"Es con Caro", dijo Mauricio Macri en el cierre de uno de los spots de campaña de la precandidata a gobernadora de Santa Fe, Carolina Losada, que competía contra el radical Maximiliano Pullaro. Macri, en un error de cálculo, había intentado inclinar la cancha para el lado de Losada y terminó perdiendo y arrastrando a un sector del PRO hacia la derrota en una de las provincias clave para la oposición. Por ejemplo, la jefatura política del PRO en Santa Fe, que en la previa a las elecciones estaba en manos de Federico Angelini, el candidato a vicegobernador de Losada y presidente del PRO Nacional, quedó en manos de Álvaro González uno de los principales operadores de Rodríguez Larreta en aquella provincia.
En los últimos meses, Macri se mostró lejano a la construcción política dentro de Juntos Por el Cambio. Su principal obsesión por estas horas es el mundial de bridge que se realizará en Marrakech el próximo 20 de agosto. Ni siquiera estuvo activo para el tramo final del cierre de listas del pasado 24 de junio. Aquel día se fue a jugar a Nordelta por la tarde con su amigo Lisandro Borges. Su agenda está más enfocada en la FIFA y en la elección de Boca Juniors para fin de año.
La elección santafesina tuvo también la particularidad de convertirse en un testeo de los aliados de Horacio Rodríguez Larreta y de Patricia Bullrich. El alcalde porteño apoyó a Pullaro y Bullrich a Losada. “Jugátela toda”, le dijo la ex ministra de Seguridad en una de sus últimas recorridas junto a la candidata. Aquella noche, Patricia prefirió correrse de la escena para no quedar tan atada a una derrota. Rodríguez Larreta celebró, pero la felicidad fue mayor para Martín Lousteau y Emiliano Yacobitti, que son los verdaderos aliados de Pullaro.
Otra gran derrotada de la elección santafesina fue Elisa “Lilita” Carrió que no cerró con ningún candidato porque su referente provincial, Lucila Lehmann, quedó afuera del armado de listas de Pullaro. Carrió se enojó y terminó llevando un candidato de apellido Maradona, familiar lejano de Diego Maradona, que apenas sacó alrededor de 30 mil votos, lo que representa cerca del 2% provincial.
La “lilita” Lucila Lehmann es, además, esposa de Luciano Bugallo, un diputado provincial bonaerense que llegó a ese cargo postulándose en la primera sección electoral y que ahora buscará reelegir, pero por la cuarta sección. Bugallo ingresó al mundo de la política a través de su activa militancia anti K en redes sociales, sobre todo Twitter. Los que no lo quieren lo califican como un ex troll. Es un misterio donde vive, porque su familia está en Santa Fe y él se mueve en Santa Fe como si viviera allá, pero legisla para los ciudadanos bonaerenses. La moda de vivir en una ciudad, pero buscar cargos en otra es transversal a la política, aunque la mayoría de los casos se encuentran en Juntos Por el Cambio.
Algo parecido sucede en el mundo de la comunicación: llamó la atención ver al consultor Guillermo Seita en el búnker de Maximiliano Pullaro, porque uno de los clientes más importantes que tiene Seita es el Gobierno de la provincia de Santa Fe. Ni siquiera pasó a saludar por el búnker del gobernador Omar Perotti. Algunos ganan siempre y otros, como Macri, Bullrich o Carrió, a veces les toca perder.
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