El 15 de octubre de 2007 el Departamento de Estado y el Departamento del Tesoro de los Estados Unodos embargaron bajo orden ejecutiva 13382 al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán por otorgar apoyo a actividades terroristas. Lo acusaron de proporcionar soporte a los talibanes y al Hezbollah.
El 6 de junio de 2022, el Boeing 747-300M, matrícula YV3531, perteneciente en principio a la Compañía EMTRASUR, que operaba el vuelo 9218, arribó a la Terminal de Cargas (TCA) del Aeropuerto de Ezeiza con 19 tripulantes de nacionalidad venezolana e iraní.
La aeronave es iraní, no venezolana, y pertenece a la empresa Qeshm Fars Air previo a pertenecer a Mahan Air. Existen documentos donde figura la supuesta transferencia de la propiedad, un claro entramado jurídico de enmascaramiento típico de una operación especial de inteligencia llevada a cabo por Irán.
Su piloto Gholamreza Ghasemi forma parte de la Fuerza Al Quds, la fuerza de elite de la Guardia Revolucionaria iraní, que opera y canaliza objetivos para llevar la Revolución al mundo. Además, distintas versiones -entre ellas una afirmación del Presidente de Paraguay Mario Abdo Benítez- indican que los tripulantes tienen vínculos con el terrorismo. “Uno se operó la cara, para cambiarse la cara, en Cuba. Imagínense, parece una película”, afirmó el primer mandatario paraguayo. Se trataría de Mohammad Khosraviragh, de 39 años.
La fuerza Al Quds, a veces de forma subrepticia, otras veces en conjunto con el ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, este último naturalmente legal, asisten a los centros iraníes situados en el extranjero que difunden la revolución y ha servido como punto de apoyo central para las actividades de inteligencia y especialmente las actividades operativas de dicha fuerza.
En el seno de este ministerio de Relaciones Exteriores de Irán ha estado funcionando el "Departamento 240", cuya misión ha sido actuar de enlace entre la cancillería y el Vevak (Ministerio de Inteligencia de Irán) coordinando el accionar de los agentes y espías destinados en el exterior con cobertura diplomática y aquellos que cuentan con otro tipo de cobertura y pertenecen a la fuerza Al Quds.
En este marco, cabe recordar que para el atentando acaecido 18 de julio de 1994 en la sede de la AMIA en Buenos Aires, Irán utilizó una estructura clandestina de inteligencia y espionaje que otorgó capacidad logística y operativa.
La decisión del atentando fue tomada por el llamado Comité de Asuntos Especiales, conformado en esa ocasión por Alí Khamenei -Guía Espiritual del país-, Alí Akbar Rafsanjani, Alí Akbar Velayati y Alí Fallahijan, en una reunión celebrada el l4 de agosto de 1993 en la ciudad iraní de Mashad.
La operación fue originada en la llamada "Oficina de Inteligencia y Seguridad", presidida por el propio presidente Rafsanjani e integrada por el Ministro de Inteligencia y Seguridad Alí Fallahijan, los jefes de la fuerza Al Quds, Ahmad Vahidi, del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria (PASDARAN) Mohsen Rezaí y el Ministro de Relaciones Exteriores, Alí Velayati.
Ante la pregunta de si puede la Argentina ser blanco de otro atentado terrorista debemos, primero, por imperativo profesional, aclarar dos cuestiones.
La primera cuestión: información de inteligencia no es información judicial.
La inteligencia es mucho mas amplia, completa, abarcativa y compleja, es la actividad de reunión, obtención, sistematización, análisis y diseminación de información específica sobre hechos, riesgos, amenazas y/o conflictos que puedan afectar la seguridad interior, los medios de defensa o las relaciones exteriores de la Nación.
La segunda cuestión: como actividad preventiva e indelegable del Estado que tiene como obligación preservar los intereses de la Nación frente a cualquier tipo de amenaza, tanto de naturaleza interna o externa, la inteligencia es la denominada actividad “madre”, pero específicamente cuando se trata de prevenir o evitar actividades de inteligencia de eventuales adversarios, enemigos u oponentes se activa lo que en la jerga se denomina “la gran disciplina”, la contrainteligencia.
La Argentina se encuentra nula de inteligencia, resulta ser un país “bobo”, la desarticulación del sistema de inteligencia nacional desde 2003 a la fecha ratifica el estado de indefensión en la materia. Si es nula la inteligencia, la contrainteligencia no existe, y mucho menos aún la subactividad de la contrainteligencia: el contraespionaje.
