Los anuncios diarios del ministerio de Salud marcan una constante: centenares de infectados se van sumando en Capital Federal y en Provincia, algunas decenas en Chaco y el resto del país con números envidiablemente bajos.
Las diferencias que se dieron entre los distritos más complicados y el interior del país hizo que, incluso, recrudezca una centenaria puja nacional entre unitarios y federales. Desde las provincias, la sensación de que Alberto Fernández habla sólo para el núcleo más complicado, y que siempre está acompañado del gobernador bonaerense Axel Kicillof y el alcalde porteño Horacio Rodríguez Larreta, despertó la necesidad de que los gobernadores se empezaran a cortar solos y a apurar a flexibilizar sus cuarentenas.
Así lo están haciendo: este miércoles, en Santa Fe y Rosario se habilitaron siete nuevas actividades. Desde deportes que no requieran contacto a reuniones familiares. La decisión del gobernador Omar Perotti, autorizada por Nación, se suma a la larga lista de flexibilizaciones que ya se ven en distintas provincias.
En Salta anunciaron que se permitirá la pesca, pero también deportes de hasta 10 participantes: así podrá volver, por ejemplo, el Fútbol 5, con su correspondiente protocolo. Entre Ríos también prepara el regreso de gimnasios y actividades realizadas en entidades deportivas. Y, a diario, otras provincias se suman a las primeras.
En Mendoza y Corrientes se decidió la reapertura de los bares, con el 50% de ocupación y reservación previa: las imágenes de la gente tomando un café se multiplicaron. Santiago del Estero y San Luis se sumaron a esa decisión y el gobernador de Santa Fe dijo que la replicaría más pronto que tarde.
Chubut, Mendoza, Salta, Corrientes y San Luis, entre otras, habilitaron los shoppings, con las medidas respectivas para mantener el distanciamiento social y la higiene correspondiente. Las reuniones sociales y familiares ya son una constante en diferentes distritos. En Jujuy ya preparan el regreso a clases para julio. De hecho, adelantaron las vacaciones de invierno para que la pérdida de días de los chicos afuera de la escuela se minimice al extremo.
Apenas son algunas de las postales que se ven en el interior del país, desde donde se mira con atención lo que sucede en Capital Federal y la Provincia, pero en cuyos espejos no se reflejan. A 75 días del inicio de la cuarentena, la vida empieza a parecerse a la normalidad, al menos a la nueva normalidad, en los distritos que vienen controlando con éxito al coronavirus.
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