Comenzó el juicio oral y público por la Causa Cuadernos, el proceso por corrupción tiene a 87 personas -entre ex funcionarios, empresarios y choferes- sentadas en el banquillo, imputadas por su presunta participación en una red de cobro sistemático de sobornos vinculada a la obra pública durante los gobiernos de Néstor y Cristina Fernández de Kirchner. El inicio del debate estuvo a cargo del Tribunal Oral Federal N°7 y las primeras audiencias se realizaron con modalidad mixta —presencial y virtual— para permitir la conexión de varios acusados y testigos.
La investigación se originó en 2018 a partir de los cuadernos del chofer Oscar Centeno, que consignaban—día por día—movimientos, viajes y entregas de bolsos con dinero destinados a ex funcionarios. Esas anotaciones, entregadas a la Justicia y difundidas por la prensa, describieron un supuesto mecanismo de recaudación de fondos ilícitos por parte de funcionarios del Ministerio de Planificación, a cargo de Julio De Vido, y un circuito de pago con empresas contratistas del Estado. A partir de esa documentación se frenaron y se abrieron numerosas investigaciones conexas que terminaron en procesamientos, arrepentidos y pedidos de elevación a juicio.

Entre los acusados figura la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, señalada como jefa de una asociación ilícita que organizó y recibió esos pagos; junto a ella hay ex ministros, secretarios, directores de organismos públicos, altos ejecutivos de empresas constructoras y los propios chóferes que registraron las maniobras. Empresarios de primer nivel declararon como arrepentidos y reconocieron la entrega de sumas millonarias a cambio de contratos, mientras que las defensas cuestionan la prueba documental y los procedimientos seguidos durante la investigación.
Una pieza central de la narración probatoria es la figura de Roberto Baratta, entonces subsecretario de Coordinación del Ministerio de Planificación Federal, a cargo de áreas clave de la obra pública. Baratta aparece en los cuadernos y fue señalado por varios arrepentidos como el funcionario que coordinaba cobros y distribuía la recaudación; su ex chófer, Oscar Centeno, fue quien escribió las anotaciones que dieron nombre a la causa. La acusación le atribuye, en síntesis, un rol de enlace operativo entre los ministros y las empresas contratistas, con supervisión de obras, contacto con empresarios y recepción o exigencia de fondos que, según los fiscales, formaban parte del circuito de coimas.

Baratta ya había sido detenido y procesado en los primeros allanamientos y, en causas conexas, recibió condenas por irregularidades vinculadas a compras y contratos, como en el expediente por maniobras con la compra de GNL; su situación procesal es una pieza clave en el entramado que el fiscal y la querella pretenden demostrar en el juicio oral. Para la Fiscalía, su testimonio y su eventual condena confirmarían la existencia de una estructura permanente de recaudación; para la defensa, en cambio, su figura ha sido objeto de disputas sobre la veracidad de los arrepentidos y la valoración de la prueba documental.
Nélson Lazarte es otro personaje clave en la trama. Según revelan las anotaciones de Centeno, el hombre que recuperó su libertad hace unos años era importante en el circuito de recolección de dinero que comandaba Baratta, la mano derecha del ex ministro de Planificación Julio De Vido. En esos textos se relatan supuestos viajes en los que Lazarte, un ex albañil, acompañaba al subsecretario de Coordinación y Control de Gestión, a juntar bolsos con dólares de distintos empresarios.

Centeno, en una anotación del 11 de agosto de 2010, describió: “Del Ministerio lo llevé al Licenciado a su departamento. También vino con nosotros Nélson Lazarte. Fuimos para la Quinta de Olivos, entramos y el Licenciado bajó con Nélson a entrevistarse con el Doctor Néstor Kirchner, mientras yo esperaba en el auto con bolsos. Los conté y había fajos de 100.000 dólares, y cada bolso contenía: uno tenía 800.000 dólares y en el otro había 700.000 dólares”. Este modus operandi se repite a lo largo de los ocho cuadernos que escribió el chófer
.Por estas revelaciones, el 1 de agosto de 2019 detuvieron a Lazarte en la localidad de San Andrés, en la provincia de Buenos Aires. El ex secretario de Baratta negó todas las acusaciones que le hacía el fiscal Carlos Stornelli durante la investigación. “No vi nada de esos montos millonarios que se mencionan, y lo demuestra mi patrimonio y mi condición de vida. Vivo a tres cuadras de una villa de emergencia. Al momento del allanamiento no me secuestraron obras de arte, ni dólares, ni autos de alta gama. Eso demuestra mi condición de vida, que es humilde”, se defendió ante el juez Bonadio, en las primeras audiencias de aquellos años.















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