Wednesday 11 de December, 2024

PERSONAJES | 20-09-2022 10:05

Benjamín Vicuña: “para nada me considero una víctima"

El actor chileno cuenta como vive el asedio de los medios y la exposición en su vida personal.

En un momento triste y delicado, Benjamín Vicuña se refugia y encuentra contención en el mundo del teatro, espacio primordial de su formación como actor. De miércoles a domingo protagoniza “El Método Grönholm” junto a Laurita Fernández, Rafael Ferro y Julián Cabrera, en El Paseo La Plaza.

El día de la entrevista con NOTICIAS, no puede disimular el orgullo y la alegría que le provoca la visita de su hijo Bautista, que concurrirá a ver la obra por segunda vez, en esta ocasión acompañado por un grupo de amigos. Un mimo y un respaldo importante de un hijo para con su padre, que necesita el abrazo de ese adolescente más que nunca. Profesional, de sonrisa franca, fácil y espontánea, se entrega al diálogo y su rostro se ilumina cuando puede explayarse sobre su trabajo.

Exhibe un apasionamiento contagioso y desbordante. Sagitariano de pura cepa, seductor nato que maneja el tiempo y las distancias, comparte la charla con NOTICIAS antes de tener que darlo todo en el escenario.

Noticias: Después de que hizo sufrir a tanta gente con “El primero de nosotros”, ¿decidió que ahora era un buen momento para la comedia?

Benjamín Vicuña: Efectivamente (ríe). No sé si los hicimos sufrir, pero hablamos de un tema necesario como es la amistad, la contención y la solidaridad en un momento crítico de una persona como es la enfermedad, me parecieron cuestiones relevantes para abordar en la televisión abierta. Y ahora poder hacer una comedia sana, liberadora, me tiene muy contento. Por lo que se genera en el escenario y lo que devuelve el público también.

Noticias: Su personaje en la obra, Fernando Auget, fue definido en alguna crítica como un lobo con piel de oveja. ¿Concuerda con eso?

Vicuña: Es una bonita ilustración. Fernando es un hombre con una gran ambición disfrazado de buen tipo, pero con hambre de conseguir lo que sea para llegar al poder, en este caso para ocupar un alto puesto ejecutivo. Claramente una metáfora de cómo hoy es el sistema, lo cruel y salvaje que es todo. Y estos cuatro ejecutivos son capaces de pisarse las cabezas con tal de obtener lo que quieren. Te habla un poco de la crisis laboral, los departamentos de Recursos Humanos… y en ese sentido, es impresionante la empatía que logra la obra con el público. Se identifican porque todos tienen un jefe o un compañero mala onda o buena onda o un superior cabrón así que es muy gracioso ver lo que sucede en la platea.

Noticias: Esta obra la dirige Ciro Zorzoli y usted está muy metido en la comedia física, una de las características que distingue a este director. ¿Implicó mucho ensayo y coordinación?

Vicuña: Para mí trabajar con Ciro fue un descubrimiento y a la vez un reencuentro con mi formación como actor. Haber tenido un tiempo de experimentación para explorar ciertos recursos dramáticos, la capacidad de juego, la improvisación, todo eso fue reencontrarme con mi yo universitario, con el hombre de teatro, y está bueno volver a esa capacidad de asombro, a esa garra y a ese teatro físico que me encanta. Siempre me interesa ponerle el cuerpo a la palabra. Que tenga cierta gesticulación y una manera que implica otro registro que el de la televisión y el cine. Solo el escenario te da la posibilidad de hacer eso y directores como Ciro Daniel Veroneses con quien hicimos dos obras o Marcial di Fonzo que me dirigió en “Eva”, te dan esa oportunidad de abordaje desde lo físico.

Noticias: Justamente mencionó a Eva, que es un personaje siempre presente pero ahora está revalorizado por la serie “Santa Evita”, ¿cómo fue en su momento hacer la Eva de Copi?

Vicuña: Miro para atrás y digo, ¡qué loco estuve de asumir un desafío así, muy provocador! También por parte del director, elegir un material de Copi que es transgresor en esencia e instalar un lugar para entender lo travestido de la posibilidad y de la propuesta de que un hombre chileno interprete a un personaje así. Fue espectacular la temporada en el Cervantes y luego itineramos por Francia y otros lugares de Europa. La guinda del postre fue Pedro Almodóvar sentado en la fila cinco al medio en Madrid, en el Teatro Español aplaudiendo. No nos fue a ver a nosotros sino a Copi. 

