Valentina Bassi no tenía idea. Cuando se puso a ver el documental catalán “Más allá del espejo”, no imaginó que estaba abriendo la puerta a lo que hoy la lleva a subirse al escenario con “Los gestos bárbaros” (Teatro Picadero). La conmoción que le provocaron las historias de personas a las que les había cambiado la vida en forma radical de un día para otro, fue el impulso para empezar a germinar lo que ahora es una obra.
“Me sentí conmovida con algunas situaciones particulares de ese documental, llamé a Cristian (Drut, director) y a Juan Ignacio (Fernández, autor), y ellos empezaron a retroalimentar con cosas que se imaginaban. Después se fue sumando el resto del elenco y también hubo una retroalimentación. Quedó una esencia pero es maravilloso en lo que se fue transformando”, cuenta.
Noticias: Dice que la conmovió el documental y en una nota que dio a esta revista en 2010 decía: “Quiero trabajar para lo que me conmueve”.
Valentina Bassi: ¡Ay, mirá! Es que es así. Cuando me dan un personaje, el 98% de las veces le encuentro placer al personaje. Pero esto es empezar desde otro lado, desde qué me conmueve a mí, qué tengo ganas de contar. Cuando fue Teatro x la Identidad (Bassi fue una de las pioneras de ese movimiento) también fue así. Uno trabaja por lo que lo conmueve. Cuando lo que te mueve es el deseo, lo que te conmueve, la pulsión es fortísima.
Noticias: En sintonía con Teatro x la Identidad, esta obra también trae la pregunta de quiénes somos cuando no recordamos.
Bassi: Totalmente. Cada uno de los personajes está en conflicto con la identidad y la familia como institución, también. Mi personaje es el que perdió la memoria y tiene que empezar a juntar los pedacitos de a poco. El desfasaje entre lo que siente y percibe es tremendo. La obra tiene muchísimo humor negro y una estética más del mundo de los sueños que nos permite actuar muy libremente.
Entre el empuje original y el debut pasó la pandemia. También ponerle el cuerpo a Nancy, en “El hincha” (Flow y El Nueve), una serie que ganó el Concurso Renacer Audiovisual 2021. Dice que cuando la convocaron y se enteró que dirigiría Alejandro Ciancio y el elenco que tenía, entre ellos Victorio D’Alessandro, Luis Machín y Martín Slipak, lo sintió como un premio.
Noticias: ¿Algo le cambió radicalmente la vida, como a los testimonios del documental?
Bassi: No, no tuve eso. El link que puedo hacer es que como Lisandro (su hijo de 14 años) tiene autismo, indefectiblemente tiene una noción de la realidad que es diferente, que a veces me maravilla y a veces me preocupa muchísimo, y las dos cosas juntas. Hace 14 años que estoy conviviendo con cómo es vivir con una percepción de la realidad que es diferente, es aceptar que no juega a lo que yo jugaba, que todo lo hace diferente. En el momento en el que uno acepta eso es que empieza a relacionarse. Muchas veces digo: “¡Qué ganas de meterme en su cabecita y estar por 48 horas, a ver si puedo entender algo más!”, porque el autismo es misterioso. Son todos distintos y los engloban dentro de un espectro pero ojo, es Lisandro, mi hijo, no es un diagnóstico, siempre lo tuve clarísimo. Es Lisan con sus particularidades, que tiene un montón y entre ellas es que tiene una cabecita muy diferente. Entonces muchas veces pensé en eso de estar en su cabeza para entender mejor. Y un poco lo que hago en la obra es meterme en una cabeza que percibe todo muy raro. Como actriz, me divierte muchísimo eso.
Noticias: El arte es una gran posibilidad de digerir la vida, ¿no?
Bassi: Sí. Yo no puedo vivir sin actuar y eso lo sé hace mucho tiempo porque, me den el personaje que me den, voy a estar actuando lo que me pasa. Uno drena por ahí.
Noticias: ¿Aprendió a tomarse mejor las cosas o siempre tuvo buena predisposición?
Bassi: No, yo no aprendí nada en mi vida. ¡Años de psicóloga! (risas).
Noticias: Recuerdo su posteo sobre la maternidad donde decía: “No me hizo más feliz ni más fuerte ni aprendí nada”.
Bassi: Estaba enojada ese día, y estaba sin actuar, porque cuando actúo no tengo tanta necesidad de escribir cositas en IG (carcajada). Mi psicóloga me dice que aprendí un montón, pero la verdad es que soy re ansiosa y tengo un hijo que todo el tiempo me está diciendo: “Mamá, una mamá ansiosa conmigo no va”, y yo no puedo parar entonces le digo: “Hijo, lo siento, te tocó una mamá ansiosa”. Así somos y así creamos nuestro vínculo (risas). Sin duda uno va aprendiendo cosas en la vida pero tengo la sensación de que es re difícil. No soy muy zen ni muy om, me peleo con las cosas.
Noticias: Desde afuera pareciera que recibiera todo de brazos abiertos.
Bassi: Seguramente son las dos cosas, o sea, mientras me peleo, lo voy aceptando (risas). Pero hay una romantización de la maternidad. Me molesta cuando me dicen: “A vos te pasan estas cosas porque sos fuerte”. Yo no soy fuerte, yo soy re débil, las cosas me afectan un montón y con la maternidad, cada vez soy más débil y más frágil porque cada vez tengo más miedos. Y me enoja que, encima de que tengo un montón de problemas, me pongan el sello de “la fuerte”, “la madraza”. Ese post fue como una catarsis y no lo borré porque es parte de mí. Además, como actriz, uno permanentemente se está revisando y eso de madre perfecta, a mí, no.
Noticias: Está a punto de cumplir 50, ¿cómo lleva el cambio de década?
Bassi: No tengo más que relajarme porque el paso del tiempo ya llegó. No me gusta, me gustaría ser eterna, me gustaría quedarme en los 40 y pico pero bueno, estoy en un momento en el que me siento bien, me siento mejor actriz.
Noticias: ¿Qué hace el medio con la edad?
Bassi: Es un espanto, cada vez tenemos menos trabajo pero es muy gratificante la postura que tengo yo frente a la actuación, que no es la misma que a mis veinti o treinti cuando, no sé por qué, sentía que tenía que demostrar que era buena actriz y eso es un esfuerzo espantoso. Ahora siento que no tengo que demostrar nada, que trabajo para relacionarme con mis compañeros, para hacer catarsis de las cosas que nos van pasando y para conectarme con el público. Soy actriz para relacionarme.
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