El petit hotel que, desde hace cuarenta y cinco años, alberga la casa-atelier de Gino Bogani, es un claro reflejo de la piel de quien lo habita. Sobrecogedora e intimidante apenas se traspasa el umbral, se va desgranando en grandes y pequeños tesoros, que se van develando a borbotones en cada espacio, en cada pared, en cada rincón. Y uno se afloja, ante ese recorrido vital donde fluye la historia de su dueño de manera personalísima y aleatoria.
Un imán visual que hace saltar el ojo del visitante de esa colección de elefantes provenientes de distintos lugares del planeta; a esa tortuga Swarovski encargada exclusivamente por una de las descendientes de la casa austriaca; a la imagen de esa Virgen tamaño procesión, enfrentada nada menos que a Proust y Coco Chanel, que intiman desde una atiborrada biblioteca que sobresale entre rollos de telas. Un castillo mágico que se articula a través de una escalera algo empinada, con un piso caminado de alfombras de las Mil y una Noches, y ese techo forrado en satín. Y entonces como pasa con su habitante, la tensión se afloja, y uno se rinde ante la leyenda viviente, a la que hasta se le permiten cierto narcisismo y vanidad bien adquiridos.
Entonces se abre y se confiesa. Amor eterno por el cine y la ópera. Coleccionista maniático de corbatas, relojes, zapatos y guantes de todos los colores. Atento en la escucha que no deja pasar detalle, de memoria perfecta, pone su cuota de humor y sabiduría en sus anécdotas eternamente deslumbrantes, que hacen brillar sus ojos cobalto. No en vano son los sesenta años dedicados a una pasión, la moda. Un hálito vital, en ese creador que siempre fue directo al cuerpo, logrando plasmar con sus mezclas de texturas y colores imposibles, su sello indiscutible. Infinito y eterno, casi inabarcable, se emociona, se retracta, observa y salta de un deseo a otro, con un fuego que no parece apagarse.
Noticias: ¿Cómo se definiría?
Gino Bogani: Nunca se me ocurrió pensarlo. No me gusta la palabra modisto. Diseñador sí, y un creador, por supuesto. Trabajé mucho para sacar la palabra modissto (con doble ese), cuando mi nombre empezó a ser conocido en los 60, y busqué dignificar la imagen de la gente que trabajaba en la moda, porque en ese entonces no era una profesión muy bien vista. Soy muy detallista, pero no obsesivo como piensan algunos. Tengo un ojo clínico, pero no sólo para mi trabajo, porque he visto mucho cine desde los 12 años. Veía las películas, una y otra vez, por si se me había escapado algo. Soy curioso de todas las manifestaciones culturales y artísticas, porque enriquecen mi trabajo, pero no soy chismoso.
Noticias: ¿Había una cultura cinematográfica en su casa?
Bogani: Me llevaban al cine porque sabían que a mí me gustaba y vi todo tipo de películas desde muy chico. Me hubiese gustado actuar. En mi ignorancia de la edad le daba más valor al cine que al teatro, pero con el tiempo fui cambiando de idea. Hoy en día me gustaría hacer de actor en alguna cosa divertida… o no divertida.
Noticias: ¿Representándose a sí mismo?
Bogani: ¡No, ya estoy harto de mí! ¡Hace ochenta años que me veo! Comedia, drama o algo truculento. Puede ser en teatro o en cine. Pero si lo pienso, me gustaría más estar detrás de la cámara.
Noticias: Director. ¿Cuál sería su película?
Bogani: No lo sé, porque de golpe me entusiasmo con muchas cosas. Haría una de época. Muy actual, pero con un muy buen libro. Una comedia dramática. Trabajaría con varias actrices. Todas las que conozco me gustan. Por supuesto estaría Graciela (Borges), Chiquita (Legrand), Susana (Giménez) Cada una según su personalidad. ¡Y por supuesto Juana!
Noticias: ¿Cómo las vestiría? Usted ya vistió a toda la familia Tinayre.
Bogani: Me sale en el momento. Sé qué le gusta a cada una. Si me decís un vestido amarillo, automáticamente pienso en la Borges. De las Tinayre, ¡sólo me falta Ámbar! Chiquita sé que se pone todos los colores, a Marcela que la vestí para el casamiento también, aunque usa más corto, y a Juana le hago todo desde el 2020, y no se puede creer porque todo le va. Pero no es cuestión de belleza, es algo que ella tiene y que hace que todo funcione. Hace mucho que no le hago nada a Chiquita …
Noticias: Una familia de mujeres bellas, una herencia. ¿Usted qué heredó de sus padres?
Bogani: La educación, la justicia, la honorabilidad. Es algo que repito siempre, y no puedo dejar de decirlo porque no se los pude decir personalmente. Éramos muy amigos y muy unidos los tres. Me dieron libertad con límites. Me dieron también la perseverancia y la voluntad de trabajo, pero eran implacables.
Noticias: Tanta historia y tanta vanguardia, ¿no le gustaría escribir un libro sobre su vida?
