“Cuando empiezo a leer una novela, a las pocas páginas me pregunto ¿por qué estoy leyendo esto? ¿Tengo que leerlo? Y como, efectivamente, no tengo ninguna obligación, no tengo una respuesta. Desalentado, la cierro y la descarto. Lo malo es que voy a terminar no leyendo nada, porque esto se aplica a otros géneros, a toda clase de lectura.
Sin embargo, hay una respuesta.
-¿Por qué estoy leyendo esto?
-Porque ya lo leí.
Ahí hay un motivo sólido, innegable. Uno leyó ese libro en ese tiempo, quizás en su juventud, cuando no se planteaba tantas cosas. Pues bien, volver a leerlo ahora se justifica biográficamente. Si en otra época yo mismo encontré un motivo para leerlo, ese motivo sigue vigente y no necesito otro”.
Este breve texto pertenece al último libro de César Aira, la colección de ensayos “Ideas diversas” (Blatt&Ríos), nuevo capítulo del libro “Continuación de ideas diversas” editado por Universidad Diego Portales, que a su vez es prolongación de "La trompeta de mimbre", publicado hace muchos años por Beatriz Viterbo.
Como todo lector de Aira sabe, los ensayos del autor pueden ser tanto o más interesantes que sus ficciones. En todo caso, unos funcionan perfectamente en relación con las otras. Los temas son variadísimos e inesperados, con la literatura como campo fundamental de reflexión. Desde miradas sobre escritores, como Alejandra Pizarnik o Luis Chitarroni, a análisis de géneros ficcionales (como las novelas de género “fantasy”) o experiencias como espectador frente a obras de arte famosas, o disquisiciones sobre temas cotidianos, como las ventajas de leer en papel o en soporte digital.
“Son textos que le salen espontáneamente y él va acumulando en sus cuadernos -nos cuenta Damián Ríos, su editor en Blatt&Ríos-. En medio de la escritura de su narrativa surgen estas anécdotas, estos resúmenes, estas iluminaciones. Cuando adquieren un volumen en sus libretas, las pasa a la computadora y tira las libretas. Después hace una selección para publicar, porque el fragmento breve tiene que estar muy bueno. Finalmente, viene la última etapa en la que trabaja con nosotros. En este caso, decidimos darle un orden alfabético a los textos”.
“Yo cuando escribo actúo como los niños, no como los adultos. El escribir utilitario no me basta; quiero decir el escribir transitivo, escribir 'algo', ir a algún lugar. Yo querría practicar una escritura que fuera solo 'ir', sin 'algún lugar'”, dice Aira. Y eso hace en “Ideas diversas”, arribar en parajes inesperados, a donde lo llevan sin plan previo los pensamientos que lo asaltan.
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