La foto corrió como pólvora entre todos los pesos pesados de Cambiemos. “Construir un peronismo republicano en la Provincia es un desafío que da gusto encarar con amigos como Martín Jofre", decía el tuit que subió Joaquín de la Torre, ex ministro de María Eugenia Vidal y antes intendente de San Miguel. En esa foto, donde aparecía etiquetada y en un lugar destacado la diputada peronista Graciela Camaño, llegó hasta el celular de todos los involucrados en la disputa de poder que abrió la derrota de Vidal, y sumó un nuevo round a una interna movida. Con un ojo en las legislativas y otro en la lejana pelea por la gobernación, todos los jugadores empiezan a mover sus fichas.
De la Torre es un peronista con trayectoria en la Provincia. “El gordo”, como lo llaman sus amigos, es también un hombre ocupado, aunque estos días vienen siendo especialmente movidos. La semana pasada fue hasta la sede del gobierno porteño a reunirse con Horacio Rodríguez Larreta, el MVP de Cambiemos en la actualidad. De la Torre iba como una especie de embajador/intermediario de los intendentes de la oposición, sobre todo los del Conurbano, que andan preocupados por el avance del Covid en sus distritos pero también por el cada vez más inocultable deseo de Diego Santilli de ir por la Provincia en el 2023. Muchas manos y poco plato para todos.
Algo así le transmitió el ex intendente a Larreta, en un mensaje que incluyó ese histórico deseo federal de tener un gobernador verdaderamente bonaerense en el suelo bonaerense. Alguien que, entienden en aquel rincón, podría ser Jorge Macri. El intendente de Vicente López ya avisó que va por ese viejo anhelo que no pudo coronar ni en el 2015 ni en el 2019, y para eso viene trabajando con paciencia entre sus pares del Conurbano y del interior de la Provincia, con los que anda aceitando una relación amistosa que a veces le fue esquiva -por errores propios o ajenos, según a quién se le pregunte-. En Uspallata, Larreta escuchó a De la Torre con la diplomacia que lo caracteriza, pero a nadie se le escapa que en el fondo hay una tensión inevitable: los planes presidenciales del jefe de gobierno incluyen necesariamente un avance sobre el distrito más poblado del país, y el primero en pisar la playa tiene que ser alguien de su riñón. Encima los números, que lo sitúan como el político con mejor imagen del país, acompañan sus pretensiones.
Construir un peronismo republicano en la Provincia es un desafío que da gusto encarar con amigos como @Martinjofre @GracielaCamano pic.twitter.com/6bzX12w3L2
— Joaquín de la Torre (@delatorrej) September 22, 2020
El partido entre Larreta y De la Torre terminó en tablas. Pero Macri volvió a poner primera este lunes: organizó, también con De La Torre y con su sucesor/delfín en San Miguel, Jaime Méndez, un encuentro con los intendentes Valenzuela, Garro, Grindetti. Aunque se leyó como lo que dijeron públicamente que fue -una reunión para mostrar “preocupación” ante lo que entienden que son algunas decisiones erráticas de Kicillof sobre la pandemia- lo más importante, como suele ser en política, es lo que no se dijo. Y detrás de los barbijos se asomaba el mensaje que querían envíar: Santilli, seguí participando. “La Provincia necesita que la gobierne alguien que haya pasado por las inferiores, que para mí son las intendencias”, había dicho, en esa línea, Macri días atrás. Más claro echale alcohol en gel.
Hoy nos reunimos con @Nestorgrindetti, @dievalen, @JulioGarro, @jaimemendezh y @delatorrej en San Miguel para trabajar en conjunto e intercambiar ideas sobre la actualidad del país y la provincia.