Noticias: Todas las semanas viaja a Chile para ver a su padre que atraviesa un delicado estado de salud y vuelve para hacer “El método Grönholm” (n.d.r: su padre falleció unos días después de esta entrevista), ¿el teatro es un refugio?

Vicuña: Por supuesto, el teatro sana. Es un lugar de refugio, de reencuentro con ciertos ideales, con el actor por definición y también con un grupo de compañeros divinos que bancan, que acompañan, que comparten un espectáculo en vivo, esa experiencia única y mágica que es el teatro. Solo los cuatro que estamos ahí lo vivimos y sabemos cómo nos acompañamos. Pero por supuesto estoy en un momento afectado por ese cansancio y ese dolor, es imposible no reflexionar sobre mi carrera, sobre la exigencia del actor y cómo debo dejar mi mente y mi biografía en el camarín que tengo poblado de fotos y de recuerdos para subirme acá y poder volar. Abstraerme, resignificar la palabra, los gestos. La verdad que amo profundamente el teatro y esto que hago.

Noticias: Usted quizás ya está acostumbrado, ¿pero le molesta que muchas veces se hable más de su vida que de su trabajo?

Vicuña: Aunque joda, no es una elección, lamentablemente. Es una condición que yo acepté y acepto, nadie me pone una pistola en la cabeza, lo tomo para bien o para mal como parte de mi trabajo, obviamente distinguiendo ciertas cosas de buen gusto de algunas que son excesos. Pero para nada me considero una víctima, todo lo contrario. Me dedico a esto, vivo como actor, me siento reconocido, querido, respetado, no soy un perseguido. A veces a la gente le llama la atención, como cuando vos estás comiendo una pizza en un boliche te piden una foto y tu amigo te dice “¡Che, cómo te rompen los huevos!” y la verdad que sí, pero a la vez también me gusta. Y si puedo charlar con la persona que me dice: “¿Sabés que ese personaje que hiciste en ‘El primero de nosotros’ me marcó porque tengo un familiar que está atravesando algo similar?“, ya con eso me hiciste la noche. Llamalo sentido, misión de lo que hago, narcisismo, o todas las anteriores, pero eso me llena profundamente. Con la prensa creo que lo puedo manejar, no es algo que me perturbe.

Noticias: En Chile usted hizo una versión de Los Simuladores, interpretaba a Gabriel Medina. Está al tanto que ahora se viene la película…

Vicuña: Sí, ¡era Medina! (ríe) Tengo ganas de ver la creación de Szifrón y de ese grupo de actores maravillosos que se convirtieron en referentes, con quizás la serie más importante de la historia argentina que también un fenómeno regional. Fue muy bonito y trascendente lo que lograron.

Noticias: ¿Está en los planes que lo llamen para algo?

Vicuña: ¡Yo estoy listo para lo que necesiten ! (ríe) Como figurante, para algún personaje chiquitito… ¿a quién tengo que llamar?

Noticias: A Szifrón supongo… 

Vicuña: Sabés que no es mala idea, si me resulta te voy a dar el crédito, conseguite el teléfono.

Noticias: El otro día usted decía “tengo 43 años muy bien vividos”. ¿Qué le falta?, ¿trabajar en Hollywood, filmar con Almodóvar?  

Vicuña: Ahora hay un actor chileno, Pedro Pascal, que está trabajando en un cortometraje con Almodóvar. La verdad que si vos me decís cuál es el sueño del pibe, ese podría ser uno. Leo Sbaraglia lo logró, es un gran actor, amigo y referente del oficio. Pero si me dejás soñar, quisiera un cohete que salga desde acá al mundo, hacer el día de mañana algo Made in Argentina o Made in Chile que conquiste corazones y abra mentes. Me gustaría descubrir algo, he tenido la suerte de participar de cosas lindas, de éxitos y de fracasos pero quisiera ser parte de algo grande, bonito, trascendente. Me encantaría tener una relación bilateral con el público argentino. Yo me crié con la literatura, el rock y el cine argentino, pero acá solo una elite conoce la producción cultural chilena y me gustaría que hubiera más ida y vuelta. Todos los artistas deseamos trascender, tengo el olfato y la sensación de que los años traen muchas más posibilidades de que eso aparezca. 
 

por Leonardo Martinelli

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