Saturday 27 de April, 2024

PERSONAJES | 12-01-2024 05:31

Alberto Ajaka: “Para dedicarse a la actuación hay que soltar la seguridad económica”

El actor volvió al teatro bajo la dirección de Luis Brandoni. Sus comienzos con Shakespeare y qué es ser galán.

La confortable sala de reuniones de un hotel ubicado cerca de Callao y Córdoba sirve de punto de encuentro para dialogar con Alberto Ajaka, un actor que destila pasión a la hora de reflexionar sobre su oficio.

Intérprete, director y dramaturgo, empieza el año con el estreno de “Made in Lanús”, una nueva versión de la obra maestra de Nelly Fernández Tiscornia, que estará dirigida por Luis Brandoni y donde compartirá escenario junto a Cecilia Dopazo, Malena Solda y Esteban Meloni.

Ajaka está entusiasmado, con la locuacidad a flor de piel y con ganas de conversar. Es un buen momento para leer lo que tiene para decir.

Noticias: Usted hizo “Otelo”, “Hamlet” y “Macbeth”, debe ser de los pocos actores argentinos que tuvo ese raro privilegio. ¿Qué significa Shakespeare en su carrera y por qué sigue siendo tan relevante aún hoy?

Alberto Ajaka: Tal vez por mi acceso tardío al fenómeno del teatro, tuve cierta irreverencia en el abordaje a algunos materiales icónicos que están canonizados. El lugar que ocupa Shakespeare tiene una gran carga simbólica, hay una relación de su literatura con nosotros los argentinos. Tenemos raíces italianas y como decía Borges, Shakespeare era “un italiano que escribía en inglés”. Me parece que la actuación argentina tiene una estirpe heredera de la tradición itálica y eso la hace tan singular, ahí hay un nexo fuerte.

Noticias: ¿Nuestro teatro se alimenta más de la impronta italiana que de la española?

Ajaka: Sí, desde ya, por lo menos el teatro porteño. Está claro en la forma de actuar. Hay algo de lo porteño que se alimenta de esa expresividad, un trazo en el espacio que es muy nuestro. Yo muchas veces hago el ejercicio de pararme en los semáforos o en las esquinas, apago la radio y me quedo sentado un rato mirando los gestos, la fuerza de las expresiones, el circuito de las pasiones que tienen tanto que ver con lo shakesperiano. 

Noticias: ¿Para hacer un Shakespeare hay que sacarse un  poco de encima la carga que implica?

Ajaka: En mi caso la relación con él fue muy directa, muy frontal. Yo empecé a actuar y a dirigir casi simultáneamente una vez que me puse a hacer teatro de lleno. Tomé dos años o tres de cursos muy diversos, raros y entremezclados y al tercer año empecé a trabajar en una obra muy importante que se llamó “De mal en peor” de Ricardo Bartís, en el lugar donde yo estudiaba con él que era el Sportivo Teatral. Ese fue mi aprendizaje más sólido junto con actuar y dirigir “Otelo” casi de la nada, una versión de cámara con cinco personajes en el teatro independiente. 

Noticias: Hablando de Shakespeare que a diferencia de otros fue un autor muy popular en su época. Usted es padre de tres hijos, ¿cómo se maneja con el dinero en la profesión?

Ajaka: Es verdad eso, sabía atraer gente a sus obras, de hecho a don Shakespeare parece que le interesaba bastante la guita y llegó a ser un hacendado bastante próspero (risas). Yo trabajé durante 20 años en una imprenta familiar, tenía la economía resuelta, había un capital ganado, arranqué con la panza llena. Llevo una vida modesta, estoy convencido de que tener mucha plata es un problema  Pero en su momento solté la seguridad económica y entendí que si quería actuar tenía que hacerlo. Con mi compañera, María Villar, hice una obra que se llamó “El hambre de los artistas” para entender ese mecanismo que mueve el arte, y el hambre de dinero es un motor grande. Porque convengamos que el hambre no es solo la ganas de comer sino también algo más que andá a saber qué carajo es. Quizás el deseo, eso que hace que uno que se mueva en busca de un instante porque nadie sabe que va a suceder más adelante. Me pasa que a priori no tengo ganas de actuar, empiezo a vivirlo y después no quiero bajarme.

Noticias: Cuando usted hacía de Donofrio en “Guapas” le preguntaban mucho si le molestaba ser catalogado como galán, ¿qué piensa de eso?

Ajaka: Cuando me preguntaban eso les decía que hay que entender qué es ser galán para vos y qué es serlo para mí. Porque para mí el galán es la construcción compleja de un personaje, que me pongan el título de galán no puede pesarme nunca porque esa cáscara no soy yo. Sé tocar los resortes para galantear en todo caso. No es una construcción menor, menor es si es solo pura apariencia

Noticias: Este año por esas cosas del destino, de las tres películas más exitosas, dos contaron con su presencia, “La extorsión” y “Casi muerta”. Fernán Mirás lo dirigió en esta última, ¿influye el hecho de que también sea actor?

Ajaka: Eso se los dije a los de HBO, ¡te voy a buscar como agente de prensa! (risas) La verdad que no influye que el director sea actor, a mí lo que me interesaba era conocerlo a Fernán y me di el gusto. Es una gran persona. Pará que te dije que no influye... y entonces un poco sí, por otra parte es una historia que se repite en el cine con gente como Orson Welles o Chaplin. Básicamente un director necesita oficio para surfear esa ola que es una película y en Argentina no es tan fácil, está reservado para unos pocos como Adrián Caetano, Ariel Winograd o Daniel  Burman, por ejemplo, gente que repetidas veces hace cine. Un actor lidia con sus propias neurosis y si yo me asusto de las mías, imaginate si tuviera que entrar en nuestras cabezas el pobre Fernán (se ríe). Un director tiene un imaginario con el que coteja todo el tiempo, yo soy un hacedor de teatro, actúo, escribo, dirijo. Un director de cine, sea colega o no, contiene de alguna forma, pero en el cine el diálogo real es entre el actor y la cámara.

Noticias: Y ahora justamente lo dirige otro actor en “Made in Lanús”. ¿Qué lo motivó para aceptar hacer esta obra que es casi un clásico?

Ajaka: Sí, Luis Brandoni nada menos, otro hombre de teatro. A mí se me da bien hacer obras icónicas del teatro nacional parece (se ríe). Estuve en “Juan Moreira” y “El gran deschave”, me gusta ponerle la carne a esos personajes. Poder cruzarme con Beto Brandoni, tan admirado por mis padres, pesó a la hora de decidirme a hacer “Made in  Lanús”, tuvo una carga simbólica. 

Noticias: ¿Por qué después de tanto tiempo “Made in Lanús” no perdió vigencia, la historia argentina se repite?

Ajaka:  Lo esencial de la trama de “Made in Lanús” resuena mucho, esta idea de ir o quedarse, de decidir volver o no, es algo que sigue muy presente hoy en día. Aunque hacemos el texto original, sin ninguna modificación, ciertos temas siempre son los mismos. Hay una idea a partir del 2001 de que el que se va es un vivo y el que se queda es un boludo, antes eso era al revés. ¿Por qué irse de este país? Brandoni me decía que todos tienen razón, los que se van y los que se quedan. Me gusta pensarlo también como quien esté libre de eso que tire la primera piedra, todos tenemos la razón y la culpa.

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Leonardo Martinelli

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