Hasta ayer a la noche, Agustín Rossi estaba convencido de su plan de acción: seguiría siendo ministro de Defensa mientras hacía campaña en Santa Fe en la lista que enfrenta a la que el gobernador Omar Perotti consensuada con Cristina Kirchner. Pero algo cambió: "Todos los funcionarios que son candidatos, deben dejar sus cargos" sentenció Alberto Fernández en C5N. El mensaje llegó a destino.
Rossi supo que la “regla ética” que el Presidente anunció estaba dirigida a él. Pero ni eso lo desanimó en su carrera santafesina: “Voy a dejar de ser ministro de Defensa”, aseguró. El problema para Alberto Fernández ahora es doble: no logró la unidad en Santa Fe y ahora deberá buscarle un reemplazante.
Desde ese momento, además, Rossi empezó a exigir el mismo trato por parte del gobernador. Desde su entorno empezaron a exigirle a Perotti que pida licencia por el término de la campaña, para estar en igualdad de condiciones. “Espero que el Gobernador tenga la misma dignidad que tuvo Rossi”, le exigió el diputado provincial Luis Rubeo.
Para colmo, en la mañana del jueves la vicegobernadora, aliada del ministro de Defensa, envió un documento al Senado provincial pidiendo licencia sin goce de sueldo con motivo de su precandidatura. La presión sobre Perotti sube.
En la misma jornada, trascendió que habría cambios de ministros: Jorge Llonch, titular de la cartera de Cultura y esposo de Rodenas, dejaría su cargo. Perotti no quiere que se resquebraje el gabinete.
La interna del PJ arde. A cinco días de la presentación de las listas, siguen repartíendose las culpas sobre por qué el oficialismo no alcanzó la unidad. Y uno de los señalados es, nada más y nada menos, que Alberto Fernández: “El Presidente, dialogando conmigo, me mostró encuestas que decían que era un dirigente con potencialidad electoral”, reveló Rossi. Ahora nadie lo puede bajar.
Galería de imágenes
Comentarios