A su vez, al carecer de contrainteligencia, la actividad contraterrorista que debe desplegar el Estado resulta insustancial.
El alineamiento ideológico y geopolítico del actual gobierno del presidente Alberto Fernández con el eje Irán-Venezuela-Cuba (no olvidemos Rusia, China y Nicaragua) tiene su correlato en la destrucción e inactivación del sistema de inteligencia argentino como objetivo.
Por ejemplo, la ex interventora de la Agencia Federal de Inteligencia Cristina Caamaño generó la mayor filtración de datos de la inteligencia argentina en democracia, revelando:
· Seis convenios internacionales secretos, con Estados Unidos, España, Bolivia y Paraguay.
· La estructura orgánica de la AFI con el nombre y la identificación de cada uno de los mandos jerárquicos.
· El nombre de más de 2000 agentes y ex agentes 181 de los cuales figuran con su DNI.
· Los nombres de los agentes de la AFI destinados en Francia, Gran Bretaña, Rusia, España, dos en Bolivia, Alemania, Perú, Venezuela, Colombia y Paraguay.
· El nombre del agente que hace más de 15 años la AFI tenía destinado en el Líbano, donde justamente opera Hezbollah.
Por otra parte, el actual titular de la AFI, Agustín Rossi, afirma a diestra y siniestra que los ciudadanos iraníes del avión son entrenadores que enseñaban a pilotear el avión a los ciudadanos venezolanos. Un dislate. Una afirmación propia de un trasnochado, que además roza el cinismo si recordamos la mecánica del atentado a la torres gemelas en Nueva York el 11 de septiembre de 2001.
Tal vez, tamaño desatino del flamante titular de la inteligencia argentina tuvo lugar como consecuencia de algún pedido (no confirmado) por parte de funcionarios de la Embajada de Venezuela en Argentina, para que el sistema de seguridad nacional no interfiriera ni ejerciera su función con el avión referido ni con su tripulación, ya que dicho avión podría haber estado siendo observado por agencias de inteligencia extranjeras (hecho cierto y corroborado) pero debía hacer una escala en territorio argentino para realizar “una tarea de manutención técnica”.
El desmantelamiento y debilitamiento absoluto del sistema de inteligencia y su consecuente contrainteligencia nos coloca a merced de cualquier intención terrorista que pretenda volver a elegirnos como blanco.
Tanto el Vevak como la Guardia Revolucionaria, como el grupo de elite Al Quds, planifican a mediano y largo plazo sus operaciones internacionales.
También suma a todo lo expuesto que estos días el gobierno fue advertido sobre un posible ataque terrorista al periodista del medio Infobae, George Chaya, especializado justamente en la temática.
Sin lugar a dudas, la Vevak, la Guardia Revolucionaria y su brazo de elite Al Quds se encuentran en estado operativo pleno a nivel mundial.
El 23 de junio de 2022 la inteligencia turca reveló que logró frustrar un intento de ataque iraní en Estambul el viernes 17 de junio de 2022. La inteligencia iraní planeó secuestrar a diplomáticos y turistas israelíes en Estambul. Los perpetradores ya estaban en Estambul. Uno de los objetivos, según el informe, era el ex embajador israelí y su esposa que se alojaban en un hotel de la ciudad en el distrito de Beyoglu. La inteligencia turca y la policía local arrestaron a cerca de diez sospechosos, incluidos colaboradores locales, en el Hotel Sol, y otros tres departamentos alquilados en el área de Estambul.
Las operaciones terroristas de Irán en Turquía han aumentado de manera considerable en los últimos dos años.
No puede soslayarse que el 03 de enero de 2020 el general iraní Qasem Soleimani, entonces comandante de la fuerza Al Quds, fue asesinado en el aeropuerto internacional de Bagdad, Irak, en una operación de contrainteligencia activa, prometiendo el régimen iraní venganza por este ataque. Una operación de contrainteligencia activa es aquella que tiende a neutralizar definitivamente al adversario, enemigo u oponente.
A ello, debe sumarse que varios iraníes han muerto o han sido asesinados en Irán en extrañas circunstancias en los últimos dos meses, sospechándose que son operaciones del Mossad israelí.
