“El amor se hace más grande y más noble en la calamidad”, anuncia Garcia Márquez en su mítica obra “El amor en los tiempos de cólera”. Si alguien no la leyó se la voy a spoilear, porque eso no cambiará en nada el placer que auguro sentirán al leerla por primera vez. García Márquez escribió esta historia en 1985, aun era el siglo XX (que hoy en vistas de la pandemia, el teletrabajo y el sexo virtual, pareciera que hablamos del paleolítico), pero lo cierto es que mucho la señalan como su obra menos política, la que no narra la miseria social sino la miseria del alma, la que no pertenece al realismo mágico ni a la familia Buendía, la que está más cerca de la melancolía humana, la que más agujeritos forma en el corazón de quien la lee. La que habla del amor.
Pero hoy no estoy segura de que no sea una obra política, reveladora, adelantada, ya que "El amor en los tiempos de cólera" cuenta la historia de Fermina Daza, que fue una mujer que gozó de buena educación, y de la guía de su tía, para convertirse en una dama digna de la clase social a la que siempre perteneció. En su juventud, así como en su vejez, tuvo un romance con Florentino Ariza, cuya única obsesión de vida fue casarse con ella.
Cuando la familia le prohibió a Fermina tener vínculo alguno con Florentino, ella acepta casi por obligación unirse en matrimonio con el médico Juvenal Urbino, un hombre de su misma clase social, digno de ella, de su cariño y de su compañía. Todo esto mientras en su mundo hay una peste, igual que ahora.
García Márquez lo sustenta en una metáfora del trabajo de Sigmud Freud, “Tótem y Tabú”, donde se hace una analogía entre el desarrollo de las sociedades primitivas, y nada menos que el desarrollo individual del psiquismo humano. La tesis central de Freud queda expresada en la hipótesis de que existiría un origen común del totemismo, es decir el sistema de creencias y adoración que muchos pueblos primitivos tenían hacia los tótems y la exogamia. Determinados por el conflicto humano fundamental entre el deseo y la prohibición. Poniendo sobre la mesa lo arbitrario y subjetivo del deseo y sobre todo de la prohibición en algunas ocasiones.
En 1985, cuando se escribía “El amor en los tiempos de cólera” parece que lo prohibido era ser de clases sociales distintas para enamorarse. Pero, ¿qué sería lo prohibido en el amor hoy en el 2020 en medio de la educación online, la inteligencia artificial y los autos que casi se conducen solos? Donde las marcas venden ropa y zapatillas sin género, porque las identidades no binarias no solo se explican sino que se ejercen.
En este momento de datos y aceleración digital, además, hubo en varios países un boom de ventas de este clásico. "El amor en los tiempos del cólera". ¿Será parte de la retromania?
Lo que estamos viviendo, nuestras ideas, nuestros hábitos, el horizonte de posibilidades en distintos aspectos de la vida, está profundamente vinculado con un pasado histórico particular (tanto individual como social). Por ejemplo, el amor desde el principio de los tiempos se da, es, se constituye, por conocernos en el espacio físico, casi exclusivamente.
Esto es hasta 1990 dónde nace la bendita Internet y abre la puerta a conocernos también, a través del espacio virtual. El cual en el año 2020 se convirtió muchas veces en la única opción de espacio. Por ejemplo para parejas que quedaron separadas a la distancia por la cuarentena, por ejemplo para personas que querían dejar de estar solas en un contexto de emergencia sanitaria. Por ejemplo, para parejas que decidieron casarse por Zoom.
El amor y la familia en la post pandemia serán imprescindibles en todas su formas, pero también será imprescindible preguntarnos: ¿Por qué cuesta tanto deconstruir los parámetros que algunos siguen enunciando como "normales"? Los matrimonios entre personas del mismo sexo por ejemplo han existido en diversas culturas a lo largo del tiempo, y fue la occidentalización del mundo lo que llevó a su desaparición ¿Por qué pasó? ¿Las familias heterosexuales se propagaron porque eran las más rentables económicamente? ¿Por qué aún cuesta tanto el amor? ¿La prohibición y el deseo van de la mano? ¿Cómo será el amor en el 2049? ¿Y en el 2061, cuando vuelva a pasar el cometa Halley? ¿Y cuál será el deseo romántico que pedirán los enamorados al verlo? (¿o ya se dirá definitivamente "les enamorades"?) ¿Nos amaremos más y mejor post pandemia? ¿Existirán besos sin paranoia de contagio?
El amor se hace más grande y más noble en la calamidad dice García Márquez, y le vamos a creer.
*Investigadora, docente, especialista en transformaciones culturales y productora audiovisual.
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por Natalia Notar*
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