Wednesday 8 de May, 2024

SHOWBIZ | 25-09-2023 07:10

Quiénes son los directores indie que "se vendieron"

Cada vez más realizadores de nicho aceptan estar al frente de grandes producciones. El match entre los tanques y el cine de autor.

A principios de los años 90, según una historia que ahora haber quedado mitificada en el recuerdo, los ejecutivos de Disney le pidieron a la actriz Sarah Polley, que entonces tenía 12 años, que se quitara una insignia con el signo de la paz que llevaba. Cuando ella se negó, Disney la incluyó en su lista negra. Y Polley se convirtió en una activista política, y directora de películas de cine independientes.

Trabajó con Atom Egoyan, David Cronenberg y Hal Hartley antes de los 22 años. Y luego se convertiría en la realizadora de “Take This Waltz”, con Michelle Williams y Seth Rogen; “Stories We Tell”, documental aclamado por la crítica que examinó los secretos familiares en la propia infancia de Polley; y “Alias ​​Grace”, la novela de Margaret Atwood, entre otras. Pero eso sería historia vieja. El mes pasado llegó el anuncio de que Polley se haría cargo del nuevo reinicio de “acción real” de Bambi siguiendo los pasos de Greta Gerwig con “Barbie”.

 

Gerwig, que surgió unos años después de Polley, era tan independiente que sus películas ni siquiera iban a Sundance, sino al South by Southwest. Era tan independiente que cuando pasó de las películas de micropresupuesto a una película con guión con Noah Baumbach (“Greenberg”, en 2010), el periódico británico The Guardian lo llamó “sus primeros pasos hacia la corriente principal”.

Del indie al main

“Greenberg” se hizo con un presupuesto de 25 millones de dólares, que no recuperó. Pero ahora Gerwig viene de hacer “Barbie” para la rama cinematográfica de la megacorporación Mattel, con un presupuesto de 145 millones de dólares y una recaudación que superó los 1400 millones en todo el mundo. ¿El viraje de Gerwig hacia la corriente principal suena más a un “venderse”?.

 

Gerwig y Polley están lejos de ser los únicos directores que han avanzado en esa dirección recientemente: Barry Jenkins, por ejemplo, ya trabajó en la secuela de “El Rey León” para Disney.  Y Mattel busca otros directores con “alma” para seguir en la misma línea, con películas basadas en el dinosaurio Barney y He-Man (ver recuadro).

Premios

El primer largometraje de Jenkins, “Medicine for Melancholy”, también se estrenó en ultra low budget South by Southwest en 2008, el mismo año en que Gerwig presentó allí su debut como directora: “Nights and Weekends”, codirigida con Joe Swanberg, casi 10 años antes de que fuese nominada al Oscar con “Lady Bird”. 

Del indie al main

Jenkins, que ganó el Oscar a la mejor película en 2017 con “Moonlight”, una película independiente de 1,5 millones de dólares que consiguió ocho nominaciones, ahora está detrás de “Mufasa”, padre de Simba, el protagonista de "El rey león". Una precuela de la versión live action. ¿Sería esto un triunfo de la industria o totalmente al revés? Junto con las nuevas películas de Bambi y Lion King, Disney tiene una gran cantidad de reinicios de su antigua propiedad intelectual. Hasta, se incluye una nueva versión de Los Aristogatos de Questlove (nombre artístico de Ahmir Thompson), el director del documental independiente "Summer of Soul". 

Mattel y Disney, dos enormes corporaciones, solían representar todo aquello a lo que estos directores se oponían. Pero como alguna vez bromeó Groucho Marx: “Estos son mis principios, si no le gustan tengo otros”. Un artículo reciente sobre Barbie en el New Yorker citó al propio agente de Gerwig: “¿Es fantástico que nuestros grandes actores y cineastas creativos vivan en un mundo en el que sólo se pueden dar cambios gigantescos en torno al contenido de consumo? ¿O con productos producidos en masa? No sé. Pero así es el negocio”. Es que hasta el concepto de “venderse” ha perdido volumen en el debate cultural. 

 

Que Gerwig explique que estuvo influenciada por directores como Max Ophüls y Jacques Tati, como si eso confiriera mayor legitimidad a su película sobre una muñeca hipersexualizada, es un disparate. Pero la idea de que las muñecas Barbie sean de algún modo nocivas parece, en el clima actual, también un postura tan estancada como el concepto de venderse. 

Del indie al main

El pensamiento imperante parecería ser: “Los malos ganaron, todos deberíamos aceptarlo”. “Como de todos modos todos estamos hipersexualizados, también podríamos hacerlo de una manera más igualitaria”. Y “dado que las grandes corporaciones gobiernan todo ahora, también podríamos conseguir que personas con talento artístico sean la cara de su producto”.

En el balance, lo más probable es que Barbie sea una película tan buena y creativa como sea posible dadas las circunstancias, con la temeridad de burlarse ligeramente de la muñeca y sus patrocinadores multimillonarios.

Huelgas

Las recientes huelgas de escritores y actores en Estados Unidos, muestran sin embargo que venderse no es sólo una cuestión de ética personal, sino una preocupación de toda la industria. La decisión de un director de alinearse con estos Goliat del entretenimiento tiene consecuencias: genera dinero para los grandes, en oposición a fomentar una industria donde las películas y los creadores más pequeños tengan más oportunidades.

El activista y guionista de “Don't Look Up”, David Sirota, comentó recientemente: “Un breve recordatorio de que, literalmente, ni un solo ser humano pagaría dinero por ver una película o un programa de televisión escrito e interpretado por Bob Iger (ndr: el multimillonario director ejecutivo de Disney). Lo que significa que los recursos que pagan su salario de millones de dólares son generados por escritores y actores, no por él”.

Huelga de guionistas 

Por su parte, el ex favorito del cine independiente Mark Ruffalo, ahora conocido por ser el Increíble Hulk en el universo Marvel para Disney, tuiteó: “¿Qué tal si todos saltamos al cine independiente ahora?”. Lo anterior en referencia al hecho de que ciertas películas independientes pueden continuar filmándose excepcionalmente con el sindicato en huelga Sag-Aftra. Pero la cuestión es que Ruffalo siempre podría haber hecho films indies. Al fin y al cabo, ahí es donde empezó, bajo el ala de directores como Kenneth Lonergan, y donde muchos de sus colegas todavía ejercen su oficio. Pero su filmografía más reciente ha generado miles de millones para Disney, a través de Marvel. 

Por supuesto, los creadores deben aprovechar todas las oportunidades que puedan para crear, dentro de una industria cada vez más comprometida. Pero la responsabilidad personal aún existe, y las acciones individuales tienen un efecto en cadena. El impacto de las huelgas actuales en la industria aún está por verse; tal vez conduzcan a un resurgimiento del cine independiente, como una lucha contra los monopolios y el predominio del modelo de propiedad intelectual. Mientras tanto, en un mundo cambiante para el cine, la lucha por el alma del cine continú

por R.N.

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