Habló el Papa sobre su estado: “Físicamente estoy bien, pero me pesa mucho la situación”

En plena pandemia, hay un argentino que está ganando lugar. No es Alberto Fernández, al que todas las encuestas le sonríen: se trata del Papa, al que desde que comenzó la crisis sanitaria internacional se le siguen con atención sus palabras. Ahora volvió a hablar, y esta vez también se refirió a su estado de salud. “Físicamente estoy bien, pero obviamente toda esta situación me pesa mucho”, le dijo Francisco a Jose María del Corral, el argentino que conduce Scholas Ocurrentes. La organización pontificia está realizando encuentros virtuales con jóvenes acuarentenados de todo el mundo y el Pontífice felicitó la iniciativa y a los chicos.

La charla la contó el educador argentino en una entrevista con Alfa y Omega, una revista española católica. “Antes de colgar también me pidió que felicitara a los jóvenes por estar haciendo estos en­cuentros, que es signo de que ya pue­den volar por sí mismos. ‘Me alegro de que, además, esto haya arrancado de ellos’, dijo”, contó del Corral. El Papa hacía referencia a los encuentros virtuales que viene armando Scholas con jóvenes y docentes de todo el mundo, en la que ya participaron, entre otros, mandatarios como Alberto Fernández –una conferencia el primero de abril, otro gesto más del Presidente hacia la Iglesia de Francisco- o primeras damas como la de Colombia, María Juliana Ruiz, o Paraguay, Silvina López Moreira. Las dos mujeres, además, también habían estado presente en lo que fue el primer viaje oficial de Fabiola Yáñez, la esposa del presidente argentino, cuando viajó al Vaticano en diciembre para inaugurar la sede de Scholas en la Santa Sede.

“La idea es generar es­pacios de encuentro y de voz a los jóvenes. Los participantes así pue­den conocer de viva voz la realidad que viven sus pares en otros países y compartir sensaciones en este mo­mento tan especial”, cuenta del Corral, sobre el trabajo que hace la organización que dirige que tiene presencia en casi 200 países de todo el mundo. El resultado de los ciberencuentros–medido por el área de Evaluación de Scholas y avalado por 16 universidades del mundo– es terapéutico. “Comprobamos que el nivel de tristeza y angustia en los participantes bajó un 64 %. Lo mismo con el tema de la incertidumbre y el nerviosismo, que se redujo en un 40 %. Al contra­rio, la esperanza subió un 40 %, la alegría un 65 % y las ganas de hacer cosas por los demás un 52 %», dice Del Corral.