En épocas de tanto empoderamiento femenino, aun hay muchas mujeres que fingen el tan merecido orgasmo. Desde el tantra descubrimos que justamente ahí radica el bloqueo al placer: en la ansiedad. “Acabar” se convirtió en una meta más, un logro, una buena perfomance.
Para recuperar la sensibilidad y abrirnos al placer, como explico en "Fitness Espiritual", hay ciertas llaves tántricas que pueden convertirse en un verdadero empoderamiento, dentro del ámbito del sexo.
1. Dejá de fingir. Esperá a que el placer sea real: primero hay que animarse a ser verdadero. No hay que actuar ni exigirse resultados que no existen. Hacer espacio le dará la bienvenida a nuevas experiencias.
2. Conectá con tu respiración. ¿Ya te diste cuenta que cada vez que cambia tu estado de ánimo cambia tu respiración? Cuando inhalamos, le decimos "sí" a la vida. Por eso, animate a respirar profundo y conectarte con el placer de estar vivo.
3. Autotoque amoroso. La masturbación femenina sigue siendo un tabú en pleno siglo XXI. Sin embargo, Por naturaleza, tenemos el derecho de sentir placer. Aprendé a darte amor, a conocer lo que te gusta (quizá puedas compartirlo con tu compañero/a) y no te apresures, porque tocarse no tiene que ser una carrera para lograr la descarga de tensión.
4. Meditá. Cuanto más relajada y en presencia estés, mayor será tu placer a la hora de hacer el amor.
5. Comunicación clara. El otro no tiene por qué adivinar lo que te gusta y lo que no. Es muy importante que le expliques y enseñes a tu compañero/a cómo te hacen sentir sus estímulos. Una buena pregunta es: “¿Cómo se siente esto?”. Porque, que el otro/a sea un buen amante, también depende de vos.
6. La pornografía es ficción. Si te gusta ver sexo explícito o contenido erótico, está buenísimo. Pero es como ver una película y querer que tu vida sea igual. Tené en cuenta que el porno es un contenido guionado, con efectos especiales y actuado. Nada que ver con un encuentro real e íntimo.
7. Amar a tu cuerpo. Antes de amar a otro, amate mucho a vos misma. Encariñate con tu cuerpo, dale amor y convertilo en una herramienta para poder dar y recibir placer.
*Por Agustina D'Andraia. Periodista y escritora. Autora de "Fitness Espiritual" (Grijalbo), en el que facilita meditaciones tántricas.
También te puede interesar
por Agustina D'Andraia*
Comentarios