— Jorge Macri (@jorgemacri) September 21, 2020
“Ellos pueden sacarse todas las fotos que quieran, y eso es válido, pero los partidos se ganan en la cancha. Si quieren encabezar las listas van a tener que demostrar que son los que más posibilidades de ganar tienen, pero no parece ser el caso”, contestan desde la Ciudad, desde donde recogieron el guante y se amparan en la matemática de las encuestas que hoy les juega a favor. Y luego se sumó la foto de De la Torre con Camaño, que abrió a una catarata de especulaciones. ¿El hombre sigue respondiendo a Vidal? Esa respuesta parecería ser afirmativa. Entonces, ¿la ex gobernadora está intentando ampliar el espacio, sumando a peronistas díscolos? “Ella mantiene línea de diálogo con intendentes del peronismo, no parece descabellado que quiera armar un ámbito de peronistas cerca suyo, estilo Unión Pro en el 2009”, dice un intendente de Cambiemos que la conoce bien. Si esta tesis fuera correcta, significaría un paso adelante en una futura candidatura bonaerense de Vidal, algo que parecen querer muchos salvo ella: si se lanza de candidata el año que viene en la Provincia, la lógica indicaría que estaría casi obligada a volver a competir por la gobernación dos años más tarde.
De cualquiera manera, la posición "activa" de Vidal fue elogiada con creces en un encuentro que mantuvieron hoy HRL con Garro, su par de La Plata. Aunque la excusa fue la firma de un convenio, en un evento que participó también Lucas Delfino, Subsecretario de la Ciudad y quien le tiende puentes a Larreta con intendentes del país, el hecho sirvió como un mensaje a varias bandas: a Kicillof, por que el jefe de gobierno porteño fue hasta allá y no lo pasó ni a saludar, y al resto del espacio, en especial a Jorge Macri.
Estuve en La Plata donde con @JulioGarro firmamos un convenio para intercambiar información del Sistema de Alerta de Tormentas. Un paso muy importante porque vamos a contar con más y mejores datos para seguir anticipándonos y actuando más rápido en casos de emergencias. pic.twitter.com/aof6CiXFg1
— Horacio Rodríguez Larreta (@horaciorlarreta) September 24, 2020
Territorio. A esta avanzada sobre el peronismo provincial se le suman las profecías de que el pejotismo bonaerense se le va a plantar a Kicillof más temprano que tarde. Por ahora son todas especulaciones, pero sí empieza a asomarse una certeza: el certificado de defunción política del ex presidente Macri, o al menos de lo que supo ser el macrismo, que rechazaba cualquier adhesión de la “vieja política”. “Esta foto hace dos años hubiera sido considerada un sacrilegio”, se reía un ex integrante del macrismo que siempre nadó contra la corriente para agrandar el espectro. Cambiaron los tiempos. También está la duda sobre la jugada de la esposa del histórico sindicalista Luis Barrionuevo. ¿Está tanteando para agitar su propio espacio, ese dividido frente que es el lavagnismo, o está lista para dar el salto a Cambiemos? Sería toda una señal de desconfianza hacia el Gobierno nacional: se sabe que los peronistas se guían por su entrenado olfato de poder. Algunos cambiemistas de peso, sin embargo, pusieron el grito en el cielo por la foto: “Está bien que se sumen, pero falta un año para las legislativas, no podemos mostrar las cartas tan rápido”.
Pero todos estos no son los únicos en el ring. En una esquina aguarda con paciencia Emilio Monzó, el ex presidente de la Cámara que desató un vendaval cuando le dijo a PERFIL que le “gustaría ser gobernador”. “No es parte de nuestro espacio político, tiene la voluntad de generar conflictos y de dividir”, le contestó, rápido de reflejos, Macri, que incluso hasta dio una entrevista en una radio de Carlos Tejedor. En aquel distrito fue intendente Monzó y esa nota, en un medio local, se leyó como una mojada de oreja al hombre que reivindica la rosca. En la entrevista con PERFIL, Monzó dijo no tener apuros por candidatearse, en medio de la preocupante situación nacional, y se alineó al discurso de HRL y de Vidal, mientras sigue insistiendo con su idea de ampliar el espacio. También aparece Miguel Pichetto, que está haciendo el mismo trabajo que De la Torre pero a nivel nacional, haciendo sonar los teléfonos de peronistas que buscan un nuevo lugar bajo el sol como el de Juan Manuel Urtubey. La interna de Cambiemos sumó un nuevo round.
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