De los fallecidos, dos son científicos que, según una fuente iraní, fueron envenenados. Otro, un coronel de la Guardia Revolucionaria, más precisamente el coronel Sayyad Khodai, que recibió cinco disparos en la cabeza cuando se encontraba en su coche en la puerta de su casa. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Said Khatibzadeh, advirtió: “Los enemigos jurados del sistema sagrado de la República Islámica de Irán han mostrado una vez más su naturaleza malvada con el asesinato y martirio de uno de los efectivos de la Guardia Revolucionaria Islámica".
También debe tenerse en cuenta el asesinato del científico iraní Mohsen Fakhrizadeh el 27 de noviembre de 2020, quien era considerado por las agencias de inteligencia de Occidente como el cerebro detrás del programa secreto de armas nucleares de Irán y el "padre de la bomba iraní".
El 22 de junio de 2022 arribó al Aeropuerto Internacional de Santiago, Chile, un avión matrícula YV3533 operado por la línea estatal venezolana Conviasa, la misma aerolínea que fue sancionada por el Departamento del Tesoro estadounidense, en febrero del año 2020 y, que opera el Boeing 747-300M, matrícula YV353 arribado a nuestro país.
Esta aeronave que pertenecía a una aerolínea iraní estatal también está en lista negra de los Estados Unidos por su relación con grupos terroristas. Este avión que aterrizó en el Aeropuerto Arturo Merino Benítez lo hizo en un vuelo directo desde Caracas a Santiago.
El gobierno del presidente Boric en Chile maneja en absoluto hermetismo la cuestión, sin embargo, distintas fuentes de inteligencia chilenas indican que existe gran preocupación por conocer la identidad de sus tripulantes y las motivaciones del vuelo, en especial, porque este avión en particular es el mismo avión que el 15 de marzo llevó al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en una gira internacional por Turquía, Argelia, Irán, Dubai y Qatar.
En este contexto se nos presenta un dato alarmante. El general Javad Ghaffari, quien era jefe de la fuerza Al Quds en Siria, fue trasladado para comandar las operaciones especiales de la Guardia Revolucionaria (llevadas adelante por la Unidad 4000). La Unidad 4000 es la que planifica y posteriormente materializa a nivel táctico-operativo los ataques y secuestros, tratándose de un hecho trascendente el nuevo nombramiento de Ghaffari en el marco de una ostensible agudización de acciones terroristas por parte de Irán.
Ante el interrogante planteado, si la Argentina puede ser blanco de otro atentado terrorista, la respuesta es clara: sí.
El régimen de Irán ha sido severamente golpeado desde enero de 2020 por distintas operaciones especiales de contrainteligencia activa por varios servicios de inteligencia. Estas operaciones tuvieron por objetivo neutralizar algunas de sus capacidades iraníes más sensibles en materia de Inteligencia, tanto desde el punto de vista analítico como táctico-operativo. También tuvieron como objetivo mermar el potencial del régimen en el desarrollo de su programa nuclear.
Volver a elegir a la Argentina como blanco tiene varios fundamentos. Uno bastamente conocido, la comunidad judía más grande de Latinoamérica tiene asiento en nuestro país; otro, los iraníes y el Hezbollah pudieron vencer nuestros sistemas contrainteligentes en dos oportunidades logrando su objetivo en 1992 y 1994.
¿Deberíamos entender entonces este desmantelamiento del sistema de inteligencia argentino como un plan pergeñado con el propósito de, ante un eventual cambio de gobierno en 2023, allanar el camino a eventuales propósitos terroristas en territorio nacional, ya que seguramente el realineamiento geopolítico con Occidente sería inevitable?
En términos de modalidad operativa, potencialmente podría tratarse de un ataque de menor escala comparado con aquellos del 92 y 94, ya sea un secuestro o asesinato de algún blanco sensible, como así también podríamos ser objeto de un ataque en la modalidad de lobo solitario (“lone wolf”).
En cuanto a la oportunidad, deberíamos prestar especial atención de aquí a un año y medio a todas aquellas actividades públicas y privadas relacionas con la comunidad judía en nuestro país, instituciones educativas, centros religiosos, conglomerados y grupos económicos, individualidades prestigiosas, reforzando la seguridad física y colocando en máxima alerta el sistema de seguridad.
Cabe recordar también que el mundial de fútbol de Qatar a desarrollarse en el mes de noviembre resulta ser un contexto propicio para llevar adelante ataques terroristas en nuestro país o en suelo latinoamericano.
* Por Raúl Rosa, abogado y ex titular de la división de Casos Especiales (2002/2006) de la Secretaría de Inteligencia de Estado, actual AFI.
por Raúl Rosa*
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