Bogani: Debería. Pero no tengo tiempo. Lamento que no haya un testimonio escrito de mi trabajo. Hay artículos y opiniones sueltas, pero nadie puntualizó lo que quería decir, mi mensaje a través de mis vestidos.
Noticias: ¿Qué se negó hacer?
Bogani: Negarme jamás. Acepté a todas las clientas y a todos los modelos. Cuando me vienen a ver es porque les gusta lo que hago. Yo no elijo a las clientas. Lo que no he podido hacer es cuando me doy cuenta que lo que me piden es un disparate.
Noticias: ¿Y cómo se lo dice? ¿Es sutil?
Bogani: Soy sutil…Bueno, ¡a veces no tanto! Porque ante un disparate no te queda otra.
Noticias: ¿Cómo se lleva un hijo único con la soledad?
Bogani: Muy bien. La pandemia tuvo horrores de salud, horrores financieros, pero yo estaba chocho de estar en mi casa. Hay gente que no puede estar sola en su casa. Yo puedo comer solo en un restaurante, pero el que no puede estar solo tiene un problema psicológico. Nunca hice terapia ni nada. Hago mucha terapia con las clientas. Sé lo que hago mal, sé lo que hago bien y lo que me gustaría cambiar, pero no voy a cambiar, ¿por qué habría de cambiarlo a esta edad?
Noticias: ¿Extraña a su madre?
Bogani: Siento pena que yo estaba en Capri cuando pasó. Y lo peor fue que me lo anticiparon. Fue a fines de febrero, cuando yo estaba en New York y me hicieron una carta astral y me dijeron que iba a estar al otro lado del océano cuando me llamarían para decirme que se había muerto alguien cercano. Ese julio tras el gran baile de la Asociación de Amigos de Todos los Museos en Versalles (París), me fui a Capri. Todos los días hablaba con mis padres. Esa tarde sonó el teléfono, y de golpe me dicen: “Hola Gino, murió tu mamá“. Papá me dijo que no volviera. Tuve un shock. Bajé, y estaba Amalita (Fortabat) con un grupo de gente, y se me debe haber notado algo en la cara porque me preguntó qué me pasaba, y yo le dije que mi mamá no estaba bien. Ella me ofreció su avión…me eriza un poco contarlo. Seguí con el viaje como estaba planeado. Pero estoy contento de no haberme despedido. Durante mucho tiempo no podía pasar por donde la velaron, que fue en esta habitación (su sala de pruebas) pero yo no la vi. Mi padre falleció hace 15 años. Las muertes de mis padres son las ausencias más profundas para mí, y todavía no logro superar ese dolor de no tenerlos físicamente conmigo. Porque siempre me acompañan.
Noticias: ¿Extraña no haber formado una familia?
Bogani: ¿Dice tener hijos? Me he hecho la pregunta varias veces. Hay momentos en los cuales pienso si no es un egoísmo de mi parte, pero pienso en lo que significa tener la responsabilidad de una familia y me da un ataque. Porque tener una familia es fácil, el chiste es llevarla por un camino y quizás yo no me sienta capacitado para eso. La pasión de mi trabajo me absorbe mucho y para tener una familia creo que no podés estar ausente. Admiro profundamente a los que pueden hacerlo, pero no podría.
Noticias: Acaba de recibir el Konex de Platino. En 2013 tuvo una retrospectiva en el CC Recoleta. En el 2020 fue convocado en plena pandemia por Juana Viale para ser el diseñador de su debut televisivo, y este año cerró la Semana de la Alta Costura en el Malba, celebrando con 79 mannequins y 180 vestidos, sus seis décadas con la moda. ¿Siente que es un reconocimiento algo tardío?
Bogani: No me siento en el ocaso para pensar que llegaron tarde. Yo sigo trabajando. Yo dignifiqué a la moda. Valoré entonces estar apartado del ruido mediático y de las campañas de prensa, como dije alguna vez, ”preferí el espejo de mi atelier a cualquier pantalla”, porque siempre fue el reflejo de la mujer que llevaba mis creaciones. Siempre es agradable recibir reconocimiento. Es también poner la moda en un lugar cultural que antes no tenía. Tendría que haber estado antes, pero bueno aquí está.
Noticias: ¿Cómo ve la moda?
Bogani: Una gran desilusión. Pero me lo banco porque creo que son cosas que tienen que suceder para que salgan cosas mejores. Creo que hay una crisis creativa. Afear a la mujer, desvalorizarla, no me gusta. Que la moda sirva para generar la libertad de poder elegir, me parece muy bien, ahora creativamente la noto disparatada. Se puede ser original, diferente, pero no inusable y ridícula.
Noticias: ¿Cuándo comenzó este “derrumbe de la moda”?
Bogani: El primer gran cambio fue el atentado a las Torres Gemelas porque después, en los aeropuertos, había que desvestirse, sacarse los zapatos, el cinturón, y eso fue llevando a que uno tiene que estar cómodo. Y después la tecnología. Que ayudó a crear eso que llaman la fast fashion que es demasiado fast y termina siendo cero fashion.
Noticias: Tres cosas para entusiasmar a Gino Bogani
Bogani: No necesito tres. Dame libertad total con mucho backup, y ya me entusiasmaste.
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