La reunión fue turbulenta y agitada. En las casi tres horas y media que duró la Comisión Bicameral de Deuda Externa las emociones estuvieron a flor de piel y hasta llegaron a un estallido por parte de Luciano Laspina, diputado macrista. “Si vamos a quemar a alguien en la hoguera veamos a los otros responsables también”, dijo, y luego el diputado oficialista Rodolfo Tailhade le devolvió: “Te ponés como loco cuando te tocan a los amigos”.
Es que el tema en debate era analizar la fuga de capitales y la toma de deuda durante el gobierno de Mauricio Macri. Según un reciente informe del Banco Central, en el que se basaron varios legisladores oficialistas, entre el 2015 y el 2019 esa huida de la divisa extranjera alcanzó los U$S 86.000 millones. La temperatura del debate empezó a crecer cuando le tocó la palabra al senador Oscar Parrilli, íntimo soldado cristinista. “Queremos saber quiénes fueron los tomadores de deuda, los responsables de la fuga de dólares, queremos su número de Cuit, sus datos de empresa o de persona física, sus domicilios y dónde tributan impuestos. Queremos saber cuáles fueron los estudios jurídicos relacionados con los fondos de inversión, de aquí y del exterior: presumimos, y hay notas periodísticas que así lo demuestran, que estamos en presencia de funcionarios que respondían intereses de un lado y otro del mostrador. Queremos buscar a los que fugaron el dinero en el exterior y si eso fue legal o ilegal, y saber si en esas operaciones hubo funcionarios involucrados. Si concluimos que allí hubo delitos haremos las denuncias que correspondan”, advirtió el senador.
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Fernanda Vallejos, que supo compartir la boleta con Cristina Kirchner en el 2017, fue en la misma línea. “Tengo la impresión de que es muy probable que esta comisión pueda detectar una serie de irresponsabilidades administrativas civiles y/o penales que pudieron haberse cometido. Tiene que ser con uno de los ejes de esta comisión, disponer de los elementos necesarios para poder impulsar en las Justicia estas consideraciones que sean debidamente investigadas en el ámbito judicial, si hubieran responsabilidades legales en los ex funcionarios que participaron en la toma de esta deuda”.
Rodolfo Tailhade, otro alfil del kirchnerismo en la Cámara, no sólo avanzó con el tema sino que incluso dio nombres. “Quiero dejar señalados algunos nombres, en los que hay que poner foco en su responsabilidad en áreas de gobierno y en sus conductas personales. Se pudo haber generado una serie de delitos: tráfico de influencias, fraude a la administración pública, entre otras. Son Alfonso Prat Gay, Luis Andrés Caputo, Luis Maria Blaquier, Marcelo Pedro Blanco, Pablo Pereyra Iraola, Carlos Andrés Rodríguez, Pablo Quirno, Agustín Collazo, Nicolás Dujovne, Gustavo Cañonero y Federico Sturzenegger. Todos estos tipos que acabo de mencionar operaron en Wall Street en los noventa y hasta 10 minutos antes de asumir en el 2015, el 80% trabajó en JP Morgan, y son todos millonarios”, dijo el diputado.
Laspina, del macrismo y a cargo de los temas económico en el bloque, recogió el guante cuando le tocó hablar. “Si vamos a quemar en la hoguera a alguien, veamos a los otros responsables: este problema no es imputable a un gobierno, es imputable al fracaso de un país y una generación política. Es un patrón de comportamiento no imputable a una política económica. También me gustaría saber cómo fue la deuda externa, la fuga de capitales y la corrupción –que muchas veces termina en fuga de capitales-, antes del 2015 (el año del informe). Pedimos que se amplíe el informe hasta el 2003”, dice el legislador. Cuando estaba hablando, luego de un largo discurso de más de 40 minutos, José Mayans, presidente de la Bicameral, le pidió que sintetice, y el ánimo empezó a escalar. Varios legisladores oficialistas más se sumaron al pedido de cierre del discurso, y Laspina y los opositores se resistieron. “Si no quieren que hable díganmelo, si cuando habla la oposición le dice que redondee. Siento que estoy cohesionado a terminar”, contestó.
El agitado intercambio que se dio luego pareció más de una pelea de café que de una reunión de legisladores.
José Mayans: Es una persona irrespestuosa del tiempo del resto de los senadores. Lo vinimos a escuchar a usted nada más.
Esteban Bullrich: ¿Cómo va a decir eso? Escuchamos a todos los senadores.
Luciano Laspina: Usted no quiere escuchar razones, quiere instaurar un debate político. Esa es la verdad de la milanesa.
José Mayans: Usted me va a escuchar luego a mí.
Rodolfo Tailhade: Te ponés como loco cuando hay que investigar a tus amigos.
Luciano Laspina: ¿Qué amigos? ¡Si estoy peleado con todos!
José Mayans: Vinieron a convulsionar la Comisión.
Luciano Laspina: Usted me interrumpe desde los 15 minutos. Me quieren pechear, tendré cara pero no soy boludo.
Anabel Fernández Sagasti: Señor Presidente, guardemos las formas. Qué es ese vocabulario y eso de pelear con la mesa, parece una barricada.
Laspina luego pediría perdón por el exabrupto, aunque el tema de fondo sigue: varios legisladores K insisten con que la Justicia avance contra funcionarios macristas.
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