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PERSONAJES | 24-05-2016 19:43

Jaime Bayly: "No sé cómo no morí de una sobredosis"

Lanzó nueva novela, donde cuenta cómo dejó a su novio por una mujer 23 años menor que él y volvió a ser padre. Promete que será el último libro biográfico. Bipolaridad y bisexualidad.

En sus (auto) retratos literarios, Jaime Bayly pone su paleta al servicio de los granos erectos de pus y de las cicatrices que pueden reflejar algunas miradas. Obsesivo y minucioso, relata los pormenores de su vida sexual, laboral y afectiva. Si como entrevistador televisivo logra climas intimistas y cálidos; en sus libros descarga la ametralladora discursiva. En “El niño terrible y la escritora maldita” detalla cómo en 2010, con novio blanqueado, se enamoró de una mujer 23 años menor, decidió ser nuevamente padre y puso en jaque el vínculo con sus hijas, sus intereses económicos y su reputación. En un tono suave, pronuncia frases picantes.

Noticias: En 2012 le preguntaron qué errores no iba a repetir con su hija Zoe (5) y contestó que trataría de preservarla de sus zonas oscuras. Pero su novela está dedicada a la niña, con la leyenda: “Esta es la historia de cómo llegaste al mundo”. ¿Por qué cambió de idea?

Jaime Bayly: Ella lo leerá cuando sienta curiosidad. Cuando me enamoré de Luis (Corbacho), mi novio argentino por siete años, mi ex esposa me conminó a contarles a mis hijas que tenía novio y que era bisexual. Camila tenía 9 y Paola, 7. Fue muy forzado y traumático.

Noticias: ¿Para su ex mujer fue shockeante enterarse de su bisexualidad?

Bayly: Ella supo de mi bisexualidad antes de que nos casáramos.

Noticias: ¿Lo aceptó?

Bayly: Nunca. Ella quiso eliminar esa parte de mí... Volviendo al punto, como eso había sido hasta violento para ellas; me dije que con mi hija menor, si le contaba cómo dejé de amar a mi novio para amar a Silvia (Núñez del Arco, 27), su mamá; tendría que ser cuando ella tuviera esa curiosidad.

Noticias: El libro compendia cuestiones dolorosas que hizo públicas. ¿Con qué objetivo lo repasó?

Bayly: Los escritores contamos las historias que nos obsesionan y duelen. Si un pintor pinta un autorretrato y uno le pregunta por qué, quizás no tengo una respuesta racional. Picasso se pintaba, pero también pintaba a sus mujeres y las afeaba bastante.

Noticias: ¿Usted afea a los suyos? Por momentos parecen detestables.

Bayly: Todos quedamos feos, yo el más feo. El autorretrato que aspira a embellecerte no sirve. El bueno es el que acentúa tus rasgos más humanos, miserables y grotescos.

Noticias: Adoptó el mote de “El niño terrible”. ¿Cuánto lo habrá marcado cuando a sus 7 años, su padre lo llevó de cacería y usted no pudo dispararle a un venado, como él quería?

Bayly: Fui un hijo fallido, con papá fuimos adversarios desde siempre. Murió hace diez años y alcanzamos a despedirnos, pero no tengo recuerdos felices con él. Luego de su muerte, mamá contrató a un pintor que hizo un retrato bonito de papá y me lo regaló. Papá parecía sonriente y le dije que no podía colgarlo porque a mí nunca me sonrió.

Noticias: Aquel padre cazador, ¿lo convirtió en un francotirador, como se llamó uno de sus programas? El francotirador de la palabra...

Bayly: (Se ríe). Es una muy buena pregunta. Tal vez sí, nunca me lo había planteado... Sólo disparo palabras. A veces, las palabras matan, duelen más que las balas. Él me familiarizó a una edad precoz con las armas de fuego. En la caja fuerte de Miami tengo dos pistolas y no sé por qué. Con el tiempo, uno termina pareciéndose a quienes consideraba sus peores enemigos.

Se proclama muy generoso. Si no lo fuera, resalta, no le habría regalado a su ex esposa un departamento, ni hubiese bancado la universidad, viajes y autos de sus hijas los cuatro años que ellas decidieron no verlo. “Puedo ser una buena persona, sólo que me gusta contar la historia tal como ocurrió y entonces recojo mis errores, no los maquillo. Pero también recojo las desmesuras de todos los protagonistas”.

Noticias: Su relación con Silvia le despertó un deseo profundo de tener un hijo varón. ¿Con qué tenía que ver ese anhelo?

Bayly: Con la herida de la mala relación con mi padre. Por un lado, mis hijas mayores se habían alejado. Entonces le pedí a Silvia que me diera un hijo porque quería ver si era posible tener un hijo varón y ser amigo de él. Pero el destino no lo trajo. Quizás un hijo mío teniendo un papá así, tan libertino, tan bisexual…

Noticias: ¿Es un bisexual activo?

Bayly: Siempre. Eso no significa que me acueste todos los días con un hombre o una mujer. Lo mejor en el erotismo ocurre en tu imaginación y, en ese sentido, siempre soy activo.

Noticias: Dice que el sexo ocupa ahora un lugar menos importante en su vida. ¿Qué espacio tienen aún las drogas?

