Thursday 13 de November, 2025

PERSONAJES | 08-07-2025 08:46

Ana Paula Bartolucci: “El vino es la expresión de un lugar”

Enóloga y con un puesto destacado en una de las bodegas más reconocidas, habla sobre su pasión por el vino, su tierra y su rol.

Habla con notable autoridad y su presencia es tan depurada como la mejor burbuja. Cuando se relaja surgen destellos chispeantes y la conversación va tomando un color más intenso, apasionado y cristalino. Ana Paula Bartolucci crea los mejores espumosos del país y los representa a la perfección. 

Nació en San Martín, Mendoza, en un paisaje enmarcado por la tierra fértil de los viñedos y el respeto que impone la montaña. Estudió Enología en la Universidad Don Bosco, su profesión la llevó a destinos como Sudáfrica y España, pero a pesar de viajar por todo el mundo sabe que su raíz está en Argentina. En 2023 y con solo 32 años, Ana Paula Bartolucci se convirtió en la primera mujer Chef de Cave de Chandon Argentina. O sea en la mente, el olfato, el paladar y la mano maestra de nuestras celebraciones. El increíble boom internacional del Chandon Apéritif, el espumoso inspirado en la tradición del spritz, pero con el sello artesanal de Chandon, es obra suya. En Europa se lo conoce como Chandon Garden Spritz y permítame decirle que ese espumoso cítrico y adictivo es el Messi de los aperitivos. Ana Paula Bartolucci sabe convertir cuando está frente al arco.

Noticias: ¿Cuál es la mejor bebida y por qué el vino?

Ana Paula Bartolucci: Sin duda (ríe) Además dentro del rubro, la mejor bebida que se me ocurre es un espumoso hecho con Pinot Noir, siempre voy a elegir eso. ¿Por qué el vino? El vino habla de su orígen, de la tierra, de todo el trabajo que hay detrás de cada botella, es la expresión de un lugar.

Noticias: ¿De qué habla nuestro vino?, ¿hay un diferencial argentino?

Bartolucci: Nosotros en Mendoza estamos marcados básicamente por la Cordillera de los Andes, entonces nuestro gran diferencial en cuanto a vinos base o espumosos es justamente la frescura que uno siente en la montaña y también la austeridad. Tenemos suelos heterogéneos, hay un montón de lugares que aportan diferentes cosas, pero Mendoza es sinónimo de vinos Chardonnay super frescos, lo mismo pasa con el Pinot Noir. De alguna manera en todas las expresiones aromáticas y en boca siempre vamos a encontrar esa frescura y esa fruta bien crocante que nos diferencia en cuanto al origen del vino.

Noticias: Entre los mitos de la argentinidad dicen que tenemos el mejor público del mundo y que nuestro vino es muy elegante. De ser así, ¿en qué radica esa elegancia?

Bartolucci: Confirmo, no es un mito, ese porte elegante viene de la mano de algunos lugares que tienen un diferencial, nosotros sabemos que en determinadas zonas obtenemos vinos prolijos, elegantes, bien finos como el Chardonnay de El Peral, que es un ejemplo clarísimo. Pero también pienso en el cuidado que como hacedores de vino del nuevo mundo tenemos con la fruta, la intención de que los procesos lleven a potenciar esa expresión frutal que nosotros encontramos naturalmente en Mendoza. El hecho de que cuidemos todas esas características provoca que nuestros vinos sean delicados, el estar en cada detalle, pensándolo, diseñándolo. Si algo tienen en común las nuevas tendencias es la búsqueda por expresar la fruta que llega a la bodega, ese es nuestro principal desafío y de ahí puede venir la elegancia.

Noticias: Tanto la industria vitivinícola como los medios de comunicación están parados en un lugar donde es necesario conservar la clientela cautiva y a la vez salir a conquistar otros nichos, consumidores jóvenes. ¿En qué lenguaje se le habla a esos nuevos grupos para que se entusiasmen?

Bartolucci: Con Chandon trabajamos muchísimo las nuevas tendencias, en innovación y principalmente en entender cómo se llega a estos nuevos consumidores que se vuelcan a otros estilos de producto, que se decantan por buscar mucha más expresión. Nosotros hablamos de beyond grapes, como el Apéritif, donde no solo hacemos un vino sino macerados con diferentes ingredientes. Creo que el lenguaje es mucho más simple y directo, son productos que los probás y ya los entendés. Eso es lo que intentamos, que no necesariamente haya una persona contando toda una historia detrás, sino que esos nuevos productos sean un concepto que hable por sí solo. 

Noticias: ¿El vino en eso se parece al arte, más que entenderlo hay que vivirlo y la obra la completa quien lo toma?

