Victoria Tolosa Paz de los Arrayanes Verdes era el apodo que le habían puesto en el colegio a la actual primera candidata a diputada del Frente de Todos por la Provincia de Buenos Aires. El agregado “de los Arrayanes Verdes” era para exagerar el doble apellido de la candidata y remarcar que venía de una familia con buena posición económica. Es decir: la trataban de “concheta”. Esta anécdota juvenil también fue aportada en la entrevista que tuvo con los youtubers Pedro Rosemblat y Martín Rechimuzzi, que se hizo célebre por su frase: “En el peronismo siempre se garchó”.
Allí, Tolosa Paz abordó aspectos personales de su vida que no suele desarrollar en entrevistas clásicas sobre política. En el momento que se habló de sexo, Rechimuzzi agregó un comentario que disparó más reflexiones de Tolosa Paz. “Tampoco queremos que empieces a contar las maneras”, dijo el humorista. “No, no, no, porque soy muy aburridita”, retrucó la candidata y agregó: “Soy canceriana-virginiana”. La astrología es una faceta importante en la vida de Tolosa Paz. Su padre es astrólogo y ella consume libros y papers sobre el tema. Al punto que recomendó el libro “Los ciclos del poder en Argentina” del astrólogo Alejandro Lodi, que analiza la historia política del país pero con base argumental en los astros. En línea con esto, ella contó que también estuvo haciendo sus propias anotaciones zodiacales. “¿Hacés el cruce entre astrología y política?”, preguntó Rosemblat. “Obvio”, respondió ella.
Rosemblat: ¿Sabés de qué signo son Santilli y Manes?
Tolosa Paz: Por supuesto que sí, Manes es capricorniano y Santilli ariano.
Completó el mapa aportando datos propios. “Yo soy de Cáncer con ascendente en Virgo y luna en Aries”, dijo.
Historia. En materia política, Tolosa Paz comenzó en la función pública a los 23 años trabajando para el Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia de Buenos Aires, cuando Hilda “Chiche” Duhalde estaba a cargo de esa área. Luego, durante el kirchnerismo, pasó al Ministerio de Desarrollo de la Nación, donde trabajó junto a Carlos Castagneto, con quien trabó un vínculo fuerte y en 2007 colaboró con su campaña para intendente de La Plata, cargo al que ahora ella aspira. El 19 de julio de ese año, Tolosa Paz conoció en el acto de cierre de campaña, que se hizo en La Plata, a Enrique “Pepe” Albistur, con quien fue a cenar junto a una amiga que los quería presentar desde hacía tiempo, pero ella se negaba porque el ex secretario de Medios del kirchnerismo había sido tapa de NOTICIAS bajo el título “El repartidor”, y eso le generaba desconfianza. Finalmente accedió a conocerlo y floreció el amor. Se construyeron una casa en el country Grand Bell, en City Bell, y se compraron un departamento en el piso 38 de la torre Le Parc de Puerto Madero con vista al río. Por ser vecinos de este complejo tuvieron que declarar en la causa de la muerte del fiscal Nisman, al igual que todos los habitantes de los dos edificios.
No es la única inversión de Albistur en Puerto Madero, ya se sabe que el empresario tiene otro departamento, en el complejo River View, que es utilizado por el presidente Alberto Fernández. Esta cercanía entre política y negocios deja todo el tiempo a Albistur en el límite de lo permitido y lo tolerable. Por ejemplo: en esta campaña electoral, su empresa Wall Street Vía Pública –que es proveedora del Estado– está trabajando para la comunicación de su esposa. ¿Es legal? De mínima, es polémico.
Campaña. Tolosa Paz aprendió de estas malas artes: esta semana la periodista Maia Jastreblansky reveló que la candidata se sirvió de un avión de la Policía Federal para viajar a la localidad de Ayacucho para hacer proselitismo. El viaje se enmascaró como un acto de Gobierno que encabezó el ministro de Producción Matías Kulfas, pero la presencia de Tolosa Paz no tiene ninguna explicación atendible. El episodio es relevante porque deja en evidencia el uso de los recursos estatales por parte de una fuerza política para hacer campaña, lo que funciona como una ventaja desleal respecto del resto de los competidores de la elección que no pueden acceder a un avión de la Policía Federal para recorrer las enormes distancias de la provincia de Buenos Aires.
Un clásico de cada elección: los oficialismos siempre van a tener más recursos a mano.
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