Bayly: Un lugar más acotado también. Cuando estuve con Luis, a él no le gustaba vivir en Miami y yo necesitaba estar cerca de él. Era una felicidad venir una vez al mes a Buenos Aires y pasar diez días aquí, pero vivía drogado y mal de salud, tomaba toda clase de pastillas. No sé cómo no me morí de una sobredosis. Cuando me enamoro de Silvia, me lleva a otros médicos y me diagnostican bipolaridad. Ahora tomo sólo dos pastillas.

Noticias: Con su humor cínico, dice que el diagnóstico era obvio porque al mismo tiempo quiso ser presidente del Perú y Miss Perú.

Bayly: (Se ríe). Es verdad, el bipolar tiene estos episodios maniáticos de grandeza y luego los depresivos, autodestructivos, de no dormir, de querer ser otra persona.

Noticias: Usted es fanático antirreligioso. ¿En qué cree?

Bayly: En el placer.

Noticias: Es una especie de Dionisio.

Bayly: Absolutamente, soy hedonista. Lo que provoca una erección, me hace bien. Lo que no provoca un goce, no me interesa.

Noticias: Sin embargo, vivir implica un costado doloroso.

Bayly: Seguro, y el arte es eso. El arte es un registro de la infelicidad. La felicidad no da buena literatura. Escribí esta novela pensando en que no iba a ver más a mis hijas. No era fácil recibir el mensaje de “No estamos listas para verte”. Cuando terminé la novela, tuvimos dos o tres encuentros en los que conocieron a Silvia y a Zoe, hemos hecho fotos, pero no me permiten hacerlas públicas. Suben miles de fotos a las redes con la familia de su madre. Tampoco podré asistir a la graduación en Finanzas de mi hija mayor a fin de mes. Estoy invitado al día siguiente, pero no a la foto familiar.

Noticias: ¿No le preocupó que la novela pudiera alejarlas aún más?

Bayly: Sí. Jamás hablé de mis novelas con mis hijas, sería indelicado y sospecho que no tienen interés en leerlas. Desde que salió en abril, no hemos tenido contacto.

Noticias: ¿Qué es el dinero para usted?

Bayly: Es un mecanismo de poder. Puede intoxicar ciertas relaciones de afecto. Es evidentísimo que no da felicidad, lo que da es una cierta comodidad.

Noticias: Para un tipo que siempre supo ser tan incómodo para los otros.

Bayly: ¡¿No es curioso eso?! (Ríe fuerte). Me hubiese gustado ser un escritor más valiente. Con Roberto Bolaños éramos amigos. Él no tenía miedo de ser pobre. Este es el tipo de escritor que más admiro. Pero yo dije: “Quiero ser un escritor y quiero darme vida de dandy”. Bolaños me decía: “Cuidado porque por querer ganar dinero haces televisión, eres famoso, al famoso lo miran, el famoso no tiene un punto de vista, dónde queda el escritor”. Sin embargo me perdí y encontré otras historias. Vivir en un mundo de ricos y famosos, a los que por mi programa entrevisto, me permitió conocer otros mundos y eso impregnó mis novelas. Pero no soy un escritor valiente, tengo pánico a ser pobre.

Noticias: Viene de una familia adinerada. ¿Le retacearon la herencia?

Bayly: Sí, antes de escribir esta novela, había terminado una larga novela, “La sagrada familia”; es mi mejor novela. La iba a publicar y se enteró mi madre, creo que mi mujer se lo contó. Mi mamá me mandó un mail que me partió el corazón: “Si publicas esa novela, no me verás más en la vida, no esperes nada de mí”.

Noticias: ¿Se frenó por una cuestión afectiva o por el miedo a que lo desherede?

Bayly: (Se ríe). Lo que más duele es el afecto. Mi madre tiene 76 años, yo 51, cómo nos vamos a seguir peleando si nos queda tan poco tiempo. Entonces me abstuve de publicar la novela, la he guardado. Pero no soy deshonesto, me sentiría devastado si mi madre me desheredara. Aunque creo que voy a morir antes que ella.

En 2010, los médicos le dijeron que su vida dependía de un trasplante de hígado. Él decidió no hacerlo: “Desde que mi mujer me retiró todas esas pastillas y dejé de viajar en avión durante un año y medio, los últimos chequeos dan mejor”.

Noticias: Dice que no tiene problema con que Silvia tenga un amante, ¿qué pasaría si lo dejara de querer?

Bayly: No sé si podría vivir sin ella. Ha sido mi pareja más estupenda, nadie me ha dado tanto placer. Entendería que dejara de desearme pero me dejaría devastado si dejara de quererme. Quisiera creer que siempre vamos a ser amigos, además somos escritores. Aunque ella desde 2012 no ha publicado más porque me dice que está tan feliz que de qué va a escribir.

Noticias: Tanto amor puede frustrarle también a usted la carrera.

Bayly: (Se ríe). Con esta novela llegué al final en cuanto a novelar mi vida.

Noticias: ¿Se siente respetado como escritor?

Bayly: No, para nada.

Noticias: ¿Es su cuenta pendiente?

Bayly: No me duele, sé que soy un escritor medianito. Hay escritores que juegan en el Barça; yo juego en el Getafe, pero salgo a la cancha y a veces meto un gol y lo grito como si jugara en el Barça. No por carecer de la pericia o destreza para jugar en el Barça, voy a dejar de jugar. 

por Valeria García Testa

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