Bartolucci: Yo creo que al vino hay que vivirlo porque es un producto para el disfrute, nosotros trabajamos para eso, para el placer. Una vez que empezás a meterte en el mundo del vino y a probar distintas cosas te interesás cada vez más. Quizás la puerta de entrada para un nuevo consumidor incluso pueda ser la etiqueta, pero si al tomarlo surge un interés genuino puede abrirse a interpretar y a sentir algo distinto. El contexto también hace la diferencia, tal vez nos sentamos un viernes a la noche, nos tomamos unas copas y la pasamos tan bien que ese vino quedará en nuestra memoria. Hay que darse la oportunidad de interpretar el vino, de darle valor y sentido a la experiencia.

Noticias: Un perfumista me dijo que nuestras fragancias favoritas suelen estar relacionadas con personas queridas. ¿En el vino también hay memoria emotiva? Se habla mucho del gusto, ¿pero qué importancia tiene el olfato?

Bartolucci: Es una opinión super personal, pero para mí el aroma pesa lo mismo que el sabor. Los aromas operan tal cual como dijiste, te remiten a algo familiar. Me pasa puntualmente con algunos vinos tintos que me llevan directo a mi abuela haciendo el tuco del domingo, te conectan inmediatamente con el recuerdo. También el Sauvignon Blanc te hace relacionar recuerdos, acercás la nariz y aparece el aroma del pasto recién cortado, te transporta a una mañana en el fondo de tu casa, esa memoria se activa y me parece fantástico. La mejor parte de catar un vino es que pase por el olfato, el gusto y el recuerdo, abrirte la emoción que puede generarte.

Noticias: Los porteños sostenemos que tenemos las mejores pizzerías, hay una histórica disputa entre Salta y Tucumán por las mejores empanadas, ¿pero por qué los mendocinos hablan con tanta pasión del vino? Note que a San Juan ni la nombré por las dudas...

Bartolucci: (Se ríe) A ver, como buena mendocina creo que el que nace en Mendoza ama su tierra y el hacer vino forma parte de la historia, de la identidad de todas las familias. Si no es el abuelo que tenía la finquita, es el padre que todavía trabaja en el sector. Me parece que tenemos ese sentimiento de pertenencia a la tierra bastante marcado y la vez en un contexto particular: el clima es seco, hace mucho calor en verano y mucho frío en invierno, pero no deja de ser un lugar privilegiado, ¡amo Mendoza! Tenemos paisajes hermosos, vas a la montaña y te desconectás, hay parajes donde realmente sentís el silencio. Nosotros crecemos ahí, aprendemos a valorarlo. ¡Cómo no va a apasionarnos el vino!

Noticias: Cuando una mujer es directora de cine, el lugar común es esperar que sus películas sean sensibles y amorosas. ¿Qué se espera de una Chef de Cave?

Bartolucci: (Sonríe) La otra vez tuvimos una linda charla interna sobre el tema, yo creo que me encanta el mundo de las burbujas porque también encuentro un lado muy femenino en esto. No quiero sonar mal, pero quizás nosotros estamos acostumbrados a mujeres que llegan a estos puestos apelando a su parte más masculina para marcar la cancha, debido a la historia misma de la industria. En mi caso, y creo que también en la nueva generación de enólogas que están ocupando puestos de mando, ya tenemos la cancha marcada. No necesitamos imponernos con una energía masculina para abrirnos camino, sucede naturalmente y eso es maravilloso porque no es la historia que probablemente hayan vivido las mujeres que nos antecedieron. Como Chef de Cave, que es algo mucho más específico del mundo de las burbujas, me parece genial que incluso en la Champagne haya mujeres a cargo y es muy bonito porque la forma en la que se llega al producto final se basa en la espera, en la paciencia, en saber manejar la ansiedad y elegir el momento indicado. ¡Todo eso es la historia de la vida misma! Me parece que ese costado tiene mucho que ver con la mujer, con la calma y la armonía para acompañar los procesos. Esa templanza es lo que se espera de una Chef de Cave.

Noticias: La última. Supongamos que organiza un evento especial para una sola persona. ¿Qué le preparía de comer, con qué bebida lo sorprendería y lo más importante, quién sería el agasajado?

Bartolucci: Se me viene a la cabeza Mick Jagger, sería un sueño hecho realidad. Vayamos un par de años atrás donde estaba un poquito más rockero para darle de comer y beber (risas) Primero y principal le haría un asado yo misma en el medio de la montaña. ¡Para tomar hoy elijo el Chef de Cave Pinot Noir que está mundial! Con esa experiencia rompemos todos los esquemas.

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Marcela Soberano

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