctimas, los sospechosos, los espías, los jueces, los políticos. El inmenso trabajo del periodista tiene el doble propósito de poner orden, para los lectores que no conocen el caso a fondo, a una información que fue volviéndose más y más confusa a los largo de las décadas. Por otra parte, se trata de una investigación que aporta nuevos datos e interpretaciones al análisis del peor atentado de la historia argentina.

Con los atributos de una excelente pieza literaria, Sinay reafirma que es uno de los mejores exponentes del libro de no ficción.

Javier Sinay