Sunday 19 de May, 2024

PERSONAJES | 06-04-2024 08:09

Ileana Hochmann: "el arte me salvó varias veces"

La artista visual argentino brasilera presenta en la Embajada de Brasil en Argentina, la muestra retrospectiva que engloba los 60 años de su carrera.

Ileana Hochmann nació en 1945 en Buenos Aires. Inició su carrera profesional con apenas 16 años en los talleres del Museo de Arte Moderno, de Río de Janeiro, para continuar en la Escuela Nacional de Bellas Artes y la Escuela de Artes Visuales de Parque Lage, de la misma ciudad. Hoy, una artista visual argentina, se prepara para presentar la muestra retrospectiva que engloba los 60 años de su carrera: inaugura en junio en el Palacio Pereda de la Embajada de Brasil en Argentina, “Terceira Margem, Retrospectiva 60 años”. Entre risas, Hochmann expresa, “la embajada me considera brasileña”.

-¿Cómo fue el proceso de selección de obras? 

-Cada día que me voy acercando a la muestra, van pasando cosas, y me voy dando cuenta de varias cosas. Acabás mirando y empezás a descubrir un montón de cosas, lo que es súper interesante. Creo que todos los artistas acaban haciendo las obras en función de ellos, de la vida de ellos. El formato va cambiando, pero los elementos centrales no. Los elementos centrales  tienen que ver con lo femenino. Después hay una parte muy grande que tiene que ver con la escritura, con la escritura transformada.

-¿Acabó transformándose en un sello?

Yo pensaba hoy a la mañana que una de las cosas que me parece muy importante para comentar lo que significó la pandemia. Yo me había quedado en casa con cuatro o cinco papeles buenos de dibujo y unas acuarelas. Lo gracioso que me di cuenta hoy, que pensaba, es que en esa fase yo volví a la niña. Yo estaba hasta entonces con instalaciones, con una serie de cosas que nada que ver con el dibujo. Yo no pensaba volver a la niña, si no fuera por la situación. 

Ileana Hochman

-¿Y qué pasó cuando se acabó el papel?

-Lo que creo que me pasó fue que yo estaba seteada para sobrevivir. Mucha gente quedó con depresión. Cada uno lo vivió distinto y a mí la locura me agarró por otro lado. Por suerte, yo digo que el arte me salvó, varias veces, y está también. 

-¿Cómo fue ese proceso?

-Tomé conciencia de otras cosas, de la edad, el tiempo. Y saqué una foto riéndome, y ahí empezó todo. Yo jamás pensé en sacar fotografías. Las primeras fotos, que yo las llamo "La primera fase del mes", porque fue empezar como si fuera con aquel velador, a andar buscando luces y sombras, porque no tenía la menor idea, no tenía la menor idea de fotografía. Empecé a buscar por dónde iban las cosas, y empecé a sacar las fotos desnuda.

Ileana Hochman

-Ahora se viene la retrospectiva. ¿Cómo le influyeron sus años de formación en Brasil?

Empecé en lo que eran los cursos libres en el Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro. Muy piba. Después pasé por el Bellas Artes como se debe. Ahí yo empecé a trabajar. Empecé a trabajar con algo propuesto por Dionisio del Santo, grabador y serígrafo. Era una persona muy especial, y tuvo un sueño, que es si él realmente quería ser artista, tenía que abandonar la serigrafía de reproducción y tenía que inventar una nueva serigrafía. Y lo hizo. No podía entrar para nada la serigrafía fotográfica.  Eso hizo con que todos los que entramos en esa historia tuviéramos que descubrir de repente un nuevo mundo. Pero a mí, ahí fue donde encontré el camino para la definición de mi obra. 

-¿Le pesa la crítica de su obra?

Un crítico de arte brasileño me dijo "haces todo el tiempo son storyboards". Yo en ese momento no entendí. Pero es verdad. Me gusta contar historias. Yo soy judía, mis familiares vinieron de Odesa. En ese peregrinar hay toda una cosa de contar historias. Mi abuelo me decía todo el tiempo que los judíos como no podían tener tierra, siempre  llevaron la palabra bajo el brazo. Yo tenía doce años cuando me lo dijo, pero esas cosas te quedan. Yo creo que entro a contar historias por ahí. No tiene que ser obligatoriamente por la palabra, aunque parte de mi trabajo viene de transformar cartas familiares.

Ileana Hochman

-¿Qué le quedó de exponer en otros países?

La primera que yo organicé fue en Dinamarca, en Copenhague. Ahí ya empecé con una historia que hoy la hago acá: “Menos ego, más redes” la bauticé. Después estuve en exposiciones en París, donde nos llevaron a una exposición de lito y serigrafía mucho más conservadora. Pero, otra de las exposiciones que para mí me marcó, fue en Roma en 2012. La embajada queda en el Palacio Pamphili que es algo absolutamente extraordinario. el embajador, consiguió sponsoreo de Fiat hizo toda una movida cultural. Fue una de las muestras para mí súper emocionante, tener un cartel Frente a la Plaza Navona. Después de hacer este trabajo me quedé e hice una residencia de veintipico de días.

-¿Cómo son sus procesos creativos?

Soy completamente desordenada, es un milagro que los trabajos salen todos limpios, porque si vos mirás los trabajos, no tenés la impresión de que soy absolutamente desordenada.  Yo voy mucho atrás de la equivocación, me encanta cuando hay algo que sale mal, ahí lo observo. Pasar de lo bidimensional a lo tridimensional con la serigrafía fue un accidente. Imprimí en un taller, en un papel y los dejé secando con unos libros y cuando llegamos a la semana siguiente, sacamos los libros y el papel se enrollaba solo. Me los llevé a mi casa, lo mojé, lo estiré y lo empecé a colgar como ropa. En el momento que los mojé dije “esto está muy interesante”. Y agarré una tijera y empecé a experimentar. 

Ileana Hochman

-¿Con un espíritu lúdico?

-Creo que también me salva la vida, ser lúdica, es interesante pensar qué podés hacer con lo que tenés. Incluso en una situación de encierro. Yo tenía un trípode chino, la cámara de mi celular que dio unas ampliaciones que no me imaginé, una tela negra, una escalera, mi placard. 

-¿Tiene un rol de mentora para otros artistas?

Creo que vengo construyendo redes de artistas. Lo que yo hago acá es abrir las puerta de Fino (la galería en el barrio de La Boca que tiene dueños alemanes) y dar la posibilidad de que otros artistas se propongan. Soy una persona que todo el tiempo arma redes, por ejemplo Rita Simone, venía todo el tiempo -a la galería-, y un día en un evento me dice “me encanta este lugar” y alquiló una sala. Y a partir de eso ahora en septiembre va a hacer una muestra en Colonia, Alemania. Soy un terror como administradora, pero veo otras cosas. Acá inventamos lo de “Grande artistas y pequeños formatos”, con Mariel Ivanier y Santiago Arce, que fue un éxito. Soy una promotora, pero sin dinero de por medio. Es justamente esto de “menos ego y más redes”, lo hago como algo que me apasiona.

 

 

por Agostina